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‘Tiempos Raros’ de El Shirota

4 / 5

En Chiluca, Estado de México, nació una banda muy admirable en la escena nacional, ya que a pesar de las dificultades han sabido abrirse camino. Luego de siete años, El Shirota ha lanzado su álbum debut titulado Tiempos Raros título muy ad hoc a la situación actual— donde canciones frescas llenas de riffs, capas de sonidos y pedaleras que explotan en éxtasis se pueden oír a través de nueve tracks.

Guitarras distorsionadas y un ruido entrecortado da la bienvenida al disco, se trata de “AtorihS LE” un track con once segundos de duración, donde una voz grave es apenas perceptible entre las capas de sonidos.

Casi sin notar en qué momento acaba la primera canción, inicia la segunda titulada “No sé todo”, donde guitarras y una batería ruidosa se escuchan, tras una voz masculina que arrastra cada palabra de la letra. Esta es una melodía perfecta para cerrar los ojos y dejarte llevar por El Shirota.

“El Chirota” inicia con un bajeo vibrante sobre el que se escucha el rasgueo de una guitarra a los que posteriormente se les une la batería. En esta melodía el sonido pareciera viajar de un lado al otro, envolviéndote en una atmósfera instrumental donde las capas de sonidos te llevarán por un viaje que termina con un triángulo.

Una batería ruidosa y guitarras chillando en el fondo es lo primero que se puede oír en “Más de una vez”, mientras la letra de la canción es cantada lentamente. En la parte final de la melodía es posible escuchar un grito desgarrador.

Foto: Alan Cortés | @alancortest

Un ritmo rápido da la bienvenida a “La ciudad”, una canción donde los riffs de guitarra distorsionada se escuchan en toda la canción, mientras una batería ruidosa y desenfrenada se oye en el fondo de este track que sin duda te hará mover la cabeza en medida en que la intensidad aumenta. Esta melodía culmina con el sonido agudo de cuerdas de guitarra.

Con doce minutos de duración llega “RTL”, una canción instrumental, donde las guitarras ruidosas se elevan sobre la base de bajos funk constante y la batería. El ruido que viaja de uno a otro oído te cautiva desde el inicio. Sobre esta melodía se puede escuchar un tarareo pegajoso. En la mitad de la canción la intensidad sube y te envuelve en un bucle de capas sonoras que se detiene con un bajeo constante mientras la distorsión se apodera poco a poco del track.

Las cuerdas de un bajo es lo primero que se puede oír en “¿Cuánto falta?”, posteriormente el rasgueo de guitarra se une en la canción que da paz y tranquilidad. En esta melodía se puede oír una serie de aplausos mientras una voz cuenta del uno al seis marcando el ritmo sobre una conversación que apenas es perceptible.

“A donde voy (Revamp)” es la siguiente melodía, donde el rasgueo de una guitarra eléctrica marca el inicio. En esta melodía los instrumentos suenan sobre la voz que te guía por la melodía que recuerda a la música hecha en los años 90, con una propuesta más fresca e innovadora.

El último track del álbum se titula “El Bob Rosendo”, con un minuto y veinte segundos, El Shirota se despide. Ésta es una canción rápida y desenfrenada de punk, donde la letra de la melodía es gritada mientras una batería enérgica suena de fondo. En el final se escucha solamente la voz del vocalista quien toce luego de terminar la pieza.


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