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Entrevista con Mengers


Mengers es una banda mexicana que está haciendo ruido, un escándalo do estrambótico y rebelde que sacude todo a su paso como si de un huracán se tratara. Están de estreno con un nuevo disco que nos muestra su lado más salvaje, pero también el más introspectivo, trabajado y cuidado que emerge de una ciudad caótica en la que, como en otras partes del mundo, el inicio del fin del mundo pareciera tener lugar.


Pese a que muchas agrupaciones podrían sentirse fuera del lugar al momento de llegar a una industria congelada, complicada y que no siempre abre sus puertas a propuestas tan disidentes y provocadoras, con Mengers la cosa no ha sido así, pues si viajamos los primeros momentos de la banda nos encontramos con un grupo de hermanos y familia que ha hecho de su esencia la carta de presentación ante todo público.


Con el motivo del lanzamiento de ‘Golly’, en Vibras pudimos platicar con Carlos Calderón, guitarra y voz de la agrupación, sobre los procesos creativos de la banda para llevar a cabo este material, su forma de ver el mundo y los cambios que el contexto actual les ha traído. Por supuesto también sobre la Ciudad de México y cómo la llevan en su andar.


‘Golly’ tiene un concepto muy interesante que nos habla de la simulación, lo que es real y lo que no, y forma parte de la música que emerge de una crisis pandémica. Ya que en su presentación hablaron sobre que «el temor a la existencia es parte de la experiencia humana», ¿a qué temores se enfrentaron ustedes al momento de adentrarse a la grabación de este disco en medio del riesgo sanitario?

Carlos: El primer miedo fue muy directo; cuándo vamos a volver a tocar, a ver a nuestros amigos... ¿Nuestra vida va a ser igual después de esto? Pero después fueron creciendo miedos más, más grandes... Mi familia va a seguir bien. Yo voy a tener trabajo. Seguiremos teniendo la misma ciudad cuando termine la pandemia y ahorita todavía lo seguimos teniendo. No sabemos qué ciudad va a dejar este virus. No sabremos qué realidad va a ser la de los siguientes días...


¿Dirían que tuvieron algún reto importante que enfrentar al momento de componer las canciones o al momento de llevar a cabo la producción del disco?

Carlos: Hubo un momento del disco cuando empezó la pandemia... Ya no podíamos ir al estudio de grabación por miedo de que pudiéramos contagiarnos, y entonces lo que hicimos fue empezar a grabar todo desde desde nuestras casas... De hecho una parte de las grabaciones de las voces fue hecha desde nuestra casa sin tener que ir al estudio.



En algunas canciones encontramos títulos como “Estrés”, “Terror”, “No Hay Futuro” o “Tiempos suicidas” y es que cada una de ellas haga un match sonoro muy único y especial al lograr transmitir por completo la idea puesta en el título... ¿Cómo fue el componerlas, qué emociones influyeron en ustedes durante la grabación?

Carlos: La verdad todo se fue dando de manera muy natural. De repente íbamos haciendo alguna canción y, como lo que nos cuesta siempre más trabajo es ponerle la letra, coincidió que en ese momento estábamos pasando por una época difícil de la pandemia y, como no sabíamos que iba a pasar, de pronto todas las canciones empezaron a tener estas letras pesimistas...


Hablando sobre el pasado de Mengers resulta evidente que han cambiado y evolucionado. Su crecimiento y madurez sonora es evidente y ha sido retomada hasta por importantes personajes de la música nacional e internacional... ¿Son conscientes de ello, lo planearon o solo es una serie de sucesos que se da en consecuencia al avance de la vida?, ¿qué opinan de lo que ha sucedido con Mengers y lo que sucederá?

Carlos: Una de las cosas que pasó con el primer disco fue que no estuvo tan planeado y que todavía no tocábamos muy bien... Mucho de lo que hacíamos en vivo perdía la esencia al entrar al estudio y, ahora que fuimos con Hugo Quezada, descubrimos que el nos ayudó mucho a poder encontrar ese sonido que teníamos en vivo y a plasmarlo en canciones concretas. Aparte nos sirvió mucho andar tocando en muchos lados e irnos de gira, ensayar, estar activos con la música


Aprovechando que hablamos sobre las presentaciones en vivo, nos gustaría saber qué es lo que más extrañan de ellas y de este contacto con la gente...

Carlos: Justo eso, una parte de la música es poder conectar con otras personas y poder celebrar que estamos vivos, entonces sentimos que una parte muy importante de las canciones aún no tiene vida porque no han podido ser tocadas del viejo y no han podido ser tocadas con gente como en la anterior normalidad. No sé, que puedan saltar, brincar, abrazarte... Creo que extrañamos esta parte y sentir que la música que hacíamos, incluso con la violencia, unía a la gente.



¿Qué escenarios recuerdan como sus mejores presentaciones?

Carlos: Recuerdo cuando tocamos en el Burger Revolution en 2019... Fue el primer concierto masivo para Mengers y fue la primera vez que tocamos para un público tan grande. Creo que nos dimos cuenta que no solamente podíamos tocar en lugares chiquitos como fiestas, sino también en espacios grandes. El Festival Marvin fue otro. Ahí nos seleccionaron. Para nosotros fue mucha emoción porque no sabíamos lo que estaba pasando...


¿Cuál es la parte que más disfrutas de hacer música qué es lo que más les gusta de estar experimentando con ella a nivel profesional?

Carlos: En Mengers somos hermanos, el baterista es mi hermano -Pablo-, mientras que Mauricio Moncada es mi mejor a migo, entonces una de las cosas que más me gusta es poder pasar tiempo juntos. Siempre después de ensayar vamos a comer o nos quedamos platicando de algo y creo que esta es la parte que más nos gusta, que entre nosotros de cierta manera tocar es como una terapia y una forma de convivir entre nosotros.


Algunas de sus canciones tienen letras en inglés, esto lo vemos desde sus primeros temas de 2016... ¿Por qué en esta ocasión hacer un material con puro español y con mensajes tan concretos e indecorosos?

Carlos: Mucha gente siempre está diciendo que el rock está muriendo y que el rock ya no tiene nada que proponer... Yo creo que es todo lo contrario, solamente que mucha gente ha querido meter al rock como en un molde y nada más en el mismo lenguaje y que tenga un mismo bit, e incluso de alguna misma de alguna manera en la misma forma para poder decir "miren, el rock siempre está haciendo lo mismo", pero en realidad el rock nace naturalmente cuando tienes algo que decir y estás en contra de la forma del sistema como tal, entonces, siempre que haya una persona en contra del sistema y que quiera gritarlo en forma de música, pues va a existir el rock, sin importar el idioma.


En esta parte de la existencia y el estar en contra de ciertas estructuras, nos llama mucho la atención que mencionan el concepto de simulación... Si ustedes pudieran crear su propia simulación, ¿qué cosas le pondrían y qué cosas le quitarían?

Carlos: Yo creo que es una de las cosas que más molestan, y sobre todo en México, es la desigualdad. Toda esta idea de la meritocracia en donde ciertas personas son las elegidas para poder guiar una empresa, para poder tener ciertos trabajos es algo triste y de las cosas que más molesta, porque hay gente muy capaz y que tiene muchas ganas de cambiar las cosas, pero no puede hacerlo. Nunca tiene acceso a poder cambiarlas... No sé exactamente que pondríamos, seguramente igual habría como una tienda de chocolates gratis, pero lo más importante es que sería un lugar en donde no haya desigualdad.


Y suponiendo que tengan el poder de destruir la simulación en la que estamos viviendo o en la que estaríamos inmersos, ¿cómo creen que podrían hacerlo?

Carlos: Según la teoría de la simulación, y con posturas matemáticas, científicas y de ciencias de la comunicación, el gran problema de la simulación surge cuando los agentes descubren que están dentro de una simulación porque eso llevaría a una contradicción; los agentes empezarían a comportarse en contra de la simulación y empezarían a destruir la simulación en sí mismos... Entonces de alguna manera nosotros con el disco queríamos hacer eso; si denunciamos que estamos en una simulación. entonces la gente se va a dar cuenta de que estamos en la simulación y va a empezar a cambiarlo las cosas... Esa era la intención en este disco.


Sobre esta parte de hacer de la música "una herramienta o un arma de concientización masiva", por así llamarle. ¿Hacia qué escenario les gustaría seguir caminando o hacia dónde les gustaría encausar sus proyectos?

Carlos: La vedad no sabemos como hasta donde nos gustaría llegar, pero yo creo que algo de lo que nos hemos dado cuenta es que siempre que llegamos a un punto que habíamos esperado desde hace mucho tiempo, queremos llegar al siguiente y al siguiente, y al siguiente y al siguiente. día siguiente. Tampoco es como llegar por llegar, sino tener como o plantear algo nuevo al momento de llegar Aún no estamos seguros de qué podríamos plantear al momento de llegar, pero estamos seguros que queremos seguir.


Mengers se ha vuelto una de las bandas más importantes de la escena underground y de la escena mexicana independiente, por categorizarlos de alguna manera... ¿Cómo han vivido y qué piensan de este crecimiento creativo que hoy los coloca junto a bandas como Belafonte Sensacional, El Shirota y disqueras como Devil in the Woods?

Carlos: Primero muchas gracias por eso (risas)... Lo que consideramos más importante es ser fieles a nuestros principios y hacer música por el placer de estar con nuestros amigos, por el placer de divertirnos... Creo que lo más importante y si perdemos esto en el camino yo creo que la esencia de la banda ya no sería la misma.


Hablando de la esencia de la banda, ¿qué canciones escogerían como las tres principales para una persona que apenas está descubriéndolos? No sé, quizá aquella que mejor exponga sus sonidos más autónomos o sus ideologías...

Carlos: Yo creo que “Pantitlán”, porque es como una canción de psicodelia, “No Hay Futuro” porque es una canción de rock y “Estrés” porque es una canción de garage.


Las imágenes de ‘Golly’ son otro gran acierto del disco porque son bastante acertadas para las sensaciones que transmiten... ¿Quién ser encargó de diseñarlas?

Carlos: Hubo un momento en la pandemia en que nos dimos cuenta de que ya todo no se iba a mover. Teníamos la idea del disco medio a lo aventón y notamos que la pandemia nos podría ahorrar tiempo en el sentido de "hacer cosas". Todos los diseños los decidimos entre nosotros y mi hermano, Pablo Calderón, empezó a trabajarlos. De pronto también empezó a aprender cosas de video, de diseño y entre todos hicimos todo.


A lo largo de su trayectoria han sido retomados y descritos por diversos medios de comunicación como Rolling Stone... Quitando esta imagen mediática y periodística, ¿a ustedes cómo les gustaría que la gente los identificara o con qué tipo de conceptos les gustaría que estuviera ligada la banda al consciente colectivo?

Carlos: Como una banda molesta...


Hablando de molestias, ¿dirían que existe alguna complicación generalizada al momento de entrar a la industria musical?, es decir, qué obstáculos han vivido en primera línea...

Carlos: La verdad es que por muchos años en México se ha visto como algo malo todo lo que suena feo, lo que suena mal, valga la redundancia... También cualquiera que hable en español y que intente expresarse en español también es visto como algo raro... El intento que a nosotros gustaría ocupar es el de ese espacio, ese espacio de una banda molesta, pesada, que quiere decir cosas y no nada más como seguir la tendencia y empezar a hablar de viajes...


¿Dirías que para ustedes, o para Mengers, existe alguna limitante entre lo social, la protesta y la música, o que por el contrario, se fusionan?

Carlos: Creo que se fusionan y que hasta el momento nos han ayudado. Tampoco quiere decir que en el futuro no hablemos de otra cosa, pero yo creo que para este momento esto funciona muy bien y posiblemente en el futuro hablemos de otra cosa...


¿Qué es lo que más le aqueja a Meyers en el sentido de la música y qué es lo que más disfrutan de estar en un país como México haciendo el tipo de música que hacen?

Carlos: Algo que nos aqueja es que siempre vemos al extranjero como si fuera lo mejor, siempre se ven a otras bandas, de Estados Unidos por ejemplo, casi casi como dioses. Lo mismo con las bandas de Inglaterra y a ellas se les guarda hasta cierto sentido cariño y admiración, pero cuando una banda en México hace lo mismo o es más lista, incluso genera envidias... Creo que una de las cosas que tenemos como molestia de aquí es justo eso. Hay bandas mexicanas que podrían estar en carteles internacionales más arriba de muchas bandas headliners, pero no están allí... Una de las cosas que más me gusta de México es nuestra realidad. La Toggisa que es un evento creado por Tower Records y metieron a muchas de las bandas más importantes de la escena... La organización fue muy buena, todo fue tan profesional que te hacía sentir todo muy importante.


“Vivimos en una sociedad muy rica en el sentido cultural, pero también en el sentido de expresión. Tenemos, como ciudad, un lenguaje que muy pocos conocen, personajes muy específicos, es una ciudad con muchos sonidos y de los que te puedes inspirar para cualquier cosa”.

Portada: ‘Golly’ de Mengers

¿Qué espacios de la ciudad sientes que define a cada integrante de Mengers?

Carlos: El primero es la Magdalena Contreras, porque de aquí somos. El segundo yo creo que el Metro porque, de alguna manera y desde hace mucho tiempo, nos hemos estado moviendo ahí y es parte de nuestra realidad diaria. El tercero sería, no sé, Xochimilco.


Si en una simulación ustedes no fueran los Mengers, sino un escucha o un típico personaje de la CDMX al que ‘Golly’ le dijera "despierta", ¿quién les gustaría ser y por qué?

Carlos: A mí me gustaría estar en el metro. Sí, con mucha gente e ir en medio del vagón... Te pones tus audífonos porque ya no puedes más y de repente escuchas que alguien te dice que todo lo que han vivido ha sido un error... eso sería.


Mauricio Moncada: Yo sería un señor de esos que son rockanroleros de hueso colorado, de los que solo escuchan a los Stones o al TRI... Descubrir que todo es una simulación me volaría la cabeza.


Pablo Calderón: Seguramente siendo un chavo de prepa, decepcionado de la vida... Algo enfrente de mí me diría que todo fue falso, que es una mentira y que es más de lo que esperabas sería loquísimo.


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