Entrevista con Royal Blood

Hace poco más de dos años Mike Kerr, líder del dúo de rock inglés Royal Blood, tomó una decisión que cambiaría el curso de su vida y de su música para siempre: decidió dejar de tomar. “En realidad no me gusta hablar del tema,” explica Kerr, “pero de eso trata el álbum y su creación.” El álbum, ‘Typhoons’, su tercer LP en una corta pero memorable carrera, podría ser la última pieza para cimentar su puesto como una de las bandas más innovadoras de su generación. “Queremos ir hacia adelante. No tenemos la intención de desaparecer, lo único que podemos hacer es seguir nuestros instintos y avanzar.” En entrevista con Vibras, el cantante y bajista de la agrupación compuesta por él y Ben Thatcher parece un poco más retraído de lo que uno esperaría, pero sus palabras son claras y al grano.
Menos mosh pit y más disco, ‘Typhoons’ llenó la estética monocromática que caracterizaba a Royal Blood de color y los ayudó a redefinir el tipo de música que estaban dispuestos a crear. Tras su lanzamiento el 30 de abril el álbum alcanzó el Número 1 en las listas del Reino Unido, igual que sus dos predecesores. “Esta fue la primera vez que sentimos la necesidad de hacer algo tan diferente, es bueno saber que funcionó y que lo hicimos sin aislar a nadie.”
A excepción de dos canciones, “Boilermaker” y “Who Needs Friends” respectivamente producidas por Josh Homme y Paul Epworth, ‘Typhoons’ fue compuesto y producido por Royal Blood en el transcurso de 2019 y un largo tramo de cuarentena en 2020, “cuando lo empezamos a grabar teníamos una visión muy clara de lo que queríamos y también teníamos tanta confianza en el material que no sentimos que lo necesitáramos [un productor]. Siempre hemos co-producido todo así que no se sintió tan diferente hacerlo solos.”
A pesar de su incomodidad discutiendo la sobriedad, Kerr aclara que también le es un privilegio poder discutir el tema tan libremente. “Escuchar historias de otras personas hablando al respecto fue gran parte de la razón por la que lo logré. Es un regalo que puedes ir pasando a otras personas.” Más de un tema en ‘Typhoons’ alude a su alcoholismo, lleno de altibajos pero finalmente describiendo lo que “Oblivion” define como una apocalipsis personal.
Una de las partes más difíciles de sobrellevar para Kerr fue la idea de que tal vez la sobriedad sería un impedimento para su creatividad. “Siento que eso es culpa de muchas mentiras y romantizaciones sobre el alcohol y las drogas, pensar que te vuelven creativo o lo que sea. En cuanto empecé a escribir “Limbo”, “Typhoons” y “Mad Visions” me di cuenta de que era lo más creativo que me había sentido en toda la vida.”
Con su segundo disco ‘How Did We Get So Dark’ la banda procuró apegarse a la fórmula que los catapultó a la fama en su álbum debut homónimo, convirtiéndolos en un éxito viral de un día para el otro, pero ‘Typhoons’ arroja todas las expectativas por la ventana. “Sabíamos que mucha gente lo iba a escuchar, nos sentíamos más cohibidos. En cambio con este álbum no nos importó en lo absoluto, nos sentimos muy seguros de nosotros mismos y del lugar al que nos dirigíamos.”

Kerr también recalca que es importante para ellos distanciarse de la percepción que el mundo tiene sobre ellos, más de una publicación los ha llamado los ‘salvadores del rock’. “Nunca nos lo tomamos en serio. Esas frases siempre son titulares para vender revistas o conseguir clicks pero no significan nada.” También menciona que casi nunca lo reconocen en la calle, algo muy afortunado para un artista que busca existir fuera de los reflectores. Al preguntarle si se siente mejor equipado para lidiar con su fama ahora que lleva cerca de una década haciéndolo, no parece seguro de qué responder. “Hasta cierto punto. Para mi la clave es ignorarlo en lugar de intentar acostumbrarme. Escuchar todo lo que los demás piensan de ti obviamente es algo muy tóxico y es mucho más fácil evitarlo que aprender a navegarlo. Me alejo lo más posible y me enfoco en hacer música, al final eso es todo lo que soy, un músico. Ese es mi único trabajo.”
Pensando en cuál fue la lección más valiosa que le dejó el nuevo material, Kerr concluye que lo volvió más abierto a todo lo que la vida traiga para él. “A pesar de que este álbum parece haber salido de la nada, creo que fue un resultado de abrir nuestras mentes y liberarnos del pasado” comparte. “Cuando hicimos eso fue casi como quitarnos de nuestro propio camino, dejamos que entrara un poco más de luz y eso es el álbum, un resultado de eso.”
Una de las características más reconocibles de Royal Blood es su insistencia en usar solo bajo y batería, parecería que ese tipo de limitaciones trabajarían en su contra, pero Kerr difiere: “Estoy totalmente a favor de las limitaciones, menos es más y si te limitas sigues ese camino. Creo que la creatividad es un estado mental y una actitud, para nosotros solo tener dos instrumentos nunca ha sido un problema. Si tienes la creatividad puedes hacer algo increíble con un sartén y un cepillo, se trata de la intención.” Sin embargo, menciona que sí hubo un punto en el que tuvieron que exprimir su creatividad para explorar el nuevo sonido que estaban buscando, “en este álbum tal vez sí hubo un momento en el que agotamos sus limitaciones y metimos nuevas texturas para tener algo nuevo, pero tampoco es como que me puse a tocar un maldito trombón o algo así, ¿sabes? Sigue siendo un riff, bajo y batería pero con algunas adiciones nuevas que llenaron el vacío.”
“All We Have Is Now”, la única balada en todo su catálogo, muestra a Kerr en su punto más vulnerable, recordando sus inicios como pianista de otras bandas años antes de que Royal Blood se convirtiera en lo que es ahora. “He escrito todas las canciones de Royal Blood en piano, así que eso no es nuevo para mi, pero nunca habíamos lanzado una canción en ese formato.”
‘Typhoons’ es un álbum sobre estar en el ojo de la tormenta y salvarte, de tener una segunda oportunidad para salir adelante. No es el tipo de cosa que se toma a la ligera y Kerr se asegura de no hacerlo, en febrero publicó una foto en la cuenta oficial de la banda celebrando dos años de sobriedad. A pesar de ser una representación del punto más bajo de su vida, el lanzamiento de ‘Typhoons’ simboliza el haber salido más fuerte del otro lado, “creo que no podría haber pedido algo mejor.”