Entrevista con Circuit des Yeux
- Lilith Jaime
- 4 jun
- 7 Min. de lectura

La expresión Circuit des Yeux viene del francés y significa simplemente circuito de los ojos. Sin embargo, para Haley Fohr, es más que una frase. Es su proyecto musical lleno de complejidades sonoras y temas relacionados a la condición humana. Desde 2011, sus trabajos entorno a este nombre artístico han abarcado géneros como el lo-fi y jazz, hasta lo clásico y experimental, teniendo álbumes que han sido aclamados por la cítrica como ‘In Plain Speech’ (2015) y ‘Reaching for Indigo’ (2017).
Este 2025, Circuit des Yeux vuelve más fuerte que nunca con su nuevo álbum ‘Halo On The Inside’. Si bien, algunas plataformas de streaming de música definen este disco como una experimentación con la oscuridad y ritmos industriales distorsionados, la realidad abarca más que esa descripción.
En esta ocasión, tuvimos la oportunidad de hablar con Fohr acerca de lo significativo que fue para ella hacer este material, los cambios que hubo en su vida y el viaje conceptual que emprendió para poder concretar su sexto álbum de estudio.
Hola, Haley. Encantada de conocerte. Gracias por estar con nosotros en esta ocasión. ¿Cómo te sientes ahora que tu álbum ya está allá afuera?
HF: Hola, Lilith. Siento que estoy del otro lado de este gran secreto que estuve guardando. Se siente liberador. Estoy muy feliz al respecto.
Me alegra escuchar eso. De hecho, cuando vi la portada de tu disco, me intrigó mucho el ver distintos elementos oscuros. Al instante pensé que probablemente este material se trataba de algo profundo, en términos conceptuales.
HF: Creo que el álbum encapsula una fase de mi vida. En estos últimos tres o cuatro años he estado pensando en reformular mis relaciones con los humanos, y de alguna manera experimentar con la idea del amor en todas sus formas a través de lo platónico, romántico y entre especies, es decir, en como lo animales me hacen sentir. Básicamente, intentar abrirme con extraños, incluso en ese aspecto íntimo y afectivo. ¿Cómo fue incorporar todas estas nuevas cosas en tu proceso para concebir el álbum? ¿Tenías claro hacia donde querías ir?
HF: Lo tengo un poco borroso en la mente. Me mudé a un nuevo apartamento, y mudarse siempre es un reto. Te hace reflexionar sobre el valor de las cosas que te rodean. Y una vez que estuve en el nuevo entorno, estaba bastante vacío. Tuve que aislarme en el sótano y, básicamente, hice sesiones de cuatro horas tratando de cantar y crear algo. Fue un proceso muy basado en la improvisación. Trabajé con Andrew Broder, quien me dio muchos ritmos, y yo simplemente los escuchaba y repetía palabras y cosas para mí misma, hasta que, poco a poco, esas canciones empezaron a tomar forma.
Concuerdo contigo en el hecho de que mudarse puede ser complicado, pues dejamos muchas cosas atrás. Tomando en cuenta que este evento trascendió en los momentos de creación, ¿qué emoción se mantuvo contigo cuando escribías para este álbum?
HF: Sentía que no tenía una dirección clara. En el pasado, cuando hacía algo, tenía una idea en mente e intentaba crearla. Está vez, todo fue muy exploratorio. No es una emoción como tal, pero así me sentí.
¿Tienes alguna canción en específico que mejor refleje esto que comentas?
HF: Creo que “Anthem of Me” fue la más sorprendente de hacer y refleja bien mi trayectoria, desde principio a fin, al hacer este disco y de la confianza que creció en mí mientras lo grababa. Aparte de rodearte de un ambiente nuevo, musicalmente, ¿influyeron algunos artistas en ti para consolidar el sonido de ‘Halo On The Inside’?
HF: Me encanta Bauhaus, Cocteau Twins y Siouxsie and the Banshees. También escuché mucho a Charli XCX, me encantan sus más recientes trabajos. Y fui al concierto de Depeche Mode. Fue extraño porque pude verlos en el soundcheck por accidente. Así que los escuche tocar en un recinto vacío.

En esta misma línea, este nuevo álbum es distinto en términos de sonidos. ¿Cómo sucedió está evolución y cómo encaja en toda tu trayectoria?
HF: Mi música siempre ha sido episódica. Se siente como si cada track fuera una pequeña película, más que una canción de pop. Me gustan mucho las texturas y creo que eso se conserva en este álbum. Aunque, lo que verdaderamente es distinto es que no hay una guitarra acústica, cuando ese solía ser mi instrumento principal.
Igual donde conecta y desconecta con mis trabajos pasados es en la emoción. Mi música siempre ha sido misteriosa y oscura, pero en esta ocasión dejé que fluyera. No me guardé nada y creo que esa es una gran diferencia.
Entonces, ¿este disco refleja tu personalidad actual?
HF: Creo que refleja una parte de mi personalidad. Suelo ser seria cuando se trata de mi música. Soy una pensadora existencial y mis emociones son mi más grande herramienta, pero también soy una relajada y divertida. Si estoy en un grupo, usualmente soy la menos seria.
Mencionaste que lo más distinto de este álbum fue que dejaste que fluyera sin limitantes. ¿Esto en particular te causó alguna complicación al momento de grabar?
HF: Mientras más tiempo paso en la Tierra, más difícil se vuelve terminar las cosas. Siempre hay un momento en el que estoy creando algo y pienso que es terrible. Me pasa con cada álbum. Creo en ello, y luego, algo cambia y pienso: “Oh, Dios mío, quiero borrar todo esto.” En el pasado, simplemente seguía adelante a pesar de eso. Pero esta vez, decidí tomarme un descanso: salía a bailar, comía pastel, quizás le enviaba algo a algunos amigos, y ellos me decían: “Esto está genial. Tú eres genial.” Y, bueno, me alegra no haberlo borrado, aunque esos momentos de duda estuvieron ahí.
He visto que algunos músicos se enfrentan con la duda de saber si lo que hacen está bien o mal hecho. Por lo que me cuentas, en ocasiones es tu caso. Noté que The Washington Post, así como otros medios, halagan tu trabajo. ¿Crees que estas diversas opiniones influyen en ti a la hora de trabajar en tu música?
HF: Sí influye en mí, simplemente, porque llevo haciendo esto desde hace mucho tiempo. Es, ya sabes, una conversación con la gente. Trato de protegerme cuando puedo, pero es difícil. Es un proceso de aprendizaje, porque parte de la retroalimentación que recibo puede ser negativa, como con cualquier proyecto. Así que, aprender a proteger ciertas partes muy privadas y personales de mí me ayuda a ser más abierta en mi arte y mi música. Sí pensé en la gente al hacer este álbum, como lo he hecho antes. En particular, en la manera en que puede ayudar a las personas. Así que espero que eso se traduzca.
Me parece muy sano que, pese a que intentes protegerte de la negatividad, estés abierta a aprender de esta para ser mejor. Un tipo de resistencia moldeable. Y hablando de resistencia, la canción que abre tu álbum –“Megaloner”– habla justo de este concepto, así como del destino y la fe. ¿Estos temas nos dan una buena introducción al resto del disco? ¿O abordas más allá de estos?
HF: Hay varios temas, pero esos son motivos recurrentes. La fe es, en cierto modo, esta idea de hacer lo mejor que puedes y soltar lo que no puedes controlar. Así que, de alguna manera, es un camino predeterminado, pero también es una forma de liberación.
¿Cuál es la canción que mejor representa esto? ¿O con la que más te sientes conectada?
HF: “Skeleton Key” es quizá la canción que más se apega a la esencia del proyecto en general. Es muy personal.

Si nos vamos hacia el otro extremo, el último track es completamente instrumental. ¿Por qué decidiste cerrar este viaje de esta manera?
HF: Bueno, para mí es algo medicinal. Cuando la estaba grabando con Andrew Broder, tenía unos cólicos muy fuertes. Estaba recostada en un sofá, y él estaba tocando el órgano, y literalmente, me quitó el dolor. Y aunque hay mucho amor en este álbum, también hay mucha lucha, y mi voz lo envuelve todo. De alguna manera, quería darle a la gente la posibilidad de salirse un poco de esa realidad y volver a la nuestra de forma fluida y de una manera más suave, sin un corte brusco.
Es sorprendente que literalmente haya sido medicinal. A lo largo de esta conversación, nos contaste partes muy personales de la concepción de este disco. Fue un camino de experimentación y liberación. No dudo que este trabajo haya sido un logro más para ti. En este sentido, ¿hay alguna canción de la cual te sientas más orgullosa de?
HF: Estoy muy orgullosa de “Megaloner”. Creo que es una canción muy fuerte por el minimalismo que hay en ella. Hay un par de ideas y melodías intensas que no modifiqué demasiado. Estoy orgullosa de eso.
Creo que demuestra la confianza que creció en ti, como lo mencionaste antes. Por último, ¿qué sigue para Circuit des Yeux?
HF: Me iré de gira. En abril y mayo saldré de gira con un pequeño show de luces y una banda completa. Para mí, es la gran recompensa. Me encanta tocar música en vivo y cantar. No tenemos fechas en Ciudad de México por ahora, pero ya he tocado ahí antes, y realmente espero volver con este álbum. Es un país hermoso, una ciudad hermosa, y estoy cruzando los dedos por regresar.
¡Gracias! Mantendremos los dedos cruzados nosotros también. Teóricamente, la pregunta anterior era mi última, pero ahora que mencionas tu gira y lo feliz que estás por esta, ¿hacer tours contribuye a tu manera de hacer música?
HF: No creo que lo haga. Más allá de eso, creo que con este álbum quería hacer canciones que tal vez podría tocar en festivales o algo así. Creo que fue parte de mis pensamientos en el proceso.
No podemos esperar a escuchar esas canciones en un show aquí en México. Muchas gracias por hablar con nosotros hoy.
HF: Gracias a ti. Hasta luego.