top of page

Entrevista con Cults


Foto: Max Kamins | @max.kamins

Este año Cults, el dúo indie pop de Madeline Follin y Brian Oblivion, cumplió diez años de su sencillo debut, el éxito viral “Go Outside” que los llevó a dejar la escuela y convertir lo que empezó siendo un experimento en su nueva vida. La decisión rindió fruto, y la banda ha lanzado cuatro álbumes desde entonces. Hablamos con ellos sobre los bloqueos creativos y las circunstancias que los llevaron a crear el mejor trabajo de su carrera.

Madeline, ¿Por qué decidiste compartir la música que habías escrito hasta este último álbum? ¿Qué te detuvo antes?

Madeline: Soy una persona muy tímida y llevaba un rato trabajando en algunas cosas, pero estaba tan nerviosa que ni siquiera podía sacar el tema o decirle a alguien lo que estaba haciendo, además, nadie me preguntó. Me dio miedo que pensaran que era malo, ¿sabes?

¿Y cómo te sentiste después de ver la reacción de todos y de integrarte a esa parte del proceso creativo?

Madeline: La primera vez que les enseñé mi música los dejé en un cuarto y me fui a encerrar a otro lado con mi cara en una almohada [ríe], pero cuando salí me dijeron que les había gustado mucho. Al principio pensé que estaban mintiendo, pero al día siguiente empezamos a trabajar en una de mis canciones y se sintió muy bien.

Me emocioné, pero al mismo tiempo seguía nerviosa, hay canciones que quedaron en el disco y aun así pensaba que tal vez no le gustaban a nadie, y que las estaban incluyendo para complacerme.


Mencionas que eres muy tímida, y, quieras o no, las audiencias le dan mucho protagonismo los vocalistas en las bandas, ¿Alguna vez ha sido un problema para ustedes?

Madeline: Creo que la situación ha mejorado mucho desde el primer álbum, ya no me cuestiono tanto a mí misma y me siento más libre. Llevamos diez años haciendo esto así que ya se siente normal subirse a un escenario, escribir canciones y tener que hablar con gente diferente constantemente. A veces es extraño para ambos tener que compartir una parte muy grande de nosotros, pero lo amamos.

Brian: No sé, creo que hay un elemento importante cuando estás en el escenario y eres el opuesto de ti mismo, es catártico y de cierta manera hace todo más fácil. Siempre estamos nerviosos hasta que nos subimos al escenario y todo desaparece.

Madeline: Estaba pensando lo mismo, siempre que tocamos en nuestra ciudad y van todos nuestros amigos me da pena que nos vean así. [ambos ríen]

Leí que pasaron por un bloqueo creativo mientras escribían este álbum, ¿Ya les había pasado antes? ¿Cómo lo solucionaron?

Brian: Sí. Definitivamente sí nos ha pasado. [ambos ríen] Creo que pasamos un total de dos meses solo trabajando en la batería del segundo disco. Sigo sin entender cómo nos mantuvimos cuerdos en ese tiempo. Ni siquiera tenía que ver con que fuéramos perfeccionistas, pero el bloqueo era tan intenso que necesitábamos trabajar en algo para sentir que estábamos bien. La alternativa era aterradora. Estábamos concentrándonos en cualquier detalle para sentirnos en control, por suerte ya no lo hacemos. Fue mucho más relajado esta vez.

Madeline: Creo que pasa con cada álbum que hacemos, porque somos dos personas diferentes que escuchan música distinta y que disfrutan otros tipos de arte. Estamos muy comprometidos con que ambos podamos estar satisfechos con cualquier dirección que tomemos, así que siempre habrá un periodo en el que tendremos que ponernos en la misma página sobre lo que queremos hacer.

Portada: ‘Host’ de Cults

Esta fue la primera vez que trabajaron con músicos en el estudio, ¿Cuál fue la mayor ventaja que tuvo a comparación de trabajar en puras computadoras?

Brian: Para mi es escuchar a alguien interpretando tu música, a veces hay alguna nota que suena extraña o algo que está fuera de lugar cuando estás acostumbrado a la perfección de un sistema digital pero así aprendes a dejar ir. Pensé que todos mis discos favoritos suenan así, un poco imperfectos, y en cuanto procesamos ese cambio abrimos la puerta a nuevas posibilidades. Dejó de ser una serie de pequeñas fotografías y se convirtió en una sola. Es gracioso cómo esa realización llegó tan tarde para nosotros, pero definitivamente fue muy importante para este álbum.

Llevan una década en la industria, ¿Cuál ha sido el mejor consejo que les han dado?

Brian: Fue la mamá de Madeline, uno de los múltiples grandes consejos que nos ha dado fue cuando estábamos empezando, me dijo que la mayoría de las bandas no lo logra porque renuncian. Nos dijo que el camino iba a ser difícil pero que si seguíamos haciéndolo y lo dábamos todo íbamos a recibir algo a cambio. Esa ha sido nuestra filosofía, podemos superar cualquier cosa.

¿Alguna vez tuvieron un momento así en el que quisieron renunciar?

Brian: Cientos de ellos.

Madeline: [ríe] Yo nunca.

Brian: Pequeños momentos. Pero lo resuelves, intentas ser una persona sana y funcional y hablarlo con alguien.

Madeline: Hubo un punto en el proceso de este disco en el que pensamos que era el final. No lográbamos ponernos de acuerdo y terminamos dejando el estudio por dos días y nadie sabía qué iba a pasar. Pero hemos sido amigos por suficiente tiempo como para tener la seguridad de que siempre nos vamos a recuperar.

Brian: En mi mente siempre vamos a ser mejores amigos y nuestra parte favorita de serlo es hacer música juntos, así que nos imagino haciendo esto para siempre.


¿Así empezaron la banda? ¿Cómo un par de amigos viendo qué sucedía?

Brian: Absolutamente.

Madeline: Algo así, todos nuestros amigos estaban en bandas o haciendo música y nosotros estábamos estudiando cine. Los fines de semana nos íbamos a casa de mis papás y hacíamos canciones por diversión, nunca pensamos que alguien las iba a escuchar.

Brian: Nuestro sueño era tocar en un bar que estaba en frente de la casa. Esa era nuestra única meta.

Madeline: De hecho, no lo logramos, nunca tocamos ahí.

Tal vez aún puedan.

Madeline: [ríe] Ya lo cerraron.

O tal vez no. [ríen] Entonces comenzaron como un experimento a ver qué pasaba y su primera canción fue un éxito indie. ¿Cómo fue eso para ustedes?

Madeline: Estábamos en la escuela y todo el día nos estuvieron llegando notificaciones de blogs que publicaban sobre la canción y entramos en pánico, no sabíamos qué estaba pasando y al final del siguiente día nos llegó un correo de alguien que trabajaba con Lily Allen que quería invitarnos a Londres la siguiente semana. Obviamente pensamos que estábamos en Punk’d. Tomamos la oportunidad y todo el vuelo estuvimos cuestionando si de verdad era Lily Allen llevándonos ahí, y sí. Todo avanzó muy rápido, dos semanas después nos salimos de la escuela y fue aterrador. Nos fuimos de gira inmediatamente y nuestro primer concierto fue abriéndole a Goldfrapp en uno de los escenarios más importantes de la ciudad y fuimos terribles.

Brian: Pésimos.

Madeline: Fue muy vergonzoso. Pero nos adaptamos y seguimos, estuvimos de gira prácticamente por cuatro años, en nuestros descansos nos íbamos directo al estudio. Fue una locura.


¿Alguna vez sintieron que estaban trabajando demasiado por la presión de ese primer éxito?

Brian: Sí, después del segundo álbum tomamos un año para descansar porque nos dimos cuenta de que de las edades 21-26 no habíamos tenido ningún tipo de vida. No sabíamos hacer nada. Llegué a mi casa y pensé “oh por dios, ya no sé ni preparar un huevo.” Cosas así. Fue muy bueno para nuestra salud mental darnos ese tiempo antes del tercer álbum. Ahora entendemos ese equilibrio, pero ya ni importa porque no podemos dar conciertos.

Hablando de eso, ¿Les ha ayudado tener este tiempo libre?

Brian: No, estoy triste.

Madeline: Estoy demasiado triste. Es tan extraño no estar de gira cuando salió el nuevo álbum. Lloré. [ríe] Nos encanta estar de gira, quiero regresar.

En estos diez años que llevan de carrera, ¿Qué es lo mejor que les ha pasado? ¿Cuál es su recuerdo favorito?

Madeline: Fue uno de los últimos shows que hicimos, así que tal vez por eso lo tengo tan presente en mi cabeza, pero mi cumpleaños en la Ciudad de México ha sido una de las mejores noches de mi vida. Todos en el foro fueron muy lindos, me hicieron una fiesta y me compraron un pastel. La audiencia también fue una locura total.

Brian: Es un poco extraño, pero habiendo tenido muchas interacciones pequeñas con fans en internet, acabo de recordar que hace unos años nos mandaron un video de un niño pequeño que estaba cantando “Go Outside”, su mamá nos escribió para decirnos que su hijo es autista no verbal y esa era la primera vez que había hablado. Su mamá estaba llorando y nosotros estábamos llorando viéndolo y ella nos agradeció por haberle dado eso. Es algo increíble, son ese tipo de cosas para mí.

Madeline: Yo hablando de mi fiesta de cumpleaños… [ríen]

Brian: También recuerdo que nos escribió un doctor que trabaja con alguna bacteria y tiene que estar en la oscuridad todo el día y nos dijo que su música lo ayudaba con su trabajo. Cosas muy raras en las que nunca podrías imaginar estar involucrado.


Es una locura pensar que su música puede alcanzar todos los rincones del mundo, aquí, por ejemplo. ¿Cómo es para ustedes llegar a un país donde ni siquiera hablan el idioma y saber que hay personas que los admiran y que aman su música y quieren compartir esa experiencia con ustedes?

Madeline: Me hace llorar. Es raro, porque te dije que soy muy tímida y siempre conocemos gente que disfruta lo que hacemos, cuando alguien llega y me dice que es fan de nuestra música le quiero decir “es una broma, ¿no?” [ríe] Es el síndrome del impostor.

Brian: Puedes nombrar esta entrevista “Cults llora mucho” [ríen].


Facebook - Vibras I Vol.14.png

LEE NUESTRA REVISTA DIGITAL

bottom of page