Entrevista con Nortec: Bostich + Fussible
A finales de la década de 1990, Nortec Collective marcó un punto y aparte en la música mexicana, pues no solo innovó en la escena que para finales del siglo se estaba creando, sino que integró la música tradicional del norte de México a los nuevos ritmos y exigencias sonoras del tan ansiado nuevo milenio.
Desde aquel lejano 1999 han transcurrido veintiún años y Tijuana ya no solo es la zona fronteriza del país, sino que este se ha vuelto un territorio que ahora proyecta hacia el exterior las propuestas y sonidos que antes se creían aislados. La música del sur llega al norte y la del oeste le da la vuelta al mundo para convertirse en un fenómeno auditivo que se vuelve a encontrar.
Nortec, al igual que nosotros, se ha transformado y expandido, evolucionado de lo social y político hacia lo introspectivo y emocional. Con la alineación Bostich + Fussible forma parte de una realidad caótica e impredecible de la que somos testigos.
A raíz del lanzamiento de su nuevo disco y una serie de colaboraciones y sencillos con bandas como Kinky o el inconfundible Rubén Albarrán, en Vibras tuvimos la oportunidad de charlar con Bostich en un encuentro que si bien nos trajo nostalgia, también nos situó en un nuevo punto de giro donde la agrupación toma partido. Que lo disfruten…
“Prende la luna, se apaga el sol”
- Sueño Fronterizo - Nortec: Bostich+Fussible ft. Kinky
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Casi termina el año y ustedes estuvieron muy activos durante todo el 2020. ¿Hacia dónde se encaminó Nortec estos meses y para dónde irá en 2021?
Bostich: Empezando este año teníamos planes de sacar nuestro nuevo disco, tocamos algunos temas de él en el Vive Latino, realizamos nuevas colaboraciones y lo encaminamos hacia sonar ya no tan fronterizo, sino hacia otras partes de México dejando de lado las tubas y el acordeón... De hecho el disco se llama “De Sur a Norte” y en cuanto a las colaboraciones, nos encantó tener a Kinky en una de las canciones y a Rubén Albarrán con el tema de “Convénceme”. En los otros tracks también sentimos que encontramos más fuerza y estuvimos viajando mucho, fuimos a Mérida, a la Ciudad de México y todos esos sonidos están presentes en la nueva producción.
Leímos que “Convénceme” hace referencia a la salud mental y a los trastornos emocionales, ¿por qué hablar de esto en una canción?
Bostich: Creo que es algo que tiene que ver mucho con una realidad que ya estamos entendiendo mejor. A mí y a mi generación nos educaron de otra manera , si te portabas mal ya sabías como te iba o si no te estabas calladito (risas)… en fin. El hecho de que ahora tengamos conocimiento sobre otros trastornos, como la bipolaridad o la depresión que tanto nos afectan mucho en el estado de ánimo, nos permite convivir mejor y ayudarnos de una forma más efectiva. “Convénceme” tiene que ver con eso, es un diálogo de una persona que se quiere portar bien y es muy bonachona, pero tiene esa voz en su interior que le dice que no, que se divierta y que grite con mucha euforia en algunas situaciones… Yo creo que muchas veces todos sentimos eso por dentro y es común; a veces estamos muy calladitos, pero traemos otro yo u otro ser en el interior que nos alienta a ser más atrevidos o a hacer cosas que generalmente no haríamos…
Pudimos verlos en el Vive Latino y también en algunos festivales más recientes como el Marvin o el International Quimera. Sinceramente en estos shows notamos una gran diferencia entre los componentes visuales que usaba Nortec sobre el escenario y sentimos la gran distancia entre lo físico y el streaming. ¿Cómo ha sido para ustedes esta transición entre las presentaciones con el público en vivo y los shows virtuales a raíz de la crisis sanitaria?
Bostich: Ha sido un proceso sobre entender qué es lo que está sucediendo hoy en día con la música y eso es lo que realmente nos llama la atención. Al inicio, cuando empezó la pandemia, sí había cierta experimentación e inestabilidad porque no sabíamos qué iba a pasar. Hubo un bombardeo de DJ sets de todo mundo, todos comenzaron a hacer streamings y dentro de toda esa gama de alternativas nos dimos cuenta de que ya no era tan interesante el estar detrás de una computadora o moviéndole a los aparatos detrás del monitor. Fue entonces cuando intentamos hacer algo a la distancia con los músicos, con nosotros aquí, con ellos tocando en sus estudios los instrumentos y funcionó, funcionó un poco, pero en realidad todo siguió evolucionando. Al final nos dimos cuenta de que más que tendencia era una necesidad el estar en espacios abiertos, el tratar de identificarnos ya no con una fiesta o con un grupo de gente, sino con los lugares y creo que eso es lo que nos conecta a todos ahora. Nosotros hicimos grabaciones en espacios que nos encantan y están cerca de Tijuana, en los que es posible tocar y tener cuidado porque esa es otra, todos, los artistas y los músicos, estamos expuestos… En Quimera escogimos ese lugar y creo que nos funcionó muy bien. Esa es la manera en que han evolucionado las presentaciones en vivo; ya no se trata tanto del juego de luces ni de la pirotecnia, sino de estar en sitios amplios donde la gente se da cuenta si estás tocando en directo o no, si en tal concierto tocaste las mismas versiones que en aquel o le cambiaste algo a la canción y en fin… Todo el mundo está realmente atento y eso nos permite tratar de rehacer la música, cambiar las versiones, tocarlas con los instrumentos y seguir. Han sido muchos retos, pero yo creo que vamos bien y estamos muy contentos con los resultados.
Nortec marcó un hito muy importante en la escena musical mexicana y la descentralizó haciéndonos ver que no solo estaban sucediendo cosas en la capital del país. Con más de veinte años de trayectoria, ¿a ti qué te parece el contexto de la música nacional en la actualidad?
Bostich: Ha ido muy de la mano con la cuestión de la información. Definitivamente también ha avanzado la tecnología y hasta los festivales han cambiado porque cuando empezamos todo era o un festival de rock, o un festival de electrónica, o un festival de reggae, o un festival de música latina y hoy todo está muy mezclado, de eso nos hemos dado cuenta porque hemos tocado en muchos festivales así (risas)... Por ejemplo está el Vive Latino, donde al inicio solo encontrabas rock y nosotros empezamos como una banda súper aislada de música electrónica en un escenario pequeño (más risas)... La industria ha ido cambiando y tan es así que puedes encontrarte con un concierto alternativísimo con una banda de reggaeton, o con un Coachella con los Tigres del Norte. Realmente ha habido una apertura con todos los géneros y eso obviamente ha beneficiado muchísimo a los proyectos mexicanos. A diferencia de sus inicios cuando Coachella era un festival súper underground, al ahora que ya es un tanto mainstream con este tipo de mezclas, definitivamente ha habido un cambio. Cuando comenzamos con Nortec, nuestro sonido era muy exótico y era un poquito complicado unir la música electrónica con la música tradicional mexicana. La propuesta era algo totalmente fresco, pero nuestra expectativa era que el proyecto durara dos o tres años porque no sabíamos qué iba a pasar…
Ya que hablamos de los grandes festivales, nos gustaría saber en dónde les hubiera gustado presentar “De Sur a Norte” en vivo si la pandemia no lo hubiera impedido...
Bostich: Tenemos varios festivales como nuestros favoritos porque nos han gustado mucho como un foro para presentar algo nuevo. Uno de ellos ha sido Mutek, otro el Glastonbury, Sonar y obviamente aquí el Vive Latino que este año fue más como de panzazo porque tocamos el domingo y el lunes se cerró todo, entonces hubiera sido en un festival.
Yendo hacia los territorios sonoros que se han explorado con Nortec, y que marcaron literalmente una vanguardia, ¿dirías qué ya tiene en claro si les falta algún estilo, corriente o género con el que experimentar?
Bostich: Más bien diría que ha habido un gran hueco en esta parte porque, a pesar de que a inicios de año teníamos todo planeado, cada disco de Nortec proyecta una realidad… Como obviamente ahorita no vamos a hacer algo sobre ir al bar, tomar, bailar o ir de fiesta porque no, se vuelve muy complicado plantearse eso, pero a la vez yo lo veo como una gran oportunidad. Lo que se hizo con Nortec desde un principio fue que había algo que representaba a cada disco. Por ejemplo “Tijuana Sound Machine” reflejaba la parte festiva de Tijuana, pero también la parte violenta que se vivía en esos días, en la colaboración con Circ Du Soleil pasó lo mismo y creo que entonces hoy en día, ya que abordamos otros temas que no están cargados ni para un lado ni para otro, llegamos a temas como “Convénceme”, que va más hacia los estados de ánimo que muchos experimentamos con la pandemia o a con canciones festivas que nos traen recuerdos de lo que fue o la esperanza de que todo va a pasar y de que podremos recuperar lo que teníamos…
Para hablar sobre las temáticas que han abordado con su música a lo largo de los años nos gustaría preguntar qué es lo que le interesa ahora a Nortec y hacia qué aspectos sociales o humanos les gustaría acercarse además de los abordados en “Sueño Fronterizo” o “Convénceme”...
Bostich: Aunque en Nortec generalmente la música es instrumental y no tiene tantas letras mas que las que hemos incorporado recientemente, siempre estamos proyectando lo que sucede y lo hacemos de una u otra manera. Por ejemplo en “Tijuana Sound Machine”, que fue cuando había mucha violencia acá, incluímos grabaciones de soldados. Cuando estaba el “Boulevard 2000”, que era la época en que había muchos asesinatos y más en ese boulevard, lo reflejamos en el título del disco. “Motel Baja” lo mismo, la parte turística de un motel de Tijuana en el que pasan muchas cosas. Ahora, en “De Sur a Norte”, creo que estamos diciendo que Tijuana ya no es solo una ciudad aislada en el norte ni una frontera, sino que Tijuana es México y que lo que sucede en Chiapas también sucede aquí, que lo que sucede aquí sucede en Mérida o en la Ciudad de México y que por eso vemos tanta conexión. La cultura ya no es algo tan local, ya no nos permite estar aferrados a una tuba y un acordeón ni a la parte electrónica, sino que es inevitable el proyectar ese tema que se usó al principio de los noventa que era la globalización. Ahorita la estamos viviendo y así es como nos estamos encaminando hacia nuevos temas.
Viendo hacia lo social, ¿dirías que la música provoca algún impacto en los hechos sociales, políticos, violentos, culturales o que incluso están fuera de nuestras manos como lo es la pandemia?
Bostich: Sí. Ha habido muchas situaciones en que hemos notado de una forma muy fuerte este impacto que comentas y una de ellas sucedió hace unos cuatro o cinco años; teníamos una gira en el norte del país, era por Tamaulipas, Nuevo León Tamaulipas y Ciudad Juárez. No la cancelamos aunque era esa parte en la que estaba la situación más pero más violenta de México y al hacerla fue impresionante el hecho de que toda la gira nos estuvieron escoltando patrullas, soldados y muchísima gente. Realmente era hasta incómodo para nosotros, pero lo que notamos fue que eran festivales culturales a los que estábamos invitados y, a pesar de todo, fue la gente a vernos. No lo creían, no creían que estábamos ahí y nos decían que pensaban que íbamos a cancelar por la situación tan difícil que los rodeaba. Por eso yo creo que uno de los objetivos de la música y de los conciertos no es únicamente brincar y estar felices, sino también sensibilizar. Es una responsabilidad de todos y hay que seguir. Ahora con la pandemia tenemos una responsabilidad no únicamente de estar tratando de entretener o divertir, sino de aportar algo a esta realidad que estamos viviendo.
“Estamos visualizando los conciertos con mucha protección, de una manera responsable. Se siente un poco raro porque teníamos el sonido,a los músicos y es cuando extrañas a la gente. Para nosotros estar en esos espacios es lo que nos gusta y podemos estar tranquilos, porque imaginate, si llegara a pasar algo es un gran peso el que recae solo por el hecho de tocar y tratar de exponer nuestra música.”
¿Qué impresión te gustaría que las nuevas generaciones de escuchas tuvieran con respecto a Nortec?, ¿crees que logren una conexión con el disco?
Bostich: Creo que Nortec ha sido muy generacional y cada etapa ha sido muy diferente. Este nuevo disco tiene un acercamiento hacia las nuevas generaciones que no tenía el de 1999 y también está el hecho de que la música que está en él es muy diferente a la de materiales de los noventa. La colaboración con más gente es otro factor que te da la posibilidad de hacer un sonido más fresco, este tema “Convénceme” de hecho une la participación de uno de mis hijos que tiene un proyecto que se llama Grenda y estuvo a cargo de la letra y la melodía, de lo que canta Albarrán y es lo que te decía de estar abierto para seguir evolucionando y permitir que la gente sienta esa frescura. Creo que las nuevas generaciones lo van a sentir así, pero se van a conectar con lo anterior de Nortec que tampoco suena viejo. Realmente hay piezas de discos pasados que la gente empieza a descubrir y lo adoptan, lo sienten como algo fresco…
¿Quién se encargará de las portadas de “De Sur a Norte”?, ¿tienen planeado contenido visual como algún video?
Bostich: De la parte visual siempre se ha encargado Fritz Torres, él ha hecho todos los discos desde “Tijuana Seasons” y es la parte gráfica de Nortec. Las portadas de los sencillos son suyas. En cuanto al resto de la parte visual están involucrados Ernesto Aello y Pepe Mogt.
¿Cómo nos recomendarías escuchar el nuevo disco?, ¿qué escenario debe rodearnos desde nuestros hogares?
Bostich: El sonido ya no será tan exótico porque mucha gente ha reincorporado lo de fusionar varios ritmos mexicanos, pero creo que sería bueno enfocarse en la evolución. Lo que esperamos o nos gustaría es que nos vieran o sintieran, pero en nuestro espacio de trabajo, ya no solo atrás de las máquinas contestando mensajes o frente a una pantalla, sino más allá de esas dinámicas. Nos gustaría lograr una conexión o una complejidad más íntima tanto con nuestros seguidores como con la gente que nos está escuchando por primera vez.
¿Recuerdas el momento más bonito que te ha dado la música?
Bostich: Han sido varios, pero yo creo que uno de los más bonitos fue tocar en los Juegos Panamericanos porque allí tocamos el disco de “Tijuana Sound Machine” y se presentó el tema “Polaris” que llegó a millones de personas y siento que fue cuando se dio a conocer al mundo o, yendo al aspecto más cultural, diría que el tocar en el Palacio de Bellas Artes porque era la primera vez que tocaba un grupo electrónico y una banda sinaloense en ese espacio. Esos momentos son los que yo estaría recordando.
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