Entrevista con Built To Spill
Doug Martsch hizo realidad el más grande y ambicioso sueño de su carrera con Built To Spill, pero también el de su vida personal al integrarse a las filas de Sub Pop Records para el lanzamiento de su noveno disco de estudio.
En Vibras, por supuesto, no pudimos dejar pasar esta oportunidad y en una grandiosa charla con Martsch platicamos sobre la importancia de ‘When The Wind Forgets Your Name’, la política, la pandemia, las muchas maneras de entender a la música, y de los muchos caminos por los que esta nos conduce cuando le cedemos nuestro poder.
“It's never how you remember, It's never quite the truth It's never enough to get there, It's never enough for you” — Never Alright
Estamos muy emocionados con la llegada de este disco y con la noticia que involucra a Sub Pop Records, pero para poder abordar todas las cosas que te queremos preguntar, creo que lo mejor es ir por partes. Primero dinos, ¿qué piensas acerca de ‘When The Wind Forgets Your Name’ y qué sucedió con la banda en todo este tiempo que transcurrió entre el disco y ‘Untethered Moon’ (2015)?
DM: Definitivamente el disco estuvo influenciado por la pandemia. Comenzamos a crearlo cuando la pandemia se desató y, ya sabes, creo que algunas personas corrimos un mayor riesgo de perder la cabeza, pero al final es bueno ver que todo nuestro trabajo llegó a un buen puerto.
En lo personal puedo decir que no estaba siendo feliz y que mi mente no era el mejor lugar que habitar, así es que no sé si el proceso de producción lo disfrute o si solo dejé que mis impulsos me guiaran, pero ya sabes, cuando algo funciona lo haces aunque tú no tengas el mejor ánimo del mundo para notarlo a la primera instancia. Por otra parte, yo me sentía muy solo, creo que no me divertí tanto en la grabación de ‘When The Wind Forgets Your Name’ como lo hice en otros materiales, pero tampoco puedo negar que hubo momentos en los que me tocó la inspiración y vaya, esos fueron los instantes más grandiosos del álbum porque fueron como ver la luz… Por lo demás creo que solo me sentí como si tuviera que trabajar por trabajar.
Pero es que es importante mencionar que además de la pandemia, que fue un reto mental para todos, Built To Spill lleva 13 años haciendo música y 13 años dedicándose a lo mismo no suena a nada sencillo… Ahora que la grabación del disco terminó, ¿dirías que te sientes emocionado con las posibilidades de estar de gira o de seguir creciendo, musicalmente hablando?
DM: Sí, lo cierto es que todavía me emociono cuando entro al estudio porque de verdad me encanta estar ahí. Amo mucho esa intimidad, es algo genial entrar a hacer música y perderte durante horas en las melodías, y no lo sé, supongo que con ‘When The Wind Forgets Your Name’ los obstáculos estuvieron más relacionados a las circunstancias que al hecho de hacer música como tal… Este disco lo grabé solo, en casa, no hubo retroalimentaciones, conexiones, tiempos de interacción con otras personas y no, en definitiva no fue algo tan divertido, sino que se sintió más como un aislamiento obligado, pero eso no le quitó lo genial al hecho de “volver al estudio”.
También amo tocar en vivo, me encanta ver a las personas en torno a la música, conocer a gente nueva que está haciendo cosas increíbles con sus proyectos y también me enloquece la música porque ella significa mucho para mí.
“Siento que todavía me emociono al momento de saber que trabajo haciendo música, pero también he notado que cada vez tengo menos ideas nuevas… Eso me hace sentir menos entusiasmado conmigo mismo aunque no me desánimo del todo… Hacer música es un reto que me lleva a conocer nuevas personas, nuevos géneros, nuevos estilos y al final, a encontrar nuevas formas de expresarme…”
… Esto de la innovación me viene bien después de un momento tan abrupto como lo fue la pandemia de estos últimos años.
¿Qué es lo que más te marcó —o traumó— de trabajar un disco en solitario sabiendo que afuera había una pandemia que aterrorizaba al mundo?
DM: Lo más desagradable fue trabajar solo porque nunca lo había hecho así. En todos mis años de carrera nunca había tenido que grabar todo yo solo y aunque he hecho pedacitos de cosas o mezclas y melodías, en esta ocasión tuve que empezar desde unir pequeñas grabaciones hasta darle forma a todo mi material… Hacer un disco en solitario, con todo lo que esa palabra representa, no es divertido bajo ninguna forma [ríe]...
Pero además no solo es un disco que se suma a tu carrera, sino uno que por su propia naturaleza está cargado de introspección e intimidad… A nosotros, como fans, el lanzamiento de un nuevo álbum de Built To Spill nos cayó como un balde de agua helada y por eso quisiéramos preguntarte, ¿cuál dirías que es la esencia de ‘When The Wind Forgets Your Name’ si tuvieras que definirla en una palabra?…
DM: Sinceramente, no sé si realmente la tenga porque he llegado a pensar que para mí los discos son más un registro de muchas canciones que me atravesaron en un momento de mi vida, que algo más complejo.
Creo que incluso las canciones son parte de una gran canción, pero a menudo tampoco sé si están conectadas, si tienen un propósito o si solamente son pedazos de melodías, ideas y formas que me tomaron y salieron de mi cuerpo en forma de música… Nunca me ha apetecido registrar lo que sucede con mis emociones, mente y creaciones de una forma obsesiva, así es que supongo que lo que he hecho en todos estos años quizá tenga un gran simbolismo o mensaje oculto, pero para mí solo son un montón de pequeñas cosas y fragmentos de música, emociones, palabras e ideas sucediendo en un mismo tiempo, y a la vez esa fusión de muchos elementos es lo que une a la música que creo. Supongo que la magia de la música es saber que todo se hizo al mismo tiempo….
¿Y qué dirías que hace Doug Martsch When the wind forgets his name…?
DM: …Bueno supongo que me pongo un abrigo para que el mundo no se sienta tan frío como podría parecerlo a simple vista [ríe]…
Este material está repleto de colaboraciones y cuando investigamos sobre él descubrimos que muchas de sus influencias provinieron de Brasil, aunque tú no tienes ni la menor idea de cómo hablar en portugués… ¿Cómo decidiste a qué tipo de artistas y músicos querías para esta producción?
DM: Supongo que me encontré con estos brasileños porque necesitaba una banda y teníamos un concierto en Brasil. Allí las cosas conectaron y después de dar varios shows me dí cuenta de que me gustaba mucho su música, la forma en que la tocaban y el ambiente que creaban, entonces lo platicamos y decidimos hacer una gira en la que pudieran acompañarnos. Esta duró un año y en ese tiempo me di cuenta de que necesitaba hacer más cosas a su lado…
Realmente me encantaban sus propuestas, su producción y los discos que habían hecho. Sus melodías, sus letras, su esencia, incluso el cover de sus discos, así es que les platiqué la idea y decidimos hacer una colaboración como músicos y productores. Sobre el idioma, vaya, mentiría si dijera que esto no fue un reto, pero al final del día creo que encontramos la forma de comunicarnos y todo se desarrolló muy bien.
Para muchos músicos de habla inglesa es muy exótico experimentar con los sonidos latinos y para otros la experiencia puede llegar a ser tan abrumadora que dedican varias producciones a este tipo de música… ¿Cuál es tu opinión sobre el haber fusionado el estilo de Built To Spill con Brasil?
DM: …Definitivamente fue algo innovador y especial para la música porque creo que es maravilloso abrirse a nuevas propuestas, sonidos y sensaciones que terminan creando música nueva.
Para mí por supuesto que fue toda una experiencia ir a Brasil y podría definirlo como exótico, ¿por qué no? [ríe] Sin embargo me dí cuenta de que aunque en ese país hay una cultura completamente distinta a la mía, me encontré con personas con las que tuve muchos aspectos en común… Había muchas personas de Idaho y gente del noreste, de la costa oeste y ese tipo de cosas.
Aunque fue exótico y diferente, agradezco no haberme sentido tan perdido al estar lejos de casa…Lee, el baterista y productor, apenas habla inglés. Yo no sabía nada de portugués cuando llegué a su país, así es que fue muy emocionante y bonito encontrar las formas de comunicarnos y que estas personas fueran las mismas con las que me relacioné por más de un año tanto en lo musical como en lo personal… Fue interesante y fue lindo. Me siento feliz de haber podido vivir todas estas otras formas de hacer música…
Además de las evidentes nuevas formas de comunicarte, ¿qué enseñanza dirías que te dejó toda la elaboración de ‘When The Wind Forgets Your Name’ ahora que estos momentos forman parte de tu pasado y el de la banda?
DM: …[ríe] ¡Claro!, aprender a hablar portugués fue todo un tema y debo confesar que me esforcé mucho por hacerlo… Luego me quedé sin tiempo para el idioma porque me sentí tan ocupado con la música que cuando menos lo noté, ya no tenía espacio para nada más que no fuera ella… Además creo que es difícil aprender cosas nuevas cuando tienes 50 años porque tu cerebro se vuelve un tanto duro e inflexible… Tampoco puedo oír tan bien como lo hace una persona joven, y por eso diría que incluso hay veces en las que es difícil que los nuevos idiomas o conocimientos no supongan un reto o incluso lleguen a gustarme…
Con el portugués realmente lo intenté duro y durante un tiempo, luego me di por vencido. Y ya que tocamos el tema, pienso que es importante mencionar que esas diferencias entre vocales, los sonidos vocales y otras formas de pronunciar una letra, crear palabras y oraciones son algo aterrador y fascinante [ríe]...
…Ahora bien, sobre la música creo que la mayor enseñanza fue la que te mencioné antes; el encontrar nuevos caminos de crearla y darse cuenta que estos nacen de algo tan lindo y especial como un momento en el que dos personas buscan la mejor forma de comunicarse.
Built To Spill es una banda con una trayectoria impresionante y son considerados un gran referente para decenas de artistas… ¿Qué piensas sobre esto y qué podrías contarnos sobre tu relación con la música?
DM: Bueno, se sabe que comencé a hacer música hace mucho tiempo atrás y supongo que eso te da una especie de reconocimiento… Cuando empecé a tocar lo hice porque simplemente amaba la música. Era un adolescente, me encantaba escucharla y crecí cuando todos tenían su propia banda…
…Así conocí a un grupo de personas que estaban montando sus propios sets y estaban buscando la forma de crear sus propios discos sin ayuda de las grandes industrias. Era la escena del punk rock DIY y yo estaba fascinado, quería aprender más sobre ese mundo y por alguna razón, a la par estaban mis dibujos y otro tipo de arte… Lo mío siempre fue dibujar así que cuando empecé con la guitarra tuve que hacer una elección y entonces decidí que en la música era una especie de “mejor artista” que en lo visual y me dejé llevar.
Digamos que entre la música y el dibujo, mi mente eligió a la música y de pronto me encontraba teniendo ideas brillantes sobre cómo podría sonar un instrumento o la letra de una canción si le añadía algún tipo de melodía.
“Si he de ser honesto, al principio solo hice música por diversión pero nunca fuí muy bueno, nunca creí que llegaría a serlo... Yo solo quería tocar en una banda...”
…y quizá después lograr que alguien nos pagara una grabación estar en un sello discográfico e ir de gira, pero no quería que pagáramos por tener que pasar parte de nuestro tipo en un estudio… Eso fue todo, así que pensé que Warner era una buena opción, después perfeccioné las letras y al final convertí todo este sueño en un trabajo real que me ha dejado una carrera de muchos años, pero estoy seguro de que nada era parte del plan [ríe]. Estoy agradecido, pero no imaginaba que este tipo de cosas pasaran e incluso hay situaciones que aún son increíbles y difíciles de asimilar.
Dentro de la historia de Built To Spill han habido momentos en los que no tengo ni la menor idea de su historia, es decir, de cómo surgieron o de cómo fue que llegué a ellos… Hay situaciones de las que no tengo en claro lo que estaba haciendo o si estaba siguiendo una serie de pasos para llegar a un fin y cuando me preguntan sobre ellos únicamente puedo decir “solo pasó” porque en realidad eso fue lo que sucedió… También hubo ocasiones en las que estuve seguro de que iba a tirar la toalla, en las que pensé que todo había terminado, pero eso no pasó y ahora estamos aquí con nuevas cosas que enfrenta o asimilar, y creo que es lo más emocionante que podría estar viviendo en este preciso instante.
“Desde hace tiempo me he sentido muy cómodo y confiado sobre lo que estamos haciendo con la banda, y me siento afortunado de poder hacer de esto, de la música, un trabajo duradero y seguro…”
Antes de hablar sobre los éxitos que ‘When The Wind Forgets Your Name’ trajo para ti y Built To Spill, por favor háblanos sobre el arte del disco…
DM:... Bien, la portada está inspirada en los cómics de Alex Graham porque tiempo atrás, en la pandemia, me obsesioné un poco con ‘Dog Biscuits’, un cómic que él tenía en línea, y entonces me fijé más a detalle en su trabajo a través de Instagram.
Aunque la historia es muy buena, la parte visual fue lo que me encantó y por eso busqué a Alex. Comenzamos a tener contacto y le platiqué sobre mi idea de poner sus obras sobre la portada de nuestra música y al final accedió. Yo quería encontrar a un artista que se llevara bien o encajara con el concepto “When The Wind Forgets Your Name” y ella lo hizo de una forma muy natural. No quería ser tan pretencioso como para decirle qué era lo mejor para el arte, y por eso solo le di pequeñas ideas sobre lo que quería: mucho color, una yuxtaposición con el título… Yo estaba enamorado de Alex y de su trabajo, así es que terminé pidiéndole que solo creara algo para la banda. Recuerdo que primero hizo el boceto de algunos diseños, y después me dijo que sí, que estaba emocionada por el cover y acordamos las fechas de entrega para el disco.
Yo seguía pensando en cuál podría ser la portada, pero con Alex llegué a sentirme tan confiado que solo lo dejé en sus manos y luego sentí que lo que se le ocurrió fue perfecto. Aunque me pidió dirección y retroalimentación, al final preferí dejarla crear lo que quisiera crear y ella siguió enviando cosas en las que trabajó… Yo seguía diciéndole que me encantaba todo lo que hacía, y luego se terminó, el disco estaba listo y teníamos una portada perfecta. Prácticamente todas las ilustraciones de ‘When The Wind Forgets Your Name’ fueron ideas suyas.
¿Te gustaría que existiera un cómic sobre la historia de Built To Spill o la tuya, Doug Martsch?
DM: No lo sé. No soy una persona muy interesante… Ni siquiera estoy hecho para narrar una historia aburrida [ríe] sin embargo creo que podríamos usar algunos discos, unas cuantas giras… Pero no, definitivamente no hay nada en donde se pueda encontrar drama ni creo que haya muchas cosas interesantes en nuestra historia como para tener un cómic… Con suerte, y es en serio cuando digo que con suerte, creo que el que tengamos nuestra música ya está bien, pero eso es todo.
Bueno, ¿y qué hay de crear la banda sonora para un apocalípsis en el que, no lo sé, un virus mutante originario en China fuera el responsable de terminar con la humanidad?...
DM: Oh no… Creo que optaría por el silencio y después la nada. Quizá solo el registro del sonido, estas intermitencias extrañas, pero preferiblemente el silencio… Creo que eso sería lo ideal.
Además de que en plataformas como YouTube o Spotify tienes a medio millón de personas escuchándote cada mes, y a disqueras como Sub Pop Records sumándote a sus filas, esto último representa un sueño hecho realidad para ti y para la banda… ¿Qué le dirías al Doug Martsch que solo quería tocar en una banda después de todos estos éxitos?
DM: Sigue siendo algo tan emocionante que solo le diría “¡ESTÁ BIEN, LO ESTÁS LOGRANDO!” [ríe] o algo similar… Nuestra charla se centraría en que supiera que aún podemos lograrlo ¿sabes?, y es que eso es lo que me sorprende; no es que finalmente obtuviéramos la etiqueta de ser buenos músicos o que fuéramos recibidos en Sub Pop Records, sino que nosotros, es decir, yo aún puedo hacer música ¡y tengo 50 años, es una locura! Tengo música para el resto de mi vida, hago música para ganarme la vida y no me imagino haciendo otra cosa que no sea entrar al estudio y seguir haciendo más y más y más sonidos para esta banda…
¿Y cuál es el origen de esta fijación por Sub Pop Records?
DM: Hay muchas razones, pero creo que la principal es por las personas que están en esa disquera…
Me gustan las personas que trabajan en Sub Pop, lo que piensan de la música, lo que hacen por y con ella, hay viejos amigos, gente maravillosa que tiene propuestas increíbles… No lo sé, creo que esa pasión y compromiso por la música son algunas de las cosas más importantes para mí, porque de cierta manera me conecto con ella de la misma forma en que lo hace la gente de Sub Pop, y además el legado del sello es, bueno, impresionante y tan importante para cualquier banda como para mí lo es la gente detrás de él.
Entre los cambios más desorbitantes que nos trajo la pandemia podríamos enlistar la cancelación de conciertos, festivales y la gigantesca pausa que esto representó para la industria… ¿Extrañaste estar de gira?
DM: ¡Claro!, es una de las cosas que más disfruto junto a Built To Spill y me parece que fue muy impresionante la forma en que todo se detuvo de un día para otro. Yo me tomé el tema de la pandemia muy en serio y de repente dejé de ver a mis amigos, vivía solo, me aislé… Luego hicimos algunos “conciertos” a través de Zoom, pero por supuesto no fue lo mismo…
¿Y podríamos hablar de una gira por Latinoamérica en un corto tiempo, o los fans tendremos que esperar un poco más para verte de nuevo sobre el escenario?
DM: La planeación de una gira puede ser compleja, pero por supuesto que tenemos a Latinoamérica y a México contemplados en nuestra ruta… Por ahora ciertamente no estamos organizando nada, pero ya estamos comenzando a generar ideas sobre qué lugares nos gustaría visitar, qué tipo de show quisiéramos dar y cómo deseamos que sea este reencuentro…
En Wikipedia hay una infografía muy divertida sobre Built To Spill en la que se muestra en una línea de tiempo a los artistas y músicos que han entrado y salido del proyecto… Respecto a esto, ¿tienes o has tenido algún problema con que sean varias las personas que han pasado por la banda?
DM: Siempre he pensado que me gusta que las personas tengan la libertad de irse del proyecto cuando mejor lo sientan y respecto a mí, ¿qué puedo decir? Soy el miembro más antiguo y estoy feliz de ello porque me deja sentirme orgulloso de nuestros cambios y de todo lo que hemos logrado desde 1995 o 1996…
El hecho de que haya nuevos integrantes en una banda es algo que le inyecta frescura y dinamismo a la música. A mí me parece algo muy emocionante y en particular estoy muy feliz de encontrarme trabajando con Teresa y Melanie porque no podría imaginar que Built To Spill fuera de otra forma en este momento.
“No puedo pensar en un solo momento específico de la banda en el que haya sido plenamente feliz porque, por fortuna, todo este viaje ha sido maravilloso. Tampoco puedo elegir un pináculo como el mejor de todos porque hemos vivido tantas cosas que jerarquizarlas sería injusto tanto para mí como para Built To Spill…”
¿Qué tanto ha cambiado tu perspectiva sobre la música en todo este tiempo junto a la banda?
DM: Creo que los cambios han sido entorno a nuevas formas de hacer música porque, por ejemplo, cuando era joven me gustaba mucho el punk rock y “lo alternativo” como Dinosaur Jr., Pixies o The Smiths… Hace veinte años me obsesioné con el reggae y el soul, después vinieron otros géneros e incluso ahora, en estos últimos dos años, me he mantenido escuchando diferentes géneros musicales que poco se relacionan entre sí.
Recientemente comencé a escuchar mucho pop y creo que lo que está pasando en esta industria es interesante. Para ser honesto diré que me gusta y que nunca antes había escuchado hablar de algunas bandas que ahora están teniendo un éxito sorprendente.
“Me gustan esas bandas que te despiertan emociones o te provocan reacciones que no esperabas encontrar… Me gusta cuando alguien realmente tiene algo único que decir y en el escenario se ve bien, toca bien, sus canciones son simples y por esa extraña combinación de elementos, logra cautivar a su público como nadie más lo hace…”
No me gusta la música compleja ni las cosas complicadas, así es que disfruto mucho lo que estamos haciendo todos los artistas en este tiempo.
“Si tuviera que elegir la mayor enseñanza que me ha dejado Built To Spill diría que es la de tomarme las cosas con más calma, mantenerme relajado, disfrutar lo que sucede y no tomarme nada demasiado personal ni tan en serio…”
A mi yo del pasado le diría “no te estreses más” porque a veces es bueno dejar que las cosas simplemente fluyan… La vida no funciona cuando quieres tener todo bajo control y dudo que haya algo por lo que vaya la pena arriesgarse tanto que aspectos como tu salud lleguen a comprometerse. Por otra parte, no siento que tengamos la necesidad de llegar a ningún lado ni de correr de un lugar a otro como muchos otros pudieran hacerlo, sino que me siento agradecido con lo que tengo. Si me preguntas qué más estaría genial para Built To Spill yo añadiría unas giras poder seguir haciendo música y ese tipo de cosas.
Para algunos artistas, la música es un lenguaje. ¿Estás de acuerdo con esta opinión?, ¿por qué?
DM: Sí lo creo, por supuesto que sí porque cuando yo escuchaba música de más joven, a veces me daba cuenta de que no estaba escuchando las palabras sino el conjunto de melodías y letra, y eso me transmitía una emoción aunque no estuviera concentrado al cien por ciento en ella. Creo que a la mayoría de la gente le sucede y más entre quienes no son músicos o no tienen la cabeza cargada de teorías sobre acordes, ritmos, notas u otras cosas.
Por otra parte, la música influye a las personas y fluye en ellos. Creo que es su propio lenguaje porque no importa el idioma, sino por sí misma logra impactarte y transmitirte sentimientos que luego se repiten en más y más escuchas, hasta que sucede algo que podríamos definir como universal… Recientemente escucho un montón de música brasileña que está en portugués, pero pese a ello las emociones siguen siendo las mismas porque el sonido de la música no es lo mismo que la letra o una situación en específico… Sabes a qué me refiero… Tenemos a The Smiths. Son una banda que tiene letras deprimentes, pero su música es pop… Cuando los escucho me siento feliz y lo mismo sucedió en toda la generación que creció con ellos…
“La música es a donde va mi mente, no a donde las letras me dicen que vaya”
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