Entrevista con The Magic Numbers
- Lilith Jaime
- hace 4 horas
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Cuando dos pares de hermanos se juntan para hacer música, una conexión artística indescriptible surge. Tal es el caso de The Magic Numbers. Desde que unieron fuerzas en 2002, la banda se ha distinguido por combinar rock alternativo e indie rock con armonías vocales elaboradas, melodías cautivadoras y una gran destreza en la composición. Hasta la fecha, han lanzado cuatro álbumes de estudio que les han otorgado reconocimiento a nivel global.
De hecho, su debut fue publicado hace ya 20 años y, para celebrar tan importante aniversario, el grupo ha decidido emprender una gira conmemorativa que festeja su unión. México, por supuesto, es uno de los países que no podía quedarse fuera de esta celebración, donde el público podrá disfrutar de un show mágico y electrizante. En vísperas de su presentación, tuvimos la oportunidad de conversar con Romeo Stodart, vocalista de la banda, sobre su trayectoria, sus nuevos proyectos y la conexión tan especial que existe dentro de la agrupación.
Hola, Romeo. ¿Cómo va todo?
RS: Nada mal. ¿Tú cómo estás? Me encanta tu peinado.
Muchas gracias. Estoy muy bien y emocionada por hablar contigo acerca de la próxima visita de The Magic Numbers a Ciudad de México con motivo de su celebración por sus 20 años como banda. Lo primero que quiero preguntarte es si recuerdas el momento exacto donde se dieron cuenta que querían dedicarse a la música.
RS: Sí, al inicio yo estaba tocando con Sean, y nuestras hermanas iban a vernos a diferentes conciertos. Teníamos otra banda, donde éramos Sean, yo y otros dos chicos. Después, se redujo a Sean, yo y otro chico. Pero Michelle y Ange iban a todos los conciertos, ¿sabes? Y eran mucho más jóvenes que nosotros. Cuando quedamos sólo Sean y yo, porque los otros ya no querían seguir con la banda, empezamos a hacer música en casa. Yo siempre supe que Ange podía cantar, y Michelle y yo intentábamos cantar juntos y hacer armonías. Michelle tocaba la guitarra, y un día le dije: “Oye, ¿por qué no pruebas con el bajo?”. Ella ya era increíble en la guitarra, es una música increíble en general. Pero en cuanto agarró el bajo, fue un momento muy especial, se sintió tan natural. Y con Ange también fue así, como si los cuatro tuviéramos una conexión instantánea, algo que nunca antes había sentido tocando con otras personas. Y, la verdad, en cuanto las chicas se unieron a la banda, al año la gente empezó a decir: “Wow, estos chicos son increíbles”. Pero ya llevábamos bastante trabajo hecho de antes. Aun así, yo siempre bromeo diciendo que ellas son la magia y nosotros sólo los números. Me imagino que tuvo que haber sido un momento muy especial. Teniendo en cuenta que haces música con tu familia, ¿Qué es tan especial acerca de la energía de la banda cuando tocan juntos?
RS: Creo que es algo en la química de poder ser realmente tú mismo y dejar salir tus emociones. No hay juicios, hay aceptación y unión. Eso te permite intentar, profundizar, cantar y llegar a lugares distintos. Definitivamente, siento eso porque hay algo casi indescriptible y difícil de explicar. Porque incluso si no nos vemos por mucho tiempo, cuando nos subimos al escenario y tocamos, es como “Wow”, simplemente caemos de nuevo en esa química. Además, hay muchas dinámicas entre las dos familias. Así que sí, creo que es un escenario soñado, así se siente.
Eso es muy tierno y especial de escuchar. Justamente, ya se cumplirán 20 años desde que esta química empezó y desde el debut de ‘The Magic Numbers’. Cuando estaban trabajando en este, ¿Se sentía como un disco grande y real en el momento de grabarlo o esa sensación llegó con el tiempo?
RS: Tengo que ser honesto, yo lo sentía. De verdad creía en él. Y creo que sabíamos y sentíamos que habíamos encontrado algo. Yo ya había escrito muchas canciones antes de que las chicas se unieran, pero nunca se sentían del todo bien. Estaba creciendo, aprendiendo a escribir y a tocar. Y cuando supe que los tres íbamos a cantar y que el sonido empezaba a tomar forma, empezaron a llegar canciones distintas. De repente pensé: “Ah, tenemos algo realmente especial”. Luego en los conciertos, la gente del público también lo sentía. Pero fue difícil llegar a ese punto. Era como trabajar mucho en intentar descubrir quién eres sin querer ser otra persona. Aunque, claro, tienes que aprender a ser quién eres.
Lo más difícil, la verdad, después de eso —porque yo sí creía en lo que hacíamos— fue que a lo largo de estos 20 años hubo momentos en los que empezaba a cuestionar quién era y lo que hacía, porque quieres cambiar, quieres ser otra cosa. Y en ese intento, a veces, minimizas lo que ya tienes, lo das por sentado. Creo que esa es la lección que el camino me ha dado: valorar lo natural, lo instintivo, lo que está en el núcleo de quién eres y lo que quieres expresar. Y mantener eso sagrado, porque el camino del éxito puede alejarte de ello. Con el fracaso también, tantas cosas en general. Siempre hay que volver a sintonizar. Y la única manera para mí —otros en lo creativo encontrarán sus propias formas— ha sido siempre la música. Volver a creer en eso y a lo puro. Así que sí, cuando estábamos haciendo ese primer álbum yo sentía que era especial, porque lo era para mí. Y todavía hoy miro a los cuatro y pienso que no importa el éxito ni lo que pasó o pasará, lo importante es creer en la belleza de esto. Con todos sus defectos también, porque como familia somos disfuncionales. Sonrío al pensar que los mismos errores y las mismas discusiones se repetirán.
Mirando hacia atrás, recuerdo que tocaron por primera vez en un recinto en Londres y curiosamente, muy pronto regresarán a él. ¿Cómo se sienten con este evento?
RS: Sí, vamos a volver otra vez. Vamos a regresar al Forum, justamente a ese lugar, a finales de año. Va a ser un gran show, porque es una celebración de cuando sacamos nuestro primer disco, y ese fue como nuestro primer gran concierto. Fue como: “Wow, no podemos creer que estemos tocando aquí”. Así que volver a ese lugar va a ser especial. Pero bueno, todo esto siempre es inesperado, nunca puedes predecir nada. Sólo espero que sea un gran concierto.
Estoy segura de que lo será. También, tienen un show próximamente en Ciudad de México en octubre. ¿Tienes alguna expectativa?
RS: Sí, absolutamente. Siempre nos ha encantado tocar en México. El año pasado lo pasamos increíble en el festival Corona Capital, no lo podíamos creer. Tocamos frente a tantísima gente y la energía era eléctrica. Fue genial. Así que regresar ahora con nuestro propio show nos emociona muchísimo. Además, en el último viaje descubrí un montón de música nueva. Conocí a The Guitar Brothers e hice amigos que me compartieron un montón de artistas nuevos. Así que será lindo volver a verlos. Ya tenemos algunos amigos allá, lo cual es muy especial. Me encanta tocar en México y de verdad estoy deseando que llegue. Vamos a presentar algunas canciones nuevas también, lo cual es emocionante. Es una celebración de 20 años juntos, lo cual es una locura.

¿Esas canciones nuevas forman parte de algo nuevo que podremos escuchar pronto?
RS: Sí, definitivamente.
Eso es muy emocionante. Y, sobre todo, muy especial que las puedan compartir con el público mexicano con anticipación.
RS: Estoy haciendo el disco ahora mismo. Lo estamos grabando, y definitivamente, saldrá el próximo año. Espero tener una canción lista en los próximos meses.
Estamos ansiosos por escuchar el nuevo material. Ahora, hablemos de su música como un todo, ¿cómo fue su camino para encontrar su propia comunidad en la música?
RS: La verdad, nunca sentimos que formábamos parte de una escena o de un grupo de bandas. Siempre fue algo más solitario, pues estábamos en lo nuestro. Pero con el tiempo, poco a poco, he ido encontrando más comunidad. Michelle, mi hermana, sí que tiene un gran círculo de amigos músicos y toca con mucha gente. Y yo también he construido un pequeño grupo de personas a quienes quiero y con quienes soy muy cercano. Pero al principio estábamos solos, tan concentrados que yo prácticamente no salía de mi habitación. Recuerdo que me decían: “Anda, vamos a dar un paseo, vamos a tomar algo”, y yo podía estar en el bar con una cerveza, pero mi mente sólo pensaba en volver al estudio. Sentía que estaba aprendiendo tanto, y pensaba: “Si sigo invirtiendo tiempo, voy a aprender mucho más”. Así que me obsesioné con estar en esa zona. Y me lo recuerdo incluso ahora: eso es lo que hay que hacer. Claro que también hay que divertirse, pero al final hay que encerrarse en el estudio y ponerse a trabajar.

Ahora que trabajan en un nuevo disco, ¿Qué es algo que nunca los deja de inspirar?
RS: En cuanto a instrumentos, el piano. Yo toco la guitarra en la banda y escribo mucho con ella, me encanta, pero el piano nunca deja de inspirarme. Es infinito. El viaje, el descubrimiento, los músicos del pasado que tocaban jazz, las armonías, lo que puedes hacer con las dos manos y el pedal de sustain. Simplemente, estoy obsesionado con eso. Para mí, siempre ha sido de lo más inspirador. Y también me mueve mucho la parte de la ingeniería ahora. Antes trabajaba con un ingeniero y yo le describía lo que quería, y él lo interpretaba, lo cual también tiene su magia. Pero ahora me entusiasma poder grabar directamente mis ideas, moverme rápido, crear un sonido sin tener que explicárselo a alguien más. Eso me hace aprender, emocionarme y descubrir cosas nuevas.
La parte de la ingeniería en la música es muy importante. No esperaba que eso te inspirara, pero tiene todo el sentido del mundo. Tengo una última pregunta. Siempre me gusta cerrar las entrevistas con algo divertido, entonces, ¿Cuál sería tu ciudad soñada para tocar?
RS: México, sin duda. Amo tocar ahí, la gente es muy apasionada. También Argentina, me encanta la energía y la pasión. Y, en lo personal, Nueva York es muy especial. Yo nací en Trinidad, en el Caribe, y pasé mi adolescencia en Nueva York. Venía de una isla pequeña y de repente descubrí tantas cosas. No podíamos quedarnos en Estados Unidos porque no teníamos ciudadanía, pero tengo familia allá, primos y un tío. Entonces, cada vez que tocamos ahí, siento que revisito mi juventud. La energía de la ciudad es increíble. Así que también es una de mis favoritas.
Muchas gracias por estar con nosotros hoy, esperamos verlos pronto en octubre aquí en México.
RS: Gracias a ti, fue un placer. Ojalá nos veamos en el show. Encantado de charlar contigo, Lilith. Cuídate mucho.