Entrevista con Cancamusa
Natalia Pérez, baterista, cantante y compositora chilena, decició crear su propia música bajo el nombre de Cancamusa. Después de ser parte de la banda Amanitas y tocar con Javiera Mena, Natalia decide venir a México a probar suerte y se integra a la banda de Mon Laferte.
Con una carrera en música, Natalia aprendió a reflexionar las canciones de Víctor Jara, que fueron sus grandes inspiraciones. En la siguiente entrevista nos cuenta un poco más sobre este proceso.
¿En qué momento decidiste que querías dedicarte a la música?
Cancamusa: Desde niña tuve conciencia de que la creación me apasionaba mucho y pasaba todo el tiempo inventando melodías, espacios, juguetes, etc. Comienzo con la creación porque es lo que más amo de ser música.
La libertad de ser artista pienso que se llama creación, y en el momento de ver que pasaba horas grabando ideas melódicas, percutiendo ritmos con la boca e inventando letras, yo supe que quería dedicarme a la música . A los 7 años me senté en una batería y me encantó, eso se sumó a que estudié en un colegio artístico en el sur de Chile y me ayudó mucho a desarrollar mi lado musical.
¿Qué tanto influye tu cultura chilena en tu música?
Cancamusa: Pienso que me influye mucho ser específicamente del sur de Chile. Nací en Valdivia, en una ciudad rodeada de agua y selva y me crié en una ciudad pequeña llamada La Unión. Vivir y formarme en ese lado del mundo y en ese entorno sin duda me entregó una gran sensibilidad e inspiración. El hecho de mirar las estrellas en 180 grados y sin contaminación me hace hoy escribirle al universo, al mar, etc.
Con respecto a la cultura chilena y su influencia en mis canciones, pienso que hay algo que se relaciona a la melancolía. Chile es un país hermosamente lejano y con una parte importante de frío, esto genera que nuestra música tenga un carácter más nostálgico.
En Chile se experimenta bastante y todo se mezcla, eso viene mucho en mis canciones.
¿Cómo fue el proceso de composición para ‘Cisne - Lado Negro’?
Cancamusa: Fue una larga búsqueda porque demoré en escucharme. Pasé mucho tiempo dándole prioridad a todxs menos a mí. Pero todo tiene su momento. Nunca dejé de crear, simplemente no publicaba nada y las canciones, aparte de coleccionarlas y guardarlas, las ocupaba para desahogarme y sanarme.
Comenzamos con la idea hace un par de años con mi productor musical, Sinclavi. Compartimos mucha música y hemos pasado largo tiempo en el estudio probando y explorando. Me animé a comenzar con el proyecto el 2019, fue como un renacer.
El disco comenzó con canciones que ya no están y que seguro en algún momento las mostraré, pero en esta etapa de transición el hecho de venir a vivir a México sacudió mucho mi vida.
El 2019 fue un año de muchos viajes, de analizar y pensar todo mi camino como ser humana y por esta razón terminé dividiendo mi disco en una parte negra (Cisne Lado Negro) y otra blanca que saldrá más adelante.
Este lado negro describe en parte mi lado oscuro, es un relato de una etapa de mi vida, de criarme con mucho amor pero en un entorno depresivo, de muchas situaciones difíciles relacionadas a la muerte o a enfermedades cerebrales de mi mamá y mi abuela (“Mente Sola”). ¡Es un disco que me libera bastante! Sin embargo, también es un disco escrito para los oyentes, para regalarles un poco de valentía y luz.
“Antílope” habla sobre la resiliencia y que el miedo no sirve para nada. “Nublado y tú con Sol” la escribí en medio de la crisis social de Chile. Es para mi pueblo, pero también para toda Latinoamérica.
Este disco me ayudó a ordenarme. Antes subía canciones y casi no las promocionaba, tampoco tenía agregadora, no porque no sabía que existían, más bien porque no era lo que buscaba. Estaba en un proceso de conocerme como artista.
Hace poco más de un mes tengo una agregadora y ha sido lindo ir lanzando canciones y darle a cada una su tiempo.
El proceso de composición para “Cisne Lado Negro” ha sido intenso, porque el año pasado trabajé mucho como baterista de Mon y habían meses que tenía muy poco tiempo libre y no descansé nada. Amaba tanto el proceso de composición y de descubrir lo que quería entregar que incluso a distancia trabajaba junto a mi productor Sinclavi.
Varias veces después de un show llegaba a trabajar en mi disco, a darle una y mil vueltas. Muchas letras las escribí estando de gira, en aeropuertos o en habitaciones de hoteles. Es un disco con aroma a casa, pero con un espíritu muy nómade.
¿Cuándo sientes que es el momento para agarrar una pluma y empezar a escribir? Cancamusa: ¡Siempre quiero escribir canciones! Soy una agradecida de la vida y por eso me encanta escribir letras y poemas. Todo me inspira, es como un estado de alucinación constante. Soy bastante tímida y en la escritura y música encuentro un espacio eterno para crear. Siempre digo que son infinitas las formas y posibilidades, y en ese universo me sumerjo, por lo menos, cuatro veces a la semana para inventar una canción. ¿Alguna vez te has obligado a escribir algo y terminas con un resultado inesperado? Cancamusa: No recuerdo alguna vez sentir que me estoy obligando a escribir, pero sí hay canciones que terminan con un resultado inesperado. Tal vez la mayoría del tiempo (ahora que lo pienso). La mayoría de mis canciones las escribo desde el inconsciente y el resultado de esa liberación siempre me impresiona, porque me ayuda a conocerme más y a escuchar lo que en mi interior habita. Eso me pasó, por ejemplo, con “Invertebrado” y con “Huracán de fuego”. ¿Qué esperas que la gente sienta con tu música? Cancamusa: Espero que la gente se identifique. Todos tenemos un lado oscuro y muchos han tenido vivencias muy similares a las que inspiraron este disco, son problemas de este tiempo. Mis canciones no solo hablan del amor de pareja porque mi vida no gira todo el tiempo en torno a eso. En nuestras vidas ocurren muchísimas cosas y espero que muchas personas encuentren un espacio en mis canciones. Aquí hay un lugar para los que se han sentido desplazados, abandonados, para los que han experimentado el miedo en grandes cantidades, dolor. Sin embargo, el disco tiene aire y esperanza. Espero que junto a este álbum puedan respirar y viajar. Anhelo que con mis canciones piensen, amen, duden y reflexionen.
¿Cómo conceptualizar la idea de un video musical a partir de una canción?
Cancamusa: La música para mi está pegadísima a lo visual. Cuando era niña, buscando e investigando, me di cuenta de que experimentaba algo que se llama “sinestesia”, ya que relacionaba la música con colores y algunas voces con sabores. Entonces cada una de mis canciones tiene un color o una gama de colores.
En relación a esto, sin pensar mucho, cuando hago la canción ya tengo claros los colores de su video y la estética. Cada canción también es muy cinemática. Junto a Sinclavi nos encanta la música para cine, por lo tanto, hay un toque de eso.
Lo que quiero decir en cada canción también lo tengo clarísimo, entonces el trabajo que he hecho con los directores es siempre el de aterrizar, dirigir y ordenar las ideas.
¿Qué tan importante crees que es el arte de un sencillo en las diferentes plataformas de streaming musical?
Cancamusa: Para mí es importante porque es una pista de lo que trata tu canción, pero he observado que no es tan relevante en gran parte de la música que se reproduce masivamente. Pienso que muchísimas portadas responden a algo más superficial y desechable.
Por mi parte, me interesa el equilibrio. Quiero entregar música y arte, algunas veces conceptual y otras más simple.
¿En dónde te sientes más en casa: dentro de un estudio o en el escenario?
Cancamusa: ¡En todas! pero admito que soy casera y que siempre me ha gustado estar creando en casa. Soy de las personas que se levantan y se duchan para volverse a acostar a trabajar o a cantar y tocar guitarra jaja. Pero me gusta mucho grabar e improvisar en el estudio y tocar batería en vivo es la fuerza más apasionante que he experimentado.Amo cantar en vivo y en estos dos conciertos que he tenido me ha encantado vibrar más cerquita de todxs.
¿Cómo transmitir el sentimiento de una canción en el escenario?
Cancamusa: Pienso que es como un viaje en el tiempo: comienza la canción y vienen a ti todas las imágenes que te hicieron escribirla, y cuando escribes sus letras no es difícil expresar el sentimiento en vivo, es algo natural.
¿Cómo fue tu debut en el Festival Catrina?
Cancamusa: Fue muy especial. Me levanté con la idea de pasarlo bien. Fue un gran regalo esa invitación porque no había tocado antes con mi proyecto.
Sabía que no sería tan fácil porque fui la segunda en ese escenario y no probamos sonido y finalmente escuchamos muy mal. Canté casi sin retorno, pero el hecho de saber que era mi primer concierto y que habían personas que estaban cantando junto a mí me emocionó mucho.
¿Si pudieras hacer una colaboración, con un artista vivo o muerto, con quién sería?
Cancamusa: Me encantaría hacer una colaboración con Kevin Parker y Thom Yorke.
Volviendo a Latinoamérica, quiero sí o sí hacer en algún momento colaboraciones con las dos artistas con las que he tocado: Mon Laferte, Javiera Mena y además con Anita Tijoux.
Me gustó esta pregunta, así es que les diré con qué artistas mexicanos me gustaría colaborar: Siddhartha y Vanessa Zamora.
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