Entrevista con Matthew E. White
A lo largo de su carrera, Matthew E. White se ha ganado una fama como colaborador al tener una larga lista de artistas y banda dentro de la escena indie y alternative en Estados Unidos con los que ha trabajo; pasando por nombres como Sharon Van Etten, Justin Vernon (Bon Iver), Foxygen, así como en fechas recientes siguiendo esta línea con álbumes junto a Flo Morrisey y el legendario Lonnie Holley.
Más allá de lo anterior, el trabajo en solitario del músico de Richmond resulta en una mezcla interesante de sonidos donde el folk, funk, R&B, Reggae trazan en cada canción un relato casi biográfico del acontecer de White, dejando claro el rumbo de este estilo desde su primer álbum en 2013, ‘Big Inner’, un palpitar ligero entre elementos de rock y tonos de balada. Posteriormente continuaría con ‘Fresh Blood’ (2015), un contraste en el que piezas cercanas al folk y R&B presentaban una faceta distinta a lo que podemos escuchar en ‘K Bay’, su más reciente material.
Ha pasado un tiempo desde el estreno de tu último álbum, ¿cómo ha sido para ti volver a tomar el control creativo para este nuevo disco?
M: Creo el punto principal de este disco fue crear un espacio y oportunidades para mí. Quería estar realmente involucrado, poner todas mis habilidades, alma y corazón, desde escribir las canciones, la producción, los arreglos, todo eso. Al final, quería estar desgastado, no me sentí así con mis otros álbumes, sentía que tenía más que dar, entonces, con este [‘K Bay’] ese fue el objetivo. Es muy desafiante, creo que lo más emocionante de un disco es crear algo que no existe, no hay nada de él, tu creaste algo que ahora existe y vino de la nada. Hay millones de decisiones en el camino, cada palabra, por cada cosa que pasa eres responsable, cada pequeño cambio de dirección depende de ti, se siente bien pasar por todo el camino a través de eso, y hacer algo de lo que me siento orgulloso, que pueda ser disfrutable para la gente.
Al comenzar a escuchar ‘K Bay’, el primer track que te recibe “Genuine Hesitation” en el que una serie de sonidos efervescentes nos dejan claro el cambio de rumbo dentro de la música de Matthew a partir de un golpe de vitalidad y fuerza entre distintos momentos tanto ligeros como intensos teniendo ese toque de Groove y ritmos retro-futuristas que se expande, a lo largo de cada uno de los 11 temas que lo conforman.
¿Cómo fue el proceso para crear todo el sonido detrás de ‘K Bay’?
M: Fue bueno, hubo diferentes atmósferas, desde el escribir canciones -que fue muy bueno-, lo hice solo, muchas veces colaboro en el proceso de composición con compañeros, no hice esto para este álbum. Mucho del disco estuvo en pensar: Llegar con cada canción y escucharlas, piensas como quieres enmarcar esto, cuál es el sentimiento, que debería estar tocando la banda, qué tipo de ritmos o texturas funcionarían con cada canción, fue pensar mucho y después ir al estudio, tomar todas esas notas y esas cosas para tratar de hacerlo real, algunas veces funciona, otras no, y tienes que hacer lo mejor con esa situación. Es un proceso largo, nos tomamos mucho tiempo en ello (…) Es un viaje todo completo.
A lo largo de los últimos meses, pudimos escuchar algunos sencillos de este álbum, entre ellos “Nested”, “Electric” o “Let’s Ball”. Algo que une a todos estos tracks fueron los videos que los acompañaron, cada uno expresaba un momento diferente dentro del disco, por una parte, retratar la creación de ‘K Bay’, y también jugar a partir de la creatividad, ya sea con infomercial bastante excéntrico o un grupo de bailarines como clones de Matthew con un director bastante severo:
“Son videos que conceptualicé, estos videos que hicimos fueron con compromiso y todo fue local, desde el cast y el crew, lo hicimos más a lo DIY que otros videos. He tenido malas experiencias haciendo videos en pasado, no me estaban expresando y tampoco a la música muy bien. A pesar de no tener experiencia en el área sobre como conceptualizar o dirigir videos, estaba decidido a hacerlo todo por mí mismo, creo que todo podría ser mejor que lo que hice en el pasado.”
De tu primer álbum hasta ahora, ¿Cómo has observado tu crecimiento como artista (ya sea desde la composición o la producción)?
M: Ha tenido que ver con mi confianza, como una combinación con compositor y como productor. Como compositor en este álbum fui capaz de escribir cosas que fueron mejores, ahora tengo canciones con versiones más sinceras o más excéntricas para mí. Como productor, fue sobre ser mejor tomando lo que hay en tu cabeza para hacerlo real, todos saben cómo podría sonar bien (risas), no es difícil tener ideas: “agregar trombones o unas cuerdas”, esas ideas son válidas, pero es difícil en realidad ponerlas en acción; qué volver a grabar o qué en realidad funciona. Creo que me volví mejor en eso, fui capaz de tomar ideas con un nivel más alto de dificultad. Creo que estaré escuchando más esto que mi primer álbum, simplemente es como si estuviera “saliendo” del agua con la intensidad de los sonidos, ese es un gran nivel de crecimiento para mí.
Dentro de lo que leí acerca del disco fue la frase: “siempre podamos buscar algo mejor”, ¿Cómo llevas eso a la creación musical?
M: Para mi es crear algo que sea irrepetible, todas las veces que puedas volver a hacerlo, crecer y observar cómo pasó. Entender como los discos se hacen, siempre es un misterio, estás lidiando con algo espiritual, escribir las canciones y cantarlas, es una relación con la humanidad, eso es esotérico, como una cosa mística, es lo que persigues y nunca vas a ser capaz de ponerlo en una caja, pero puedes excavar en cómo funciona.
Me parece que en enero del próximo año tendrás algunos conciertos, ¿Cómo se siente regresar a tocar en vivo?
M: Es muy extraño, es normal y de alguna forma es completamente nuevo, así que veremos. Estoy muy emocionado por ello, me gusta tocar en vivo, y no he tenido muchas oportunidades de tocar con gente, de eso se trata todo, crear ese momento juntos de intimidad o éxtasis, la música solo hace eso. Puede ser muy poderoso en esa forma, espero que todo suceda, al menos tenemos algunas fechas.
