Entrevista con Dulce y Agraz
Daniela González nos presenta un nuevo sencillo, “Ay, Amor”, que formará parte de un EP de tres canciones donde la compositora abarca temas sobre amor propio a través del cuerpo, “es la primera parte de una historia que se relata en el disco, “Ay, Amor” es la primera parte y “La Piel” es la segunda parte de esta historia… “Ay, Amor” habla de un amor entre dos personas, pero existe un tercero… En la canción quise abordar los sentimientos que están presentes dentro de las distintas formas de vivir el amor de hoy en día… Se habla del amor libre, las relaciones abiertas… “Ay Amor” viene a retratar cómo se busca la responsabilidad afectiva y cómo la honestidad es primordial para cualquier tipo de relación”.
Como parte complementaria de este EP, Daniela creó un poemario donde extiende sus pensamientos, “empecé a indagar en temas del amor, el cuerpo, la identidad en un taller de poesía queer… Escribiendo sobre eso, me dieron ganas de indagar en estas dos disciplinas, que son la poesía y la música… Para mí no se pueden separar, son complementarias… A veces la palabra no alcanza y la música tampoco, para mí no me bastaba con hacer música, tenía que estar respaldada por un gesto literario y a raíz de esto decidí hacer el poemario de la piel”. Con dos disciplinas que se llevan de la mano, Daniela logró encontrar los sentimientos más profundos de su ser, encontrar respuestas y lo más importante para ella: encontrarse a sí misma.
Al ser disciplinas muy similares, el plasmar sentimientos es una tarea que puede parecer simple, pero que requiere de una introspección muy profunda del ser, para lograr transmitir el sentimiento deseado. “Los poemas también son canciones, pero la palabra escrita tiene otro peso y a veces otra sensibilidad… La música de repente, es más entradora porque estimula otras sensaciones y siento que dentro de una canción uno puede hablar como de una historia… En la poesía hablas de las sensaciones y los mundos abstractos de los sentimientos…”
El proceso de composición para Daniela es muy variado, porque no siempre está la inspiración a flor de piel, pero trata de encontrar historias para contar y transmitir un sentimiento, “todo lo que escribo es conceptual, por ejemplo, mi primer disco Trino, habla de un momento de crisis y cómo atravesamos el dolor… El dolor es un ejemplo de vida que nos enseña a ser mejores, te enseña a superar obstáculos, te abre caminos… Yo me baso mucho en reflexiones a través de las vivencias personales… Trino lo escribí en medio de una depresión y decidí indagar en lo que estaba sintiendo en ese momento… Ahora me encontraba en un momento donde me estaba cuestionando cómo yo quería vivir el amor”. Las experiencias personales son la fuente principal de inspiración de la compositora, que en sus más recientes sencillos nos habla del amor, pero de sus diferentes ramas y formas de vivirlo.
Como parte del descubrimiento personal y encontrar la forma de transmitirlo al público, Daniela ha buscado diferentes apoyos artísticos, que le permiten expandir el lenguaje musical. “El escenario es una forma de poesía cantada… He llevado la poesía al escenario, no solamente la mía, también de Raúl Zurita, de Carmen Berenguer y Violeta Parra… En el show que iba a hacer en Lollapalooza Chile, agarraba samples de estos poetas y los iba a poner entre canciones… Sentía esta cosa que tiene la poesía recitada sobre la música, haciendo que el mensaje se vuelva súper potente y se crea una energía muy emocionante…” Desde el pasado Octubre, cuando se suscitaron eventos catastróficos en Chile, Daniela compartió un poco de su poesía para darle un mensaje de aliento a la población, un mensaje de no cerrarse o bloquearse para no dejar de vivir las cosas bellas.
Para Daniela, las presentaciones en vivo son una manera muy íntima de compartir experiencias con el público, “mis canciones relatan historias o vivencias, que, en el fondo, aunque parezcan personales, casi siempre son colectivas… Para mi es súper lindo compartir y conocer lo que opina el público que me escucha… En general, en los conciertos, me quedo mucho tiempo después hablando con ellos, me interesa mucho saber qué es lo que opinan, porque sé que hay mentes inquietas que pueden aportar a la reflexión que estoy haciendo… Es muy caótico cuando la gente te pregunta qué querías decir con una canción, porque yo puedo dar mi opinión, pero sé que del otro lado se puede interpretar de una forma súper diferente… Para mí las dos versiones son válidas”.
No solo los gestos literarios se quedan en el papel o en una canción, para Daniela, el arte visual es una forma de plasmar diferentes cosas en una imagen o en un vídeo. “Estos últimos trabajos que he hecho, en los audiovisual y la fotografía, lo he hecho con una amiga que está encerrada en cuarentena conmigo: Constanza Fuentes… Ella me propone cómo podrían ser las fotos o videos y vamos construyendo juntas todo el material”.
En días de estar en casa, los streamings en vivo en diferentes plataformas digitales han tenido un alza, esto con la intención de mantener a los artistas cerca de su público, pero cada vez se siente más pesado el cúmulo de videos en vivo. “Yo soy muy nueva haciendo lives… Me gusta más hacer la conversación cara a cara… Me siento un poco avergonzada cuando le hablo a mi propia cara en el teléfono, es una sensación muy extraña… Pero últimamente me he dado cuenta de que se generan cosas súper entretenidas, por ejemplo, he visto que cuando estoy tocando y la gente canta las canciones escribiendo la letra en mayúsculas… Siento que de alguna forma se logra compartir y pasarla bien…” Ante una situación especial, los artistas buscan la manera de seguir vigentes y complaciendo a su público, quienes están ansiosos de escuchar música nueva y en vivo.
Tener una rutina en el día a día ha sido de gran ayuda para la compositora, ya que tiene horarios para hacer actividades específicas, como escribir nuevas ideas, nuevas historias. “Un consejo que le doy a la gente es que aprovechen este tiempo para conocerse… Saber que el amor no se encuentra en otro, yo creo que el amor siempre está adentro y que, para vivir el amor, con uno mismo, también tiene que haber un respeto y una transparencia, de saber lo que quiero y lo que me hace bien, con eso, es muy difícil que te dañen, porque pones límites y objetivos… Hay que enfocarse en encontrar el amor dentro…”
Con sabias palabras, Dulce y Agraz, es una propuesta de Chile que nos invita a redescubrir el amor y encontrarnos con nuevas experiencias, que nos llenarán de felicidad el alma.
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