Entrevista con Dehd
Jason Balla, Emily Kempf y Eric McGrady irrumpían durante 2016 en el panorama de sonidos norteamericanos, lanzando flechazos de indie garage y presentándose como una de las propuestas más interesantes provenientes de la llamada ciudad de los vientos. Cinco álbumes, innumerables presentaciones internacionales y una marejada de dehd-heads después, el triplete tomaría por sorpresa el mundo post pandémico con el lanzamiento de ‘Blue Skies’ vía Fat Possum Records, entregándonos un larga duración con trece pistas que abarcan desde la suavidad del psych pop hasta la la efervescencia voltaica en cada una de las cuerdas, todo teñido de un más que necesario discurso optimista al cierre de estos últimos años.
A poco más de dos meses del lanzamiento del LP, conversamos con Balla para obtener una mirada mucho más profunda del reciente material de estudio, reflexionando sobre el momento vivido por los integrantes durante la composición, las temáticas abordadas en cada track y lo vívidamente humano reflejado en esta nueva etapa para la banda.
¿Cómo te sientes hoy Jason?
JB: Me siento genial de hecho, es un día hermoso y recién llegamos del tour. Hemos estado disfrutando de por fin estar en casa.
No imagino lo contrastante que debe sentirse, tras vivir en confinamiento durante los últimos años, vuelven a ver la luz del día justo antes de cada show, solo para estar en casa otra vez antes de reanudar la gira.
JB: Es extraño. Básicamente y, hasta antes de la pandemia, habíamos estado de gira cerca de siete años seguidos. Con la mayor parte de mi tiempo gastado entre autopistas, volver a casa es asombroso. Amo tocar en vivo y viajar, pero justo ahora solo quiero darme el tiempo para preparar la cena, relajarme, leer algunos libros y tener un hogar. ¿Diría que ‘Blue Skies’ nació de esta sensación doméstica exacerbada?
JB: No lo sé, creo que en parte sí pero al mismo tiempo fue escrito durante confinamiento, es más una reflexión sobre dónde estamos hoy. El álbum trata sobre mantener la esperanza, sentir que las cosas pueden cambiar, saber que puedes atravesar algo, mantener el optimismo en todo sentido. Justo ahora parece que podemos ser felices, al menos un momento [ríe], disfrutar del verano o lo que sea.
Me alegra saber que mantienes ese espíritu frente al día a día.
JB: Lo más bello de todo esto es que, quizá, algún día, estemos frente a frente hablando de esto ¿sabes?
Sería genial tener una visita de Dehd en el futuro cercano.
JB: Es un sueño para mí, Ciudad de México encabeza la lista de lugares a los que me gustaría ir.
Volviendo al tema del lanzamiento, creo que es claro el esfuerzo que representa la creación de un disco, pero ¿cómo sientes que se transforma una vez que todo ese trabajo sale al oído público?
JB: Disfruto mucho el pasar tanto tiempo grabando, trabajando en los arreglos y resolviendo este gran rompecabezas sonoro en general. El reto con la producción es poder encajar todas estas piezas juntas y hacerlas sonar lo mejor posible. Ahora que el álbum está afuera siento que mi trabajo está terminado y podemos dedicarnos exclusivamente a tocar las canciones y pasar un buen rato sobre el escenario. Al empezar a dar shows, las mismas canciones comienzan a transformarse para ser algo más por sí mismas, tocadas en vivo, se trata de descubrir cómo cambia cada una al pasar de tocarlas en un cuarto, solo para nosotros, a hacerlo sobre un escenario, con todas estas personas frente a nosotros. Me gusta pensar que los conciertos son el momento más íntimo entre la música y el escucha, todas esas personas reunidas para compartir desde lo genuino ¿cómo lo han vivido durante estas últimas fechas?
JB: Creo que nos apoyamos mucho en la idea de hacerlo humano, imperfecto. Dar un buen show no significa necesariamente acertar todas las notas, es sobre transferir toda esta energía, sentirla fluyendo entre nosotros.
¿Cuál ha sido su canción favorita de ‘Blue Skies’ para tocar en vivo?
JB: Creo que justo ahora sería “Empty in My Mind”, es la que más cambió desde que la escribimos hasta su versión final, tuvimos que volver sobre nuestros pasos para saber cómo interpretarla. Escribimos todo nosotros tres en el mismo cuarto, después de aplicar montañas de posproducción debemos sentarnos a descifrar cómo llegaremos a ese sonido de una manera humanamente posible. Para este tour hemos estado haciendo el soundcheck con ella y hay partes en las que debo preparar ciertas secuencias, siempre aparece algún pequeño detalle que me impulsa a reorganizar ciertos otros, repetimos el soundcheck en este loop hasta acercarnos lo más posible al sonido de la grabación. Un gra rompecabezas reinventándose a sí mismo.
Hablando de esta naturalidad evolutiva ¿cuál era la idea original del álbum y cómo fue cambiando mientras se desenvolvía?
JB: Creo que no lo habíamos preconcebido como tal, es más una síntesis de dónde estaba cada uno de nosotros en ese momento; con qué estaba lidiando, qué estaba haciendo Emily, cómo se sentía Eric, qué sucedía en nuestras vidas en general. Supongo que fue algo bastante fortuito, cada uno pasaba por cosas realmente distintas pero nuestra trayectoria íntima era parecida. Volvimos a escribir tras detenernos debido a la pandemia haciendo que todo fuera fresco otra vez. Diría que esa chispa se tradujo de una u otra manera a la música, lo bien que se sentía subir el volumen tras pasar todo este tiempo encerrados en silencio. Jamás he hecho algo así, pero mi sueño es presentarnos con nada más que un kit de batería conectado directo al PA, sería asombroso sentir todo ese sonido en un concierto. Esta sensación de emoción constante por volver a la música fue lo que tratamos de plasmar en ‘Blue Skies’. Si bien el nivel de energía se mantiene bastante alto al correr del tracklist, hay algunas canciones que destacan por la suavidad con la que golpean la salida del auricular ¿Qué me puedes decir del sonido en “Palomino” o “Control”?
JB: “Palomino” es una de las canciones con las que más me involucre y de la que más orgulloso me siento. La escribimos en nuestro último día de estudio, con media hora de diferencia entre haber aterrizado la estructura y trackear cada instrumento, fue como “Ya, esto es la canción, está lista”. Con “Control” fue algo muy similar, ambas terminaron siendo los puntos más suaves de todo el disco. Para este material realmente traté de empujarme en cuanto a lo vocal, cantar mejor, confiar más en mí. Honestamente, estar en la banda junto a Emily es lo que me ha impulsado, todos comentan continuamente lo genial de su canto y el rango vocal que alcanza, me hace querer explorar de lo que soy realmente capaz. “Palomino” también muestra esa faceta de mí.
Tomar riesgos
JB: Totalmente, algunas personas dijeron cosas como “Hey, hicieron exactamente lo mismo”, no estoy seguro de si siquiera hayan escuchado el álbum. Realmente no sé qué más quieren que hagamos.
Hablando de las motivaciones detrás de ‘Blue Skies’ ¿cómo vivieron el momento de su composición?
JB: Bueno, Eric es muy reservado, nos hace saber lo que siente apareciendo de un día para otro con alguna canción nueva, “Bien, así estoy justo ahora” [ríe]. Diría que Emily pasaba por un período de autodescubrimiento, redefiniendo conceptos como lo romántico y el papel que juega en su día a día. En lo personal, vivía toda esta serie de cambios a raíz de mudarme con mi novia; la ligereza de lo doméstico, los diferentes estados de una relación a largo plazo, compartir espacios con alguien a quien amas y, al mismo tiempo, estaba el lado más áspero de toda esta etapa. Sentir como familiares, amigos y miembros de la comunidad musical fallecían, nada relacionado el COVID, solo una serie de malos tragos en un breve periodo de tiempo, además de la dificultad de mostrar apoyo por la imposibilidad de estar físicamente presente. Tuve mucho tiempo para procesarlo pero seguía siendo un momento muy extraño para estar vivo, sentir toda esta felicidad sucediendo en una parte de mi vida a la par de todas estas pérdidas. Creo que de una u otra manera lo que hacemos dentro de la banda trata de reflejar el balance de lo cotidiano, las cosas pueden ir muy mal y muy bien al mismo tiempo, es parte de vivir.
Siendo el amor una de las temáticas principales dentro del disco y con toda esta nueva etapa en tu relación ¿cómo dirías que ha cambiado tu concepto de amor?
JB: Creo que sigo averiguándolo, uno de los puntos centrales del amor es que pasas la vida aprendiendo qué significa realmente. Justo ahora solo trato de esforzarme por ello, poner mi fe en él. Cuando crees en el amor, existe para ti, es uno de esos poderes mágicos que todos tenemos. No sé si las personas hagan esto pero, es realmente sencillo quedarse esperándolo, aún así, si te acercas al mundo con amor es muy posible que lo encuentres de vuelta. Lo siento en mi relación pero también con las personas que me rodean, con mi comunidad, pienso en ello justo ahora y me parece aún más claro. Al estar de tour formas vínculos con las personas que viven en cada lugar al que visitas, volver a verles tras estos dos años me hizo darme cuenta de la gran parte de mi vida que es cada uno de ellos y lo fácil que puedo perderle de vista.
Creo que el concebirlo desde un sentido mucho más extenso brinda un punto de vista único para todo lo que te rodea, el mundo parece mucho menos aterrador.
JB: ¡Sí! Me hace sentir que la realidad es un poco mejor.
Ha sido genial poder conversar contigo Jason, para cerrar la entrevista ¿cómo se ven los próximos meses para Dehd?
JB: Diría que con un montón de shows, alrededor del mundo. Con suerte, México muy pronto. Al mismo tiempo me emociona empezar a componer un nuevo álbum, sé que acabamos de terminar este pero creo que todo lo que está por venir nos guiará inevitablemente a hacer nueva música, un disco aún mejor.
¿Algo más que quiera agregar para los lectores de Vibras?
JB: Ha sido una plática muy linda, gracias por todo.
Gracias a ti, nos escuchamos pronto.
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