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Entrevista con Señor Loop


Señor Loop, si fuera un platillo, sería un arroz de mariscos pero con aceite de coco. A un lado tendría aguacate y limón para echarle encima; también tendría chombo, la manera en que en Panamá le llaman al chile habanero. Todo este guiso enfrente del mar. Cálido. Degustable. Rico. Salado pero también dulce. Eso es Señor Loop, en palabras de Lilo Sánchez, el vocalista de la banda.

Con 20 años de trayectoria, la agrupación panameña puede visualizarse gastronómicamente de esta forma al reunir varios géneros y ritmos en sus melodías. Un paraíso de sabores y, sobre todo, musical. Desde Veracruz, Panamá, a unos minutos de la ciudad pero desde una zona verde, apartada, en la jungla, es como Lilo Sánchez recibió a Vibras por teléfono. El artista compartió, durante la plática, su visión del disco La leña que prende madera, su más reciente material, también habló sobre qué promueven sus melodías, la relación de algunas con la situación actual y cómo vivieron dos décadas de la agrupación.

Hace unos días salió su álbum y Lilo aún lo siente como pan caliente. La dinámica de lanzar su álbum, single por single fue lenta, pero los ayudó a valorar todo.

“Al inicio se sintió raro lanzar dos canciones por aparte, pero luego nos dimos cuenta que podíamos hablar de las canciones individualmente, con calma. […] Fue muy bonito ese recorrido porque cada una tuvo su protagonismo hasta llegar a la última”.

Con “Jazz Fest” celebraron el lanzamiento de su álbum, la más especial para ellos. Sánchez agregó que el orden de los temas salió como ellos deseaban, porque hay melodías que tenían que ir juntas, debido a que se relacionan mediante sentimientos y emociones. Puntualizó que el lugar de cada una lleva al receptor por un imaginario que ellos crearon.


La leña que prende madera cobra sentido según la interpretación de los demás. En este momento, el músico agregó que bien podría referir a la chispa que por más pequeña que sea, sigue siendo fuego y eso, con esfuerzo, puede convertirse en algo más grande. Además de que quisieron incluir la sensación de cercanía con la familia.

“Ahorita todos estamos con niños en las casas y estamos en un momento de mucha esperanza, aunque suene irónico por lo que sucede actualmente. Ese fue el ambiente con el que se realizó, de ensueño, positivo, optimista. Hecho para bailar, brincar, acordarse de la casa, de la familia, de los hermanos, del clima, de la comida, de eso, de los pilares importantes de la vida”.


Por la pandemia que azota al planeta, el integrante de Señor Loop comentó que para ellos, como músicos, lo más difícil es no poder tocar en vivo. Sobre todo porque su LP fue pensado para presentarse en un concierto. “Las canciones no fueron hechas para la radio o video, porque de hecho nos salen muy largas, entonces le damos esa oportunidad. Cuando en la canción brincan y bailan, no importa que dure 6 o 7 minutos porque, de alguna u otra razón, es la forma en la que funcionan”, señaló el artista.

Hay dos melodías del disco que podrían relacionarse un poco con el panorama actual. “El mar que nos separa”, que habla sobre la percepción de la distancia a través del océano, y “Algo ritmo”, que trata sobre el arte que se puede realizar a través de la tecnología, potencia las formas en que el mundo está cambiando y la forma en que ahora funciona.

“Tengo dos hermanos y el de en medio vive en Nueva York, entonces él vive allá y yo en Panamá. Yo, en una hora, ya estoy en el mar Atlántico. El mismo donde él tiene los pies adentro. Entonces, con ese pensamiento, fue cómo surgió la idea de la canción. Es una carta para él donde le digo que lo extraño”.

Mientras que con “Algo ritmo” habló de que Iñaki fue quien la escribió y, aunque en un inicio sería acerca del lado negativo de los dispositivos, la modificaron hacia la parte optimista y lo rescatable de ellos.

“Son aparatos de comunicación muy importantes. Hace un año nos comunicábamos así pero, ahora, es la única forma de hacerlo en los casos de cuarentena más severa. Hoy, se hacen conciertos de esa forma. Zoom, por ejemplo, era una plataforma para hacer videoconferencias de la oficina y ahora tengo amigos que hacen fiestas y bailan toda la noche por allí”.


También agregó que quisieron darle un color oscuro, como si estuvieran en un cuarto sin luz, de data, donde jugaron con el concepto de ciencia ficción.

A través de 20 años de carrera, Lilo atestiguó que se han ido encontrando con ellos mismos a partir de sus instrumentos y su relación con los demás. En su caso, al ser el vocalista, fue aprendiendo a encontrar su propio sonido y estilo, bajo influencias como Massive Attack, Jim Morrison y Gustavo Cerati. Considera que su música se asimila a una flecha que se tira hacia arriba y no se sabe adónde va a llegar. “Estoy agradecido de que la música de Señor Loop ha evitado hasta suicidios. Hay gente que nos envía mensajes diciendo eso y creo que es el logro más grande que un músico podría tener: que esa persona resolvió por sí sola sus monstruos gracias a la tonalidad de una canción”, manifestó el cantante.

Por último, Lilo Sánchez bosquejó a la banda como una iglesia. Lugar donde las personas se adentran al templo, se quitan los zapatos y, a su alrededor, está lleno de humo y se percibe la música a volumen bajo. Allí, el público medita sensual y sexualmente, gracias al amor y otras cuestiones positivas. Eso, como reacciones al arte que ellos realizan.



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