Festival Hipnosis 2024
El estadio de béisbol Fray Nano nos abrió sus puertas para poder disfrutar de la séptima edición del Festival Hipnosis el pasado 2 de noviembre. Si bien estaba planeado que volviera al bosque (en el parque La Campana), hubo unos cambios que nos mantuvieron dentro de la Ciudad, a pocos minutos del metro Mixhuca. Esta decisión fue agradecida por varias personas debido a la cercanía, mientras que a otras les generó un poco de incertidumbre. Sin embargo, esta inquietud se desvaneció rápidamente al cruzar la entrada: la disposición de los espacios y el buen estado de las instalaciones causaron gestos de satisfacción.
Al llegar, notamos que todo estaba muy cerca, lo cual nos permitió disfrutar de los actos sin perder la oportunidad de explorar los stands y participar en las dinámicas preparadas para los asistentes. Una propuesta particularmente acertada fue la de instalar una tarima pequeña para sets con vinilos (Abducción) en el área de Food Court. Quienes querían darse un chance para disfrutar de una comida entre shows o descansar, no tenían por qué salirse del trip musical. Además, pudimos disfrutar de las áreas de descanso y el acceso a las gradas donde teníamos muy buena visibilidad de toda la cancha.
Desde el momento en que se anunciaron los horarios, quedó claro que, al igual que el año pasado, contaríamos con escenarios gemelos para poder pasar de una presentación a otra casi de inmediato. Algo maratónico, sí. Sin embargo, el orden resultaba ideal: los proyectos de distintos países se alternaban, ofreciendo una diversidad de sonidos que mantenía cautiva la atención de quienes disfrutaban de cada presentación sin descanso.
Después del mediodía, los estridentes sonidos de Demencia Infantil resonaban cerca del acceso principal. No había mejor manera de dar inicio a la increíble jornada que nos esperaba que con esta agrupación mexicana, cuyo enérgico acto desató la euforia entre quienes decidieron arrancar con ellos para calentar motores. Además, en la cobertura oficial del festival, nos adelantaron que habrá material nuevo en estos días y un nuevo álbum en febrero que no se pueden perder.
De México viajamos a Montreal con la talentosa Laurence-Anne. Su música era sorprendentemente versátil: comenzó envolviéndonos en un trance etéreo, liderado por su dulce voz y acompañada de instrumentos como la flauta, un gong y místicos loops. De ahí, lanzó la pregunta: “Do you know how to trash?” y la respuesta fue un estallido de gritos y baile. Así como su sonido evolucionaba, también el idioma de sus letras, y nos sorprendió con un par de canciones en español que nos sumergieron en su enigmático universo nocturno, lleno de misterio.
Más tarde, tuvimos la oportunidad de escuchar a dos bandas provenientes de extremos opuestos del mundo: Melody Fields de Suecia y Boogarins de Brasil. Tras una breve gira por algunos estados de la república, los suecos nos sumergieron en un sonido dominado por guitarras hipnóticas, evocando el folk de los años setenta. Por su parte, los brasileños llenaron de buena vibra la calurosa tarde, con el vocalista Dinho Almeida agradeciendo a la gente y compartiendo algunas palabras en español entre canciones. El cuarteto ofreció una versión refrescante del rock psicodélico, y era imposible no contagiarse de la alegría que irradiaban.
Los aviones pasaban tan cerca que parecían reflejar todos los viajes emocionales que estábamos viviendo entre cada banda. Después del trance con Melody Fields, regresamos a territorio nacional con la aparición de El Shirota. Se desató un mosh en el que, al ritmo de temas como “Más de una vez” y “Segmentaciones”, los asistentes giraban en círculos. Nos adelantaron la emoción de escuchar a Gang of Four más tarde, compartiendo que uno de sus integrantes había sido una gran inspiración para ellos. Además, dedicaron una canción a unperro andaluz antes de terminar su set con un final explosivo que dejó claro por qué son tan queridos en el país.
Con esa energía aún en el aire, nos dirigimos al otro escenario para dejarnos llevar por el vibrante show de Frankie and the Witch Fingers, quienes mantuvieron a todxs saltando sin parar. La conexión de la banda con su audiencia no necesitó de muchas palabras: Dylan se lanzó a la multitud mientras sus bandmates sonreían al ver el ímpetu desbordante que habían generado. Entre peluches de Miniso (que aventaron antes de que iniciara) agitándose sin parar y personas haciendo crowd surfing, la banda estadounidense se consolidó como uno de los espectáculos más explosivos y memorables del día.
Con el atardecer acercándose y bajo una ligera llovizna, llegó uno de los actos más esperados de Hipnosis: Mdou Moctar. La alegría del compositor por ver a tanta gente reunida era evidente. “Venimos desde muy lejos (Agadez, Nigeria) para estar aquí. Así que mantengan esa energía, no paren”, decía mientras el público lo ovacionaba. Entre los espectadores se escuchaban comentarios sobre su sonido, que fusiona el rock moderno con el tishoumaren, y sobre la singularidad de sus vestimentas. Fue una gran oportunidad de conectar con una cultura (Tuareg) y una lengua (tamasheq) no hegemónicas, algo que realmente se aprecia. Sus canciones exploran temas de rebeldía política, y están llenas de solos de guitarra feroces. Para cerrar con broche de oro su presentación, Mdou bajó de la tarima y tocó su guitarra cerca de quienes se encontraban en la barricada.
La música como forma de protesta continúo con Gang of Four. Los integrantes se mostraban emocionados por tocar en Día de Muertos, tanto que dos de ellos lucían maquillaje típico de la festividad. En su primera visita a México, una de las bandas más relevantes del post-punk británico de los setenta nos presentó un repertorio variado que incluía varios temas de su disco ‘Entertainment!’. Sus canciones, llenas de mensajes de resistencia y crítica social, se complementaban con frases proyectadas en las pantallas como Black Lives Matter, Women life freedom y This heaven gives me migraine, recordándonos que 'lo personal siempre es político'.
Les siguió Suuns, el grupo canadiense que nos devolvió a ese estado de trance con sonidos profundamente sensoriales, combinando loops instrumentales, una voz suave y respiraciones intensas. A esas alturas, el entusiasmo se sentía en cada rincón del estadio. Desde las gradas, se veía a personas recostadas en el pasto, inmersas en el hipnótico dark electro y art rock de la banda.
Este ambiente sería interrumpido (para bien) por el acto más intenso de la noche: High on Fire. Provenientes de California, trajeron consigo el heavy metal que desató el mosh pit más denso de la jornada. Nos dieron una probada de lo que sería su show en solitario el 3 de noviembre en el Foro Indierocks!, con potentes riffs y una voz cargada de oscuridad.
Después del fuego provocado por los estadounidenses, la calma regresaría a la Venustiano Carranza con el show de Mildlife. La agrupación nos mantuvo en movimiento y calor antes de entrar en la última etapa del festival. Con un sonido impregnado de jazz y funk, los australianos nos guiaron en una experiencia casi espacial, en la que parecían en perfecta sintonía con la audiencia. La incorporación de una flauta añadió profundidad a la atmósfera, complementando de manera ideal la energía que transmitían.
Nos acercábamos al final de la noche, con cuatro actos más por disfrutar. Entonces apareció el dúo de garage rock compuesto por Alison Mosshart y Jamie Hince. Ambos proyectaban energías muy distintas, pero se complementaban de manera natural sobre el escenario. Tras un show íntimo en House of Vans, The Kills se presentó con una intensidad magnética que cautivó a todxs. Jamie, con su estilo y destreza en la guitarra, y Alison, transmitiendo una vibra explosiva y electrizante con su voz y su característico headbanging. Con este concierto, cerraron sus presentaciones de 2024 en México, y no ocultaron su gratitud por el increíble recibimiento que tuvieron.
Las bandas más esperadas de la noche por fin llegaban. Todo lo que habíamos disfrutado hasta ese momento era una prueba de la calidad que caracteriza a Hipnosis. Slowdive salió para envolver a cada persona en un viaje espacial lleno de nostalgia, recorriendo canciones de su más reciente álbum ‘Everything is Alive’ hasta el icónico ‘Souvlaki’. Rachel mostró su amor y emoción por presentarse en Día de Muertos, adornando con símbolos tradicionales de la festividad: papel picado en su teclado, flores de cempasúchil sobre sus amplificadores y una corona floral muy al estilo de una Catrina. En varias ocasiones, se acercaron a la orilla de la tarima para observar de manera detallada los rostros de quienes se movían al ritmo de himnos como “Sugar for the Pill”, “When the Sun Hits” y “Crazy for You”. No dejaban de sonreír, y la respuesta del público fue igual de cálida; todxs terminamos con una sensación de paz y felicidad tras una presentación tan hermosa.
Este sentimiento cósmico se intensificó con la llegada de Air, quienes fueron recibidos con entusiasmo y emoción por la audiencia mexicana. Con un escenario de estética retro-futurista, tocaron de inicio a fin su tan aclamado álbum ‘Moon Safari’. Desde lejos, parecía como si estuviéramos viendo una película en formato panorámico 21:9: una caja blanca encapsulaba a los músicos, proyectando imágenes que acompañaban cada canción. Los franceses nos ofrecieron una experiencia audiovisual inmersiva en todo momento. Después de repasar el álbum completo, tuvimos la fortuna de escuchar temas adicionales como “Cherry Blossom Girl”, “Highschool Lover” y “Alone in Kyoto”. Así, cerca de las dos de la mañana, el viaje estaba llegando a su fin.
Sin embargo, antes de despedirnos, L’Éclair tomó el mando para cerrar la noche con su afro-disco y cosmic-groove, acompañados de visuales vibrantes y distorsionados. Con la banda brincando de un lado a otro, casi daba la impresión de que tampoco querían que la noche terminara. Pero como todo lo bueno llega a su fin, salimos de este viaje de más de 12 horas de música ininterrumpida. Esta edición de Hipnosis nos dejó un gran sabor de boca y elevó nuestras expectativas para el próximo año. Mientras tanto, queda procesar todo lo que vivimos este fin de semana lleno de talento nacional e internacional tan diverso. Con varios proyectos a punto de lanzar nuevos sencillos y álbumes, es momento de no perderles la pista y seguir enriqueciendo nuestro repertorio musical.
Nos encontraremos, como siempre, en la próxima edición.