Entrevista con Rita Payés
De introspección, familia y naturalidad.
Para la artista nacida en Catalunya, España, el encauzamiento fraternal convirtió a la música en el siguiente paso lógico entre aprender a amarrarse los zapatos y poder nombrar los colores. Tras estudiar en el IEA Oriol Martorell, Rita Payés Roma se unía a la renombrada Sant Andreu Jazz Band, continuando con el legado musical heredado y trazando un camino propio como trombonista, cantante y compositora.
Tras grabar dos materiales junto a su director de ensamble (Joan Chamorro) y la cálida recepción de ‘Imagina’ (2019) —grabado en compañía de su madre y guitarrista Elisabeth Roma—, la española tomaría un camino aún más personal con el lanzamiento de ‘COMO LA PIEL’ (2021). LP repleto de composiciones originales, colaboraciones familiares, premios nacionales y la potencia necesaria para llegar, por primera vez, a territorio mexicano.
A razón de su presentación en El Cantoral (CDMX) en septiembre de este año, nos dimos a la tarea de conversar con la compositora sobre sus orígenes artísticos, el impacto de la maternidad en su voz creativa y los planes a futuro dentro de la versatilidad que géneros como el jazz o la bossa le ofrecen.
La música ha sido parte de tu vida personal desde siempre, pero en esta etapa de gira junto a tu madre y tu esposo ¿cómo te sientes respecto?
RP: Hace mucho tiempo ya que tocamos juntos. Es bonito, o sea, nos entendemos musicalmente, también hay cierta admiración. Para mí era muy nuevo compartir espacio con todos ellos al mismo tiempo, así que, conocerlos desde este otro lado es muy lindo.
Lo haces sonar casi natural.
RP: Bueno, en mi casa, siempre ha habido música, y siempre ha habido alguien estudiándola; mi papá, mi hermano, mi madre. Supongo que, inevitablemente, ellos tienen mucha influencia en cómo aprendí a vivir la música. Al final, la sangre es lo que, de alguna manera, me hizo aprender un poco más. Sobre cómo es estar encima de un escenario, lo especial de interpretar. Dar juntos concierto con esta gira nos ha dado bagaje. También toco con otras personas, proyectos que no tienen nada que ver conmigo. Me descargan de toda esta responsabilidad de cuando está tu nombre al frente. Al final, todas estas pequeñas cosas te van sumando, conforman la persona que cada uno puede ser.
¿Alguna vez pensaste que terminarías haciendo algo lejano a la música?
RP: No, como que me metí de cabeza y sin darme cuenta. Después pensaba “¿cómo llegué hasta aquí?”. Ahora no sé qué haría si no fuera música.
¿Cómo describirías este crecimiento artístico desde 2019?
RP: Después de grabar el primer disco con mi mamá empezaron a salir más conciertos y otras cosas. Empecé a escribir canciones que, me parecían, a lo mejor podían funcionar para el proyecto. Empezamos a probarlas y, bueno, ahora me veo tocando mis composiciones y haciendo todas estas cosas que no pensaba que pasarían. Es muy fuerte para mí.
Pensando en tu presente y todo lo que implica, ¿tienes alguna idea específica para guiar los próximos años?
RP: No tengo ningún tipo de propósito. A mí me gusta hacer las cosas lo más poco a poco posible, sin negar esta presión latente y constante. He dado muchos pasitos de hormiga y he tenido la suerte de poder vivir de esto desde el inicio. Sé que es un privilegio muy, muy grande, porque es un mundo un poco difícil, sobre todo para la cultura. Estoy agradecida de esto y, a la vez, trato de mantenerme al tanto de todo lo que pueda pasar. Puede cambiar e ir a mejor, o no. Sólo nos queda tener la flexibilidad suficiente para lo que sea que nos ponga enfrente la vida.
Suenas como una persona bastante consciente de su realidad interna y musical.
RP: No sé, tengo la sensación de que me han estado pasando muchas cosas, en un corto periodo de tiempo, y no había tenido la oportunidad para asentarlas en mí, para ver si pueden ser convertidas en canción o no.
¿Piensas recorrer esta introspección de la manera en te has abierto camino artístico?
RP: En general, prefiero hacer estos recorridos sola. No siempre se vive algo así de íntimo y es difícil comulgar con las maneras de componer de otros. Hacer música es de esos momentos que me gusta reservar para mí. La producción me parece distinta, va más de decir vale, yo tengo estas ideas en la cabeza, ¿cómo las llevamos a la realidad? ¿Qué instrumentos usamos? ¿Qué sonido estamos buscando? ¿Con qué micro grabamos? Es un proceso conjunto. Sería genial poder escuchar esta faceta de Rita Payés, completamente sumergida en la producción, en un futuro cercano.
RP: Tengo en mente hacer un nuevo disco que…ya están las canciones, pero hace falta grabar. Sigue un poco la línea de lo que venimos haciendo, aunque esta vez todo será original. Me hace sentir vértigo, pero me da muchas ganas de seguir. A lo mejor el año que viene podré lanzarlo. No tengo una fórmula ni nada parecido. Creo que vamos haciendo lo posible con las oportunidades que salen, con la energía que uno tiene en el momento y con el sentimiento sobre qué es lo correcto.
Ha sido genial poder conversar contigo, Rita. Me gustaría cerrar preguntándote, ¿qué crees que pensaría tu yo de hace veinte años sobre quién eres ahora?
RP: Yo creo que esa Rita está flipando. Hombre, para mí ha sido un sueño hecho realidad, muy fuerte. Poder vivir de la música es todo lo que yo siempre quise, y ese es mi presente. Al mismo tiempo me doy cuenta de todas las demás cosas que implicaba y no tenía idea, pero estoy agradecida.
