Entrevista con Horsegirl
- Blues Araiza
- hace 9 horas
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En 2022, Horsegirl irrumpió con fuerza en la escena indie con ‘Versions of Modern Performance’, debut lanzado vía Matador Records que inmediatamente captó la atención de la prensa por su sensibilidad lo-fi, guitarras entrelazadas y un espíritu DIY en diálogo con el noise pop pasado y actual. Integrado por Penelope Lowenstein, Nora Cheng y Gigi Reece, el trío originario de Chicago demostró una madurez artística desde el inicio durante sus años en preparatoria. Combinando melodías crudas con letras poco obvias, apuntando el desencanto adolescente de la contemporaneidad.
Tres años más tarde, la agrupación presenta su segundo larga duración. Grabado después de una pausa en la que las integrantes se mudaron a Nueva York y atravesaron los últimos años de universidad, ‘Phonetics On and On’ presenta un giro en su proceso creativo: canciones escritas en un entorno compartido, habiendo madurado pero sin perder la frescura lúdica que las caracteriza.
En esta entrevista, conversamos con Lowenstein sobre las transiciones personales que marcaron el proceso detrás del material, de los guiños literarios —con Italo Calvino como referencia lúdica y luminosa—, de la posibilidad de equivocarse en el escenario y de la importancia de crear desde la amistad.
¡Hey! ¿Qué tal todo pasados estos meses desde el lanzamiento del disco?
PL: Me siento muy feliz de que finalmente haya salido. Tuvimos las primeras sesiones de grabación hace ya más de un año, así que se siente muy bien por fin poder compartirlo.
Este limbo entre el inicio de un LP y su publicación debe ser bastante extraño a nivel anímico, ha pasado tiempo desde las experiencias que motivaron la escritura pero aún nadie las ha escuchado. ¿Cómo fue esa primer etapa durante la conceptualización y desarrollo del material?
PL: Hicimos una pausa después del primer álbum, así que hubo como una etapa en la que simplemente vivimos nuestras vidas antes de sentarnos a crear lo que sería ‘Phonetics On and On’. Teníamos la vívida sensación de que muchas cosas habían cambiado en muy poco tiempo, desde que éramos adolescentes y lanzamos ese primer álbum. Creo que… maduramos. Trabajar en este disco fue algo muy natural. Las tres nos mudamos a Nueva York y empezamos a escribir. Vivo con Nora (Cheng), la otra guitarrista, así que el proceso fue aún más orgánico, como una extensión de nuestra rutina diaria. Por otro lado, dos de nosotras seguimos estudiando en la universidad, así que llegar a tocar juntas era lo que esperábamos al final de cada día.
Desde este lado de la prensa, es curioso ver crecer a cualquier banda, sobre todo cuando inician tan jóvenes como ustedes. Es claro que su relación va mucho más allá de lo musical, supongo que por eso el periodo en el que Nora y Gigi salieron de preparatoria fue duro para ti. Ahora vivirás algo muy parecido en cuanto ellas se gradúen de la universidad, ¿cómo lo imaginas?
PL: Bueno, espero que podamos seguir viviendo juntas, incluso cuando yo sea la única que siga estudiando. Eso haría todo más fácil. Esa época de preparatoria fue algo bizarra, principalmente porque éramos muy codependientes [ríe]. De un momento a otro me vi obligada a hacer nuevos amigos debido a su mudanza. Fue aterrador, ir a ver una banda yo sola me llenaba de ansiedad, las extrañé muchísimo y fue difícil manejar todo lo del sello discográfico estando en distintas ciudades. Me alegra que este año no hayamos tenido que hacerlo a la distancia. Al mismo tiempo creo que era necesario, nos empujó a pasar tiempo a solas, a descubrir quiénes éramos de manera individual. Cuando eres adolescente, es fácil absorber los gustos y formas de ser de tus amigas. Estar separadas nos permitió encontrar nuestro camino antes de volver a reunirnos. Este último año de universidad será curioso, ellas estarán esperándome hasta que podamos salir de gira juntas. Va a ser raro, pero ya sabemos cómo comunicarnos en medio de esos grandes cambios. Hemos pasado por tantas cosas juntas que ya no me preocupa lo que pueda pasar.
Me alegra mucho escuchar eso; saber que tenemos Horsegirl para un rato es una cosa menos de qué preocuparse –y ahora con una carrera universitaria encima. Entiendo que estás estudiando literatura, ¿hubo algún autor, libro o poema en particular que definiera el rumbo de este LP?
PL: Pues, no estoy segura de haberlo plasmado súper explícitamente pero sí, en su momento estaba obsesionada con un novelista italiano: Ítalo Calvino. ¿Lo has leído?
¡Sí! Leí varios de sus cuentos durante la escuela.
PL: ¡Es genial! Plantea una suerte de juego literario con el que me conecto a través de mi escritura, sobre todo en las canciones. Durante las sesiones de estudio estaba leyendo ‘El Barón Rampante’ (1957). Trata de un niño italiano que decide vivir en los árboles y envejece ahí arriba, en las copas. Había algo en eso, una idea muy infantil. Creo que este disco tiene ese tipo de juventud lúdica con la que me identifico, por eso siempre lo tengo en mente. No fue una referencia como tal, sólo me encanta [ríe].

Yo había interpretado todos estos pequeños ganchos líricos como guiños a ejercicios dadaístas. Esa misma sensación de juego pero naciendo de lo absurdo, más por la experiencia de la forma que el impacto del contenido. Pensarlo desde ítalo Calvino tiene mucho más sentido.
PL: La vanguardia también llegó a cruzar por mi cabeza. No es que habláramos directamente sobre tal o cual movimiento pero, en la contraportada del disco, la intención era que las letras fueran más como poesía dadá, arte con palabras, algo así. Siento que sí estábamos haciendo una referencia a ese estilo de cierta manera. La idea de esas partes más fonéticas o vocales era cuestionarnos, ¿qué tanto sentido deben tener las letras para que una canción siga siendo una canción pop? ¿Cómo se transforman las estrofas y los coros donde a lo más se repite una palabra?
Conocer todos estos “porqués” dentro del disco agrega una gran dimensión adicional al sonido. Siguiendo esta línea, pienso en el corte justo a mitad del tracklist. En el coro de “Julie” se repite este motivo alrededor de cometer errores, como si estuvieran emocionadas por fallar. Me gustaría saber ¿cuáles son los errores que quieren cometer?
PL: Ah, esa es una linda pregunta. Bueno, creo que ahora que estoy a punto de graduarme, veo muchos errores en el horizonte. La mayoría relacionados a esa transición entre mi presente y ser un adulto de tiempo completo. También está el hecho de que intentamos llevar a la banda a un lugar mucho más profesional. Estando de gira, con canciones que jamás he tocado en vivo y la mayor cantidad de personas frente a la que nos hemos presentado, hay muchos errores posibles. Lo pienso como una hermosa oportunidad de compartir mi música con las personas que amo. Es algo muy especial mostrarse vulnerable ante un público y demostrar que somos una banda de rock que realmente está tocando en vivo. Fallar forma parte de ese mismo encanto. Tocar el show de lanzamiento en Chicago, nuestra ciudad natal, fue realmente especial. Así que… ya veremos qué pasará mañana. Son errores que trato de recibir con emoción, aunque decirlo es más fácil que hacerlo.
Espero que México sea uno de esos buenos errores futuros.
PL: ¡Seguro! Nos encantaría, creo que es el país en el que más nos emocionaría tocar.
El sentimiento es realmente mutuo. Para cerrar la entrevista, y con miras a esta nueva etapa para ti, Gigi y Nora. ¿Qué te gustaría que las personas entendieran sobre Horsegirl al escuchar ‘Phonetics On and On’?
PL: Uff, eso es difícil… Creo que lo principal es que nos divertimos mucho haciendo este disco y espero que esa energía creativa tan especial, que encontramos las tres en el estudio, logre transmitirse. Cada una de las canciones está profundamente entrelazada con nuestra historia personal, les tenemos mucho cariño. Espero que la gente conecte con ellas desde un lugar igualmente cálido. Eso y que se den cuenta de lo cercanas que somos como amigas, que amamos hacer música y que nuestra conexión llegue a cada uno de ellos.