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‘Disco de Oro’ de Little Jesus


Nostalgia, ritmos lentos y una nueva faceta de la banda, es lo que encontramos en el material más reciente de Little Jesus. Disco de Oro esta compuesto de once canciones de las cuales, tres ya habían sido estrenadas meses atrás. Pero, ¿de verdad hay algo innovador en él?

Los capitalinos situaron en el track numero uno a “Los años maravillosos”, la melodía que reveló desde hace un tiempo, lo que habría en su tercer álbum. Este primer contacto, nos dirige a qué tiempos nos gustaría regresar de nuestra vida, a qué persona, lugar o momento, nos agradaría repetir, de acuerdo a la letra de la canción.

Los sonidos de la guitarra, sin caer en lo veloz y potente como antes, acompañan a este sencillo como uno de los mejores del CD. La canción es dulce, tranquila y apetecible para el oído. Un juego de palabras que sin mucha dificultad, nos hace tararearla en pocos momentos.

Girl Ultra colaboró con LJ en el segundo número. “Fuera de lugar” nos remite a los recuerdos, a esa persona que simplemente hoy no está. Sin embargo, los ritmos que desarrolla, no la convierten en la clásica rola triste, sino algo más ameno y bailable. Los movimientos del bajo y teclado, hacen menos doloroso el mensaje que conlleva.

La voz de la mexicana, cae en lo sensual y melancólico. Esta participación crea un vínculo perfecto entre el ritmo contagioso, lo deleitable de la voz de Mariana de Miguel (Girl Ultra) y el estilo que caracteriza a la agrupación. Definitivamente, de lo mejor del disco. Es un buen inicio, ¿pero lograrán mantener este camino en lo restante?

Si presumíamos que no eran tan deprimentes los acordes y las letras, nos arrepentimos de decirlo con “Los Ángeles, California”. Aquí las revoluciones disminuyen considerablemente y es de los temas que a pesar de tener su sección rápida e instrumental, no explota como solía hacerlo en “TQM”, por ejemplo.

“Un plan espectacular” ocupa el cuarto lugar del álbum y es más animada que la anterior, obviamente. Aquí podemos regresar un poco a la esencia que posee Little Jesus, un rock meloso y tranquilo, asociado con frases que fácilmente se podrían dedicar. Pero no hay un punto que nos plantee si había un LJ antes y después del Disco de Oro.

Seguida de ésta, continua “Volver al futuro”. Sin duda es un disco que avanza como agua, no hay algo que impida su repentino paso. En esta, hay una mayor participación de sonidos digitales, que realza el protagonismo de la voz y del teclado. Además lo que Santiago Casillas, el vocalista, relata es una serie de palabras más directas y menos ambiguas. No obstante, no hay nada que no hayamos visto en “Río Salvaje” y “Norte”.


Para reafirmar esta noción, “Duro de matar” es la canción que más se asemeja al viejo estilo de los chilangos. Las guitarras eléctricas a lo que dan, los teclados y la voz de Casillas, crean efectos que ya estábamos acostumbrados a oír. Disco de Oro al menos recalca más los sintetizadores y lo electrónico que contiene, creando así un ambiente digno de bailar.

“Ahí te ves” es de esas canciones fácil de digerir, sin tanto rodeo y que parece una historia más bien. Los ritmos son muy semejantes a la pista número uno. Es un tema fresco que propicia a aprendérnosla rápidamente. Por otra parte, la guitarra marca los sonidos que la caracterizan, pareciendo que cada una tiene un instrumento predominante.

Llegamos a la nueve y “Cine permanencia voluntaria” nos espera pacientemente, sobre todo por tratar de un tema sin letra y efímero que deleita con varios compases a la vez. Quizás si es un cambio a algo más melódico pero que no alcanza a ser lo mejor del álbum.

La antepenúltima es “Gracias por nada” que, como la mayoría del álbum, revierte a lo pasado. Frases que vuelan hacia una persona que (seguramente no está) y la música queda acorde al sentimiento e idea que se busca exhibir.

Por último llega “En otro planeta”, sencilla pero sofisticada. Lenta a diferencia de las demás pero que no tiende a lo desgarrador pese a lo que describe. Es una melodía agradable, interesante y sin asemejarse a cualquier otra. Pero que nos deja con la afirmación de que pocos temas se salvaron y que cumplen con una función de escuchar algo verdaderamente diferente a lo que conocíamos.

En un bosquejo general de lo que fue el Disco de Oro, podemos opinar que en efecto, la añoranza y melancolía, es lo que predomina en él. En ningún momento se presume de algo explosivo, ni en palabras ni ritmos. Lo más rescatable de él, es su trabajo con Girl Ultra, “Los años maravillosos” y “En otro planeta”.

Es cierto que cualquier agrupación necesita renovarse, no repetir a lo que estaban acostumbrados. Sin embargo en este caso, la reducción del estilo alternativo que los caracterizaba, se esfumó y encontramos algo más sencillo y lento, que pasan las canciones y uno no se da cuenta. Así que si se busca algo extraordinario e increíble en este, no habrá nada que no conozcamos.


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