top of page

Entrevista con Meth Math


Sí los demonios salieran de fiesta y se vistieran con prendas de terciopelo, bailarían las canciones de Meth Math como el ritual perfecto para llevar el perreo hasta el infierno. El proyecto liderado por Ángel Ballesteros, aka Angie, y con el respaldo de los productores error.error (Efrén Coronado) y Bonsai Babies (To Robles); sin duda han hecho de su sonido una nueva ola en el reggaeton completamente alucinante e inusual, que haría de Satanás apoderarse de la pista de baile, mover el cuerpo entre beats distorsionados y retorcerse en una pesadilla techno en algún club contemporáneo. Ahora con un EP debut emocionante y sombrío, Pompi se encuentra cargado de cuatro canciones listas para conquistar cada alma de la ciudad, del país y sus dimensiones alternas. Platicamos con Angie durante el desayuno y discutimos los sueños de infancia y fantasías, el proceso creativo de su nuevo material y la función del arte como un medio de escape. Desde pequeños todos tuvimos sueños y ambiciones, ¿recuerdas que es lo que querías ser cuando fueras más grande? ¿Cuándo entra por tu mente la idea de hacer música?

Angie: Sí, me acuerdo bien. De hecho tengo diarios y por eso lo recuerdo perfectamente. Decía mucho que quería ser diseñadora de modas, quería tener una casa llena de animales, porque también quería construir casas y ser arquitecta, algo así. La verdad, lo decía mucho porque me gusta el espacio y creo que encontré otras maneras de dominarlo, sin necesidad de ser arquitecta. Creo que al final, sí estoy cumpliendo mis sueños, como que ahí van. Aunque la verdad es: yo quería ser artista plástica, porque pintaba desde chiquita y mi mamá daba clases de pintura, técnica y así estaba, yo haciendo mi primer óleo a los cuatro años. Sobre la música, siempre me ha encantado, pero no me sentía preparada para hacerla. De verdad, todavía no sé cómo le hago, como que muevo cosas y así, no le sé a las técnicas, solo tengo un sonido y pico, y muevo cosas. Pero sí, soy súper fan de la música, o sea duh! Como que era mi sueño secreto, que no le decía a nadie y luego simplemente, lo empecé hacer con mis amigos y salió, funcionó el plan secreto.

¿Cuándo se solidifica el proyecto como ‘Meth Math’? ¿Es por esa época que nace el nombre de 'Meth Math’?

Angie: Meth Math nació hace cuatro años, fue realmente hace poco. El origen del nombre está chistoso porque error.error y Bonsai Babies son maestros de matemáticas en una secundaria y también enseñan cosas de tecnología, son muy inteligentes. Queríamos un nombre que rimara, no recuerdo bien cómo fue el proceso, pero de ahí salió y ahora decimos que ellos son los maestros de matemáticas, y que yo vendo meth -ríe- no es cierto, obvio no, no se droguen chavos, al menos no con meth, con matemáticas sí. Las matemáticas están muy locas, de qué si son una droga, están muy raras. Me da miedo Pitágoras. La música es matemáticas, y eso también está muy loco. Creo que el sonido de 'Meth Math’ ha hecho que lo dual sé una: el techno con el perreo, lo tierno con lo satánico. En tus propias palabras, ¿cómo definirías tu sonido?

Angie: Creo que lo que hacemos es una interpretación de sonidos, decimos -“vamos a hacer un perreo, pero lo haremos estilo: nosotros”. No sé bien cuál es el estilo, simplemente es nuestra personalidad expresada en la música. Los tres somos muy leales a nosotros y eso hace que el sonido y nuestra expresión sea constante ¿sabes?, que nuestras interpretaciones tengan un historial. La música sale así, porque somos así. El mundo ha de pensar -“wow, que satánicos“, pero de verdad, somos bastante cutes. Son de esos contrastes y cosas con las que nos gusta jugar. No es necesariamente que creamos en el infierno y el cielo, porque nada es bueno ni malo, al menos de que tengas malas intenciones y pues, no las tenemos. Así que podemos hablar de cosas satánicas, y estarán lindas. Creo que entre el blanco y el negro, tiene que haber un espacio para pensar y cuestionarte lo que es bueno y que es malo. Es súper importante hacerte ese tipo de preguntas y la música es un buen medio para hacerlo.

‘Pompi’ es el EP debut de Meth Math, y es una locura. ¿Cómo fue el proceso de darle vida y trabajar de está manera por primera vez?

Angie: Nosotros llevamos haciendo música por diversión desde finales del 2016 y pues ya, un día nos hablaron de una disquera y nos dijeron -“tienen todo el pontencial, hay que hacerlo bien”. Ok, así que nos animamos y literal nos fuimos a grabar a Los Ángeles con la idea de formar un EP, obviamente bajo la guía de ellos porque saben perfectamente qué hacer. Nosotros éramos de hacer una canción, subir la SoundCloud y lo que saliera. Ahora, nos tuvimos que poner en modo pro y aún es por pura diversión, pero con orden. Fue un proceso mucho más responsable y ahorita ya estamos pensando en el segundo EP, ya lo estamos haciendo. Antes hacíamos música nada más cuando se nos antojaba, ahora me llegan mails preguntándome por avances y me pongo nerviosa porque tengo que entregar cosas y es difícil apurarte en el arte. Digo, está bien, igual es la exigencia que necesitamos para ser grandes. Cuando se trata del proceso creativo, ¿qué es lo que sucede en tu cabeza al momento de crear algo? ¿Qué te inspira y te motiva a seguir creando sonidos?

Angie: Antes que nada, primero conversamos y escuchamos música. Durante eso, nos enseñamos referencias que nos gustan, de mira este video, escucha este sonido… Obviamente, cuando nos juntamos con la intención de hacer una canción, a veces no la terminamos; pero como yo vivo en la CDMX y ellos en Hermosillo, cuando tenemos la oportunidad de juntarnos, sí nos ponemos el reto de sacar algo. Entonces, como son interpretaciones, comenzamos a tripear -“hay que hacer algo EDM, usemos estos sonidos o hagamos un perreo”. Platicamos, empezamos a hacer sonidos, a improvisar y tocar, de que tomando caguamas y fumando porritos, hacemos una fiesta entre nosotros tres donde estamos dejándonos ir, hasta que tenemos algo sólido que se escuche bien y podamos recordarlo. Es que pasa, luego tocamos algo, suena cabrón, pero olvidamos completamente cómo lo hicimos y pues, últimamente ya no se nos olvida grabar nuestras sesiones. Finalmente, lo trabajamos, le ponemos estructura y le cambiamos cosas. Muchas veces una canción comienza como algo, y termina completamente diferente. Otras veces, termina igual y no podemos creer que no tengamos que cambiarle nada, o sea, somos unos genios. También hay otras, que aún terminadas de grabar, las escuchamos y decidimos que no van a salir porque no nos encantan. En fin, está padre hacer cosas con otras personas y que te guste lo que hay en su mente.

Hay una canción que me llama la atención, “Perreando y Llorando” es interesante porque, ¿cómo funciona el perrear y llorar a la vez?

Angie: ¡¿Como?!, ¡¿nunca lo has hecho?!. Es cuando ya te vale y mandas a la verga todo, cuando sientes demasiadas cosas, estás muy frustrada y ya nada más lo tienes que sacar. Tienes que ir a un rave, o un perreo, empedar y sacarlo todo. No tienes que llorar físicamente, a veces es llorando por dentro. Es un sentimiento similar a cuando estás llorando, te ves en el espejo y haces una cara de besito. Para alguien que está por escuchar a 'Meth Math’ por primera vez, ¿en qué atmósfera deberían sumergirse? ¿Cuál dirías que es la mejor manera de escuchar su música?

Angie: Ahorita hay dos posibles escenarios: es en tu cuarto o en tu sala, ponen su atomizador con un olor deli, una lucecita de color y te pones los audífonos, con un tecito o una chelita, y ya. Aunque creo que el mejor lugar para escuchar una canción nueva es en el coche, es muy chido escuchar música porque el sonido es muy envolvente y por eso, mi ideal sería: saliendo a una fiesta, en el taxi o Uber, donde todos van felices y puedes tomar a gusto porque nadie se encuentra en peligro, ves a través de las ventanas las luces, el atardecer y te da el viento en la cara... que nostalgia. Creo que también está divertido, cuando quedan tres personas en la fiesta y ya están todos podridos, deciden poner una canción y al final te atreves a besar a esa persona. Un clásico de Vibras: sí tu música pudiera ser una película, ¿cuál sería y por qué? - puede ser algo que ya existe o crear una completamente nueva.

Angie: Creo que definitivamente sería una película de amor, pero no sé si de amor real. Sería un amor platónico, con algo de miedo, o algo que piensas que es amor. Como Love & Pop de Hideaki Ano, que está grabada toda con un fish-eye y trata de esta chava que está buscando el amor, pero es adolescente y no sabe lo que es, en su intento se mete a una hot-line en Tokio y así. Está súper bonita, porque es ser inocente, en un mundo súper cruel y cochino. Como Ángel Ballesteros también has encontrado otras formas de expresarte con el arte, como: Baby Angel, la moda y tu proyecto Antes de Cristo. ¿Qué importancia tiene el arte en tu vida y qué papel dirías que tiene en medio de una pandemia?

Angie: O sea demasiado, el arte es lo único que me importa. Desde chiquita entendí que se puede vivir de algo alrededor de eso y es lo único que voy a hacer. Si tengo que vivir en este mundo y ganar dinero para sobrevivir, será haciendo algo que ame y por eso, siempre estoy haciendo proyectos artísticos, porque es lo que más me llama la atención. El arte es lo más importante porque hace que te cuestiones: sí el mundo está valiendo tanta mierda, es porque la gente no se está cuestionando. Estamos llegando a puntos muy intensos, y no estamos preguntándonos porque las cosas suceden y llegan a ese grado, no estamos trabajando con ello. Sí todo el día estás cuestionándote, trabajando en ser mejor y limpiando la energía del universo, es más que suficiente. El arte a través del espíritu, y es el espíritu lo que limpia toda esta mierda. Entre más pienses las cosas, más se manifiestan y no importa si estás en el fin del mundo.


Conociendo más a Angie de Meth Math…


Sabor de helado favorito: De chocolate, amo los postres de chocolate. Aunque disfruto mucho la combinación de bolita de coco, con una de nuez. Si hablamos de una nieve, algo más fresco, sería de melón. Una cura para el mal de amores: Si la otra persona no te quiere, es porque está de la verga; tienes que acordarte de eso siempre. Eso obviamente no se puede cambiar, tienes que aprender a canalizar tu dolor: dibujar, escribir, hacer ejercicio... ¡a la bestia! No, hacer ejercicio es la mejor cura para el mal de amores, porque te sube la autoestima y sacas esa mala espina mejorando tu cuerpo, porque estar súper fit es la mejor revenge para todo el mundo. Así, aunque te vuelvan a rogar, ya puedes decir que estás ocupada haciendo crecer tus pompis y bye. Un sueño o pesadilla recurrente: Sí, estuve soñando con ciempiés. Aparecieron un par de ciempiés en la vida real: uno levantando una piedra y el otro en una maceta. Después, soñé con un ciempiés gigante en un escenario post-apocalíptico, trate de investigar qué significan, pero los significados fueron muy diferentes, así que sí hay alguien que sepa, por favor avísenme.


Facebook - Vibras I Vol.14.png

LEE NUESTRA REVISTA DIGITAL

bottom of page