‘Jinx’ de Crumb
Crumb es una banda bostoniana que resultó de la colaboración entre músicos con mucho talento en 2016, y con tan solo tres años de vida ha sabido posicionarse como una de las mejores propuestas entre la oleada de la nueva psicodelia.
Hace unos días, el 14 de junio siendo exactos, lanzó su álbum debut llamado Jinx bajo el sello de su misma discográfica. Según conocedores puede catalogarse en el dream pop y una renovada tendencia indie que otros artistas como Melody’s Echo Chamber, Temporex o Sugar Candy Mountain han experimentado.
El material integra 10 tracks y está disponible en Spotify con un arte en portada que nos recuerda al trabajo e artistas como Donwood, Coxon o Yacht Associates. Comienza con “Cracking”, un tema que ofrece mezclas atrevidas y nos muestra, con ayuda de la voz de Lila Ramani, escenarios armónicos, oníricos y surrealistas.
A éste le sigue “Nina” donde se dan lugar versos hipnóticos y cortos que retratan temáticas de introspección, soledad y pertenencia. Después viene “Ghostride” para dejarnos en medio de un universo desconocido en el que el rock y el jazz pueden comulgar haciendo uso de su autonomía musical.
Luego llega “Fall Down” uno de los mejores temas del disco y que fue presentado como single. Aquí hay una dinámica sonora bastante pulcra que nos enseña de cerca la capacidad de Crumb para darle a la psicodelia un toque de autenticidad.
El quinto track es “M.R.” y haciendo un combo brutal con el anterior, nos saca de la atmósfera creada hasta el momento en una cuenta regresiva que va hacia la génesis de todo.
Podríamos decir que se trata de una composición oscura y en cierta medida romántica, sin embargo, también es una canción que irónicamente no había visto la luz y aprovecha cada segundo de su existencia para implantarse en nuestra órbita.
“The Letter” es el track que sigue en la listaby resulta armonioso, profundo y empapado en psicodelia que nos va guiando hasta “Part III”, donde encaminándonos hacia al final del disco, renovamos el sentido que éste tenía haciendo uso de sonidos metalizados, clásicos y de un wave bastante rico que cruza varias formas para confirmarnos que en el colectivo surgen las mejores manifestaciones artísticas.
"And It Never Ends” es la antepenúltima canción y también cambia por completo el ritmo que traíamos. La voz de Lila toma en ésta un aire más místico y sacro con el que la psicodelia del material alcanza su máximo esplendor.
Casi terminamos nuestro recorrido con la llegada de “Faces”, el penúltimo tema que va de regreso a lo que se construyó al inicio del disco en atmósfera pop, dreamly y tántrica. Así llegamos a "Jinx", el tema final que a mi consideración es el mejor del disco porque atrapa en menos de tres minutos toda la influencia que Crumb ha recibido desde sus inicios.
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