‘Man Alive!’ de King Krule
Archy Marshall, cantante y compositor británico, conocido por su nombre artístico como King Krule, abrió este 2020 con Man Alive!, un nuevo álbum compuesto por 14 temas en los que el jazz fusion, post punk, rock y folk son mezclados para crear un sonido único, crudo, lleno de rabia, decepción, fastidio y contradicción.
El álbum comienza con “Cellular”, en donde la grave voz de Archy se abre paso entre los sintetizadores. Con un ritmo constante e hipnótico, la melodía nos habla de la hipercomunicación que hay hoy en día; pero, a la vez de la pérdida de conexión con las personas que queremos.
Con el bajo marcando el ritmo “Supermarché” da inicio. En esta canción, King Krule deja sentir la desesperación y angustia, la letra — que habla sobre cómo los medios propagandísticos “lavan el cerebro” de las personas — es casi gritada a lo largo de la melodía llegando a un clímax en la parte final donde los riffs de guitara aparecen para luego terminar de forma abrupta.
“Stoned Again”, una canción en la que la letra es gritada con un ritmo de hip hop y ráfagas punk sumadas a la negrura instrumental, dejan ver un rastro de ira en donde los fantasmas de la adolescencia, marcados por la dependencia del alcohol y la depresión entre los edificios grises del sur de Londres salen a relucir.
Entre voces en el fondo y el bajo macando el ritmo de la canción, la voz de Archy se deja oír, “Comet Face”, la cuarta melodía de este álbum, termina abruptamente y luego de unos segundos, la voz que apenas era perceptible en el fondo aparece de nuevo.
Como si de un puente de canción a canción se tratara, con una voz similar a la de la melodía anterior, “The Dream”, la canción más corta del álbum, comienza. Los arpegios sumados a la distorsión de los sintetizadores provocan una sensación de somnolencia.
“Perfecto Miserable”, una canción agridulce con una letra que pareciera romántica, pero que en ocasiones se torna triste, contrasta con la melodía y la voz que crean una atmósfera densa, donde el caos y la desesperación se dejan sentir.
Con una letra un poco más positiva, recordando que a pesar de todo el panorama caótico y gris uno no se encuentra sólo, llega “Alone, Omen 3”, canción tranquila en la que la batería marca el ritmo mientras los sintetizadores juegan en el fondo mientras Archy repite una y otra vez “You're not alone, you're not alone”.
Con el bajo marcando el ritmo “Slinky” una canción en la que la voz de Archy se eleva sobre el sonido del saxo que suena en el fondo, vuelve a la desesperación y angustia de los primeros tracks del álbum.
La voz aguda y sampleada de Nilüfer Yanya que repite una y otra vez “Some things I just/ Some things I just” contrasta con los tonos graves de Archy y el bajo que marca el ritmo en “Airport Antenatal Airplane”.
“(Don’t Let The Dragon) Draag On” una canción en la que la letra y la música crean una sensación de fastidio, está llena de reflexiones que funcionan como una introspección para explorar los lugares más recónditos de la mente y de preguntas que King Krule se hace a sí mismo, mas no responde.
Con un susurro “Theme for the Cross” da inicio. “Las maravillas del mundo/ Recuerdas un día (De la mente)/ Del abismo de la existencia/ Recuerdos sumergentes/ Recuerdos de la tierra” se deja oír con una voz muy tenue mientras en el fondo los sintetizadores y el saxo se abren paso. A lo lejos sonidos semejantes a las olas del mar y autos pasando son perceptibles.
“Underclass” que se mueve entre el jazz, blues y soul con algunos arreglos en el saxo, tiene un sonido hipnótico que es marcado con el bajo y la batería, mientras un chasquido que lleva el ritmo.
Lenta y caótica, llega “Energy Fleets”, la penúltima canción del álbum en la que “such a funny lie” es repetido una y otra vez por Archy quien al llegar al climax, en la recta final de la melodía, lo canta con una voz desgarrada.
Como si Archy recitara un poema entre sintetizadores distorsionados “Please Complete Thee” es la pieza final con que este álbum lleno de emociones y sentimientos, que sin duda vale la pena escuchar, cierra.
