top of page

Entrevista con La Habitación Roja


La Habitación Roja es, por mucho, una banda conformada por superhéroes en todos los sentidos. Su vocalista, Jorge Martí, es uno de los músicos y enfermeros más reconocidos de España con quien tuvimos la suerte de charlar en un contexto mundial complicado que nos lleva a replantearlo todo.


A raíz del lanzamiento de tres sencillos, “El Miedo Abierto, La Luz (Canción para Whitney Dafoe) y Las Canciones”, encontramos la oportunidad perfecta para entretejer más de una década de recuerdos con esta importante agrupación a la distancia y replantearnos una suerte de realidades que nos han traído hasta el hoy. Que lo disfruten...


“Háblame, nunca lo dejes de hacer”


Hace unos días nos sorprendieron con su más reciente el sencillo “El Miedo Abierto”... ¿Es el inicio de un nuevo camino para la música de La Habitación Roja? Jorge: Digamos que hemos empezado una nueva etapa a finales de 2019, cerca de las navidades y de noviembre. Sacamos un nuevo sencillo con una nueva editorial, nuevo management y nueva compañía de discos. Era un nuevo camino y hemos sacado hasta entonces cuatro sencillos contando este. Sacamos “Quiero”, luego una canción desde el confinamiento llamada “La Luz (Canción para Whitney Dafoe)” y “El Miedo Abierto que forma parte de un cogollo de canciones que teníamos preparadas para nuestro próximo álbum, pero bueno, los planes se han trastocado. De la misma manera que se ha caído la gira de nuestro 25 aniversario en la que teníamos más de 50 fechas ya programadas. También el nuevo disco planeado para 2020 se acabó. Como teníamos tantos conciertos decidimos pasar el proyecto para 2021 y ahora lo que nos hemos replanteado, dadas las circunstancias de estar confinados y no poder hacer nada, decidimos que lo que podíamos aportar era ir sacando sencillos cada dos o tres meses y esta última canción forma parte de ese plan... Ir trufando un poco el presente con canciones, las cuales hemos trabajo con mucho cariño y que creemos tienen la suficiente calidad como para ir en un disco y, por supuesto, para funcionar como sencillos es la idea.



Leímos que la ansiedad y la depresión se hicieron presentes en algunos de los integrantes de La Habitación Roja, ¿qué papel crees que juega la música al sanar este tipo de sentimientos?

Jorge: Yo creo que la música más que ayudarte a sanar es una fiel compañera. Muchas veces también sirve de contexto, para acompañarte, para ser una amiga fiel que está ahí para aliviarte, para escucharte también a ti a la vez que la escuchas a ella. Creo que la música consigue que la vida a veces sea un poco mejor y nos ayuda a sentirnos menos solos, comprendidos y acompañados en la pérdida o en el dolor... A sublimar las emociones y acelerar las alegrías... Es una fiel compañera y al final, cuando uno está pasando por malos momentos, creo que está bien ponerse en manos de profesionales, pero también tener amigos y la música hace ese papel de ser una amiga siempre.


Siguiendo en esta línea, han mencionado que la esperanza del rescate es fundamental para estos tiempos inciertos... ¿quién o qué rescata a La Habitación Roja cuando se viven momentos de crisis dentro de la banda?

Jorge: Yo creo que al final nuestros seres queridos, nuestros amigos, nuestras parejas, nuestras familias y toda la gente que te quiere y te hace sentir querido. Por supuesto también la música... En mi caso creo que la música me ha dado un lugar en el mundo, una razón de ser, de estar... Creo que al final de alguna manera todos buscamos el sentido de la vida y unos lo buscan en la religión, otros se consagran al trabajo y en mi caso, descubrir que tenía la capacidad de transformar mi sensaciones y mis emociones en canciones, y que podía tocarlas y cantarlas para la gente, me hizo sentirme completo totalmente y tener como una misión, un objetivo en mi vida. Eso me hace sentir privilegiado muchas veces y, en los momentos en que no estoy bien, sé que si me pongo a escribir alguna canción todo se va a ver mejor y de otro color. Si encima esa canción va a servir para que alguien se sienta más animado, acompañado y comprendido va a ser más grande la satisfacción... Así es la cosa.


En el videoclip de “El Miedo Abierto” también tuvieron que hacerse unas series de cambios a raíz de la contingencia... ¿qué les pareció el resultado final?

Jorge: La verdad es que es un videoclip con el que no contábamos, ha sido un regalo de Juanma Carillo, que es un realizador que ha hecho videoclips para La Casa Azul o La Bien Querida y muchos otros artistas que nos gustan mucho... Hacía tiempo que queríamos hacer algo con él e hicimos el video de "Quiero"... Luego teníamos planeados hacer dos más, pero se cayó todo. Tuvimos que suspender los rodajes y bueno, al final él nos sorprendió un poco con este experimento hecho con imágenes de archivo, libres de copyright, y fue su interpretación del momento actual. La canción habla de los miedos irracionales, de los miedos que nos acechan, etcétera, y claro, Juanma ha pasado una mala racha ahora con el Coronavirus... Estuvo enfermo y bueno, creo que ha retratado así una mezcla de sensaciones con imágenes de otras personas... Es una buena combinación coger éstas y usarlas para tu jugada como una baraja, sin mencionar la música de un grupo como nosotros y poder hacer un collage audiovisual que funcione y tenga sentido. Juanma lo consigue y me gusta bastante. Creo que es una canción importante y que tiene ese trozo de tormentas que me gustan mucho, también el de la montaña rusa que sale por allí. Creo que tiene mucho que ver con las emociones lo que intenta explicar la canción... El cómo a veces esa montaña rusa emocional se nos puede ir un poco de madre y podemos perder el control estallando todo.


Mirando un poco hacia la pandemia... ¿qué enseñanzas o reflexiones te han dejado estos seis meses y cómo las has fusionado con la música? Jorge: La verdad es que a mí la pandemia me dejó en shock al principio... Sobretodo por el drama humano... Además soy enfermero y he trabajado en su momento con pacientes infecciosos. Sé lo difícil y complejo que es enfrentar una situación de este tipo y luego, no haber sido consiente de lo que estaba pasando en cada momento, te afecta incluso más... Sabes lo que está pasando en buena tinta, tienes muchos conocidos en primera línea y gente que te informa, que te cuenta y he sentido realmente casi esa ansiedad de la que hablamos en la canción. Me ha sido muy difícil dormir, concentrarme y expresar lo que sentía porque esto estaba creando un pozo importante en mí y ahora es cuando estoy regurgitando toda esa experiencia... Llevo una racha de cuatro o cinco canciones que he escrito y todas, en todo momento, van aflorando esas sensaciones... Así es como funciona la música un poco, digo la música se nutre de la vida, el arte imita la vida y al final todo lo que vivimos queda escrito, queda documentado en las canciones y ese es nuestro modus operandi...



“Vamos a celebrar todo lo que nos une”


Y eso los ha hecho una de las bandas más importantes de España... ¿Sienten que ha cambiado la escena musical en este país?, ¿en qué forma?

Jorge: Al final supongo que la prensa y la historia acaban compartimentando un poco las épocas. Yo creo que nosotros venimos un poco de la tradición de los años 80, de los grupos de pop que escuchábamos como adolescentes y eso dejó una impronta muy grande en nuestro subconsciente que se ha visto plasmada en las canciones que hemos ido escribiendo. Somos de una hornada que además nació en los años 90 y en aquel entonces salieron un montón de bandas, algunas tocaban en inglés y somos casi coetáneos de grupos como Los Planetas o grupos que surgieron a mediados de esta década. En los últimos tiempos ha salido otra remeza de bandas, gente más joven con un dominio de la tecnología, de los medios, de la mercadotecnia... Gente muy avispada y millennials casi (risas) que creo que tienen las cosas muy claras a nivel de la música como negocio y su funcionamiento como banda. Quizás nuestra generación era un poco más DIY... Era muy difícil sacar un disco, que te fichara una compañía, era muy caro grabar en un estudio y no quiero ni decir ya en los 80. Ahora hay un montón de músicos que aún no han sacado su primer sencillo y ya tienen camisetas, booking, equipo de booking manager, publicistas, agencias, todo en un paquete. Tienen todo y saben la estrategia. Te bombardean en sus campañas y saben... En nuestro caso creo que era al revés; primero la música y luego ya si teníamos canciones y conseguíamos todo eso pasábamos a buscar sacarlas adelante... Me parece que de pronto aparecen grupos de la nada y de pronto ya están tocando en sitios súper importantes... A nosotros nos ha costado mucho más subir a la cima porque supongo que hemos hecho el camino sin oxígeno, algo suplementario.


Abusando un poquito sobre la nostalgia, ¿cuál es el recuerdo más bonito que tienes con La Habitación Roja?

Jorge: La verdad es que tengo la memoria trufada de bonitos recuerdos y es muy difícil quedarse solo con uno. Nos han pasado cosas maravillosas y creo que como nos hemos entregado a la música en cuerpo y alma, la música nos ha devuelto con creces todo lo que le hemos dado. Ha habido ahí una interacción increíble y ya que estoy hablando contigo que eres mexicana pues quizá serían nuestras visitas a México. En especial la de un Vive Latino porque minutos antes de nuestro concierto había tocado otro grupo y estaba llenísimo, pero cuando terminó el show y eran minutos antes de salir nosotros estaba vacío. No había gente y al momento de tocar se volvió a llenar todo. Fue increíble y nos aventamos al público después del concierto... Fue algo súper liberador... Son muy bonitas nuestras visitas a México y me da mucha pena todo lo que está pasando... Que México esté en el peor momento porque sé que esto se va alargar como nos ha pasado aquí y es una lástima muy grande que no vayamos a poder viajar en mucho tiempo. Ojalá nos podamos volver a ver pronto...


Hablando de conciertos me gustaría saber cuál sería el lugar más extraño en el que han dado un show y cuál el más emblemático.

Jorge: ¿Extraño?... Pues una vez tocamos en una cueva estilo James Bond. Era una casa que había sido propiedad de Omar Sharif, del Doctor Zhivago y otras grandes películas, y que perdió jugando al póker. La casa está en la Isla de Lanzarote, en las Islas Canarias... En esa casa habían colocado un bar y tocamos en él incrustados en una especie de cueva... Estuvimos unos días en la Isla de Lanzarote que es como la isla misteriosa, muy a la Julio Verne y realmente es una isla con mucha magia... Una zona volcánica... Y en fin, en ese viaje tocamos en esa cueva y en otro sitio en el que nos montaron un escenario encima de un billar. Pusieron una tabla en él y fue un concierto acústico. Era un poco bochornoso estar montados en un billar... Pero bueno no sé, como músicos hemos pasado por un montón de situaciones porque empezamos desde la base, desde cero y al llegar hasta donde hemos llegado hemos pasado por un montón de vicisitudes increíbles que dan para escribir un libro... El sitio más emblemático... No lo sé, hemos tocado en muchos... En el London Scala, en Londres, donde tocaron grupos muy míticos y pasamos varios días... En Nashville, en el Tootsies, que era un sitio mítico donde había tocado Dolly Parton y otras figuras del country, que también fue una experiencia bastante bonita... Para mí, no sé, los conciertos de México siempre los llevo en el corazón porque han sido increíbles, algunos súper emocionantes e incluso en los antros como el Doberman del Estado de México, pff... El público era muy bueno, había gente muy joven cantando todas las canciones, y bueno, es una sensación muy bonita el hecho de estar tan lejos en casa y que haya gente que te conoce, que te quiere y que te aprecia o te sienta como algo suyo... Que te demuestren esa pasión y ese amor incondicional como si fueras familia y te hagan sentir bien... Es muy bonito tener un público que te quiera porque es un amor súper correspondido.


Si pudieras viajar en el tiempo hacia los inicios del 2000, ¿qué consejo te darías a ti mismo?

Jorge: Tenemos una canción que se llama “La Segunda Oportunidad” y habla de que si volviéramos a nacer, si volviera a nacer, tomaría la mismas decisiones para llegar a conocer a las personas que he conocido y para llegar a las cosas que he vivido... O sea que volvería a repetir y yo creo que muchas veces las malas decisiones y los malos momento también nos llevan por caminos que al final son inesperados y desembocan en nuevas situaciones a las que no hubiéramos llegado de no haber pasado por esos momentos. Todo al final está bien empleado si el presente es aceptable. Obviamente si pudiera cambiar alguna cosa, pues bueno, me gustaría un buen abogado para firmar los contratos discográficos y llevar mejor mi carrera. Yo creo que si me preguntaran “¿qué consejo darías a una banda?” diría “búscate un buen abogado” (risas)... Cuando uno empieza en la música los músicos somos pésimos administradores de nuestro legado, entonces al final nos engañan un poco. Eso lo hubiera tenido en cuenta y quizás hubiera cuidado más de alguna manera mi salud. Tuve un susto que, aunque tampoco es culpa mía, si hubiera sabido que me iba a venir una embolia pulmonar, pues probablemente cuando me hubiera pinchado heparina, que es un anti-coagulante, para que no me salieran trombos al pasar tanto tiempo en avión y no me sucediera lo que se conoce como el síndrome de la clase turista...


Pero ya estás mejor de todo eso, ¿no?

Jorge: Sí, bueno, no tengo la capacidad pulmonar que tenía antes... Me canso cuando subo cuestas o cuando corro, pero vaya, estoy bien. Esto me pasó en 2018 y creo que nadie tiene la culpa. Supongo que esto, de haberlo salido, pues bueno... Los problemas de salud pasan así. Son silentes y no sabes lo que se cuece en tu interior hasta que de pronto debutas súbitamente y te sorprenden. La vida es un poco lotería también.


Dirigiendo una mirada hacia los discos de La Habitación Roja, ¿cuáles serían tus cinco favoritos y por qué?

Jorge: Es difícil, eh... Voy a decir que me gusta mucho "Memoria", que es nuestro último disco, porque creo que tiene canciones muy bonitas y una producción muy osada, arriesgada y me complace mucho. "Largometraje", que es nuestro segundo álbum, porque es un disco en el que quisimos hacer un cambio y lo trabajamos Pau y yo en el estudio con grandeza y ganas de hacer algo diferente... Creo que es un disco muy romántico, muy emotivo y muy sentido sin dejar de ser especial para los viejos fans y después "Fue eléctrico" porque contiene dos o tres de las canciones más celebradas, pero al final estoy dejando de fuera "Nuevos Tiempos" que es un disco muy importante en nuestra carrera y fue un campo de inflexión también, y también uno de los discos más bonitos que es "Universal". Es difícil elegir, pero me quedaría con esos.


En "Memoria" existen canciones con nombres como Madrid y Berlín... ¿Cuál es tu lugar favorito en el mundo y por qué?

Jorge: Bueno hay tantos lugares que me encantan que no sé, ahora que no podemos viajar uno empieza a creer que quizás todo ha sido todo un sueño... Hemos estado en ciudades increíbles; D.F., Chicago, Londres, Berlín... Madrid es increíble, Valencia no se diga... Pero luego no sé, yo soy un amante de la naturaleza y donde vivo, en Noruega, pues me parece súper bonito, toda Escandinava que también es muy chulo... Es difícil, no sé, a mí lo que me pasa es que cuando voy a un sitio lo disfruto mucho, pero me sabe a poco y me gustaría como... No sé, siento envidia de los nativos y de la gente que vive ahí porque me gustaría pasar una temporada de lleno en la ciudad. Viví en Barcelona durante una buena época, en el año 1993, 1994 y fue increíble también. Yo creo que más que los sitios es la gente que conoces, la gente con la que coincides. Por supuesto los sitios atraen también a determinado tipo d e gente, pero un sitio excepcional, maravilloso y muy bonito con la gente equivocada puede no ser tan especial, como a lo mejor un sitio que quizá no tenga tanta historia, pero importa porque estás con la gente adecuada... Soy una persona a la que le cuesta tomar decisiones, como puedes ver (risas)...



¿Aún recuerdas cómo fue la decisión de crear a La Habitación Roja y la razón de su nombre?

Jorge: Sí claro, fue cuando vivía en Barcelona, entre el año 1993 o 1994, en el Carrer de la calle Notariat en un edificio antiguo en el que Santiago Ramón y Cajal, el mítico científico español, descubrió la teoría de las neuronas de la transmisión neuronal (incluso hay una placa en la entrada de la finca) y recuerdo que el salón de allí era un piso antiguo de principios del siglo XX pintado de rojo eléctrico... Allí viví como estudiante, fue mi primera experiencia fuera de casa, compartí piso con extranjeros, con gente de fuera, abracé un poco la vida adulta, descubrí que había gente que sentía diferente, que pensaba diferente... No sé, fue muy importante para mí y en esa habitación, pues bueno, hacíamos cenas, fiestas, reuniones, veíamos gente, yo sacaba mi guitarra, tocaba canciones que iba escribiendo y pensé que ese tenía que ser el nombre de la banda porque ahí empezó un poco mi aventura. Recuerdo que un día llamé por teléfono a Jose, que es mi amigo desde que teníamos cuatro años y ahora es el batería, y le dije “oye, ya tengo el nombre de la banda, nos vamos a llamar La Habitación Roja” y él fue de “ah, bueno, vale”... Así fue.


¿Qué es lo que más te gusta de estar en una banda como La Habitación?

Jorge: Para mí La Habitación Roja es una forma de vida y yo creo que por eso me gusta. Es una banda con un leitmotiv que es vivir para la música, entonces creo que reúne un gran componente de honestidad y romanticismo. Yo siempre digo que hay muchas bandas, pero no son La Habitación Roja. Es una frase que parece obvia, pero encierra mucho significado. Creo que somos una banda por la cual la gente siente una gran devoción, un gran cariño, un gran amor y eso nos hace sentir que cada éxito cosechado y cada canción meditada es un éxito suyo también... Como un acontecimiento para ellos que hace que te sientas querido y acompañado. En estos tiempos de la pandemia me ha pasado que cuando me he sentido atrapado, solo o tal, con conectar un live simplemente para hablar con gente me siento mucho mejor de que al otro lado haya hasta 400 personas allí. Es increíble sentir las palabras de la gente, su cariño, su respeto... En fin. Es algo muy bonito, ¿no?, encontrar eso en un mundo tan hostil...



Si pudieras pedir un único deseo para la banda, ¿cuál te gustaría que fuera?

Jorge: Me gustaría poder seguir disfrutando del calor del público, que podamos volver a tocar... No quiero ningún privilegio, pero sí que podamos volver a tocar nuestras canciones y, si la gente quiere, seguir haciendo esto hasta el final de nuestros días, que no de nuestra música porque nuestra música espero quede ahí como un legado para siempre. Me gustaría volver a ejercer nuestra profesión... Sobretodo en la parte tan bonita que es tocar en directo.



Facebook - Vibras I Vol.14.png

LEE NUESTRA REVISTA DIGITAL

bottom of page