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‘Song for Our Daughter’ de Laura Marling

★★★

Este álbum llegó antes de tiempo pero pareciera que terminó por ser el momento exacto. El verano añoraba su estreno, pero la primavera fue quien lo recibió. Laura Marling lanzó su séptimo disco y repunta como uno de los mejores de su trayectoria. Su trabajo terminó por ser conceptual, una clase de consejos que ella le daría a su hija, la cual no existe, pero podría ser para otra joven del mundo con las mismas inquietudes.

“Alexandra” es la melodía que inicia todo. Con rasgueo en la guitarra, la voz de Marling lo acompaña; hay cierta influencia en “Alexandra Leaving” de Leonard Cohen. A lo largo de él no hay desniveles musicales donde exista un contraste relevante de sonidos que se alejen del folk, lo que sí, es que hay detalles que exaltan unas canciones de otras. Con “Held down” incluye coros y en “Blow my blow” añade a un piano.

Con “Strange Girl” sucede algo distinto, la velocidad es mayor y con otro estilo que si bien no es acústico como las demás, tiende a tener similitudes con ellas. En ésta se contempla un mensaje muy definido sobre el valor de una mujer y en cómo tendría que ser admirada por su valentía. Además de agregar frases que inspiran a dejar lo malo atrás y a buscar la mejor fase de sí misma: “Build yourself a garden and have something to attend, cut off all relations”.

El cuarto track, “Only the strong”, expone un ejercicio de introspección como sugerencia para alguien más. Una especie de carta a una persona con las palabras que, en un punto, ella deseó que le dijeran.


El tema homónimo de la canción se sitúa como uno de los más conmovedores de la obra. “Song for our daghter” va más allá de una dedicatoria a una niña que no existe, va dirigida a aquellas que necesitan oír palabras como: “You won't be forgotten for what you had not done yet. […] and you moan childless loss, innocence gone, but it's not forgot”.

Vuelve a servir como preámbulo a lo que ella, quizás, en un momento deseó saber y que ahora puede decírselo a cualquier mujer que no lo necesite; una forma de empatizar con las jóvenes y en cómo las alienta a combatir el mundo en el que existen.

“The end of the affair” es una melodía con la que despide a un ex amor. En la que se desprende de él y termina con regresar a su individualidad, a su vida. Después de “Hope we meet again” es “Fix you” la que concluye un álbum íntimo y enternecedor de Marling. Su voz conjuga con la guitarra acústica de nueva cuenta, pero también con la eléctrica; el tarareo de voces masculinas se añade y vuelven a la canción más delicada.

El disco de Laura Marling, musicalmente, consta de un manejo preciso, donde los detalles se disfrutan sin tener grandes arreglos. Un material del que con poco hacen y producen más; y del que la secuencia de las melodías va en ascenso por su calidad. Esto, sin dejar a un lado, su idea de externar su linaje maternal.


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