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‘Anak Ko’ de Jay Som


“Música de auriculares” es como Melina Mae Duterte, más conocida como Jay Som, describe el sonido plasmado en su nuevo material Anak Ko, donde encontramos sonidos que nos evocan a una aplastante vulnerabilidad con ritmos de dream pop, pop clásico y funk.

El umbral de este álbum, que también puede denominarse como una libreta llena de destreza, posee armonías orgánicas que emergen de guitarras suaves y férvidas que nos rodean de cambio.

“If you want it” es la apertura que Duterte ofrenda a la metamorfosis de aspiración propia del ser humano, pero apropiándose del protagonismo,llega “Superbike” para destacar por sus acordes simples y la compañía de la confortable voz de Jay.

Para “Peace Out”, el tema tres, nos encontramos un golpeteo de un pandero y un estallido de guitarras vidriosas que relatan una oda a la efímera aflicción, misma que termina con “Devotion”, la melodía perfecta para fluir conmemorando, de paso, a la sonoridad de bandas como Tears for fears, The Cure o Alanis Morriset.

Con el presagio del final, y siendo el segundo single del álbum, viene “Tendernnes”. Un tema que atrapa la esencia del proyecto que, como en el vídeo, personifica a la luz como un abrazo, siendo un preludio de bienestar, donde se vibra con la intensidad de la batería y la guitarra que entona frescura, pero al mismo tiempo acoge con buenos recuerdos a quien la escucha.

De la misma manera “Anak Ko”, track siete que da nombre al disco, resulta el recuento de los daños que, con un patrón de sintetizadores, juegan con las figuras y los colores que encaran a la portada del disco. Los rasgados acordes, con chispeantes tonos, conforman el bricolaje polifónico que lo define.


El octavo track, “Crown”, sopesa los pensamientos como si se tratara de una polaroid que nos congela mientras escuchamos y permitimos que el ritmo nos lleve a un collage de sonidos.

El álbum finaliza con una serie de ecos en las guitarras que recorren nuestros oídos con “Get Well”. Un tema que emula el sentimiento de bonanza, y al mirar atrás, hace que te des cuenta de que solo queda seguir adelante.

Con nueve canciones e invitados como Laetitia Tamko, Annie Truscott y Justus Proffit, el tercer álbum de Jay Som, fue calificado con 83 puntos en Metratic, lo que nos brinda una vista más extensa de lo que Duterte busca edificar con la música que crea en su habitación: una ola de variedad que elimina la generalización del el estilo musical Beedrom Pop y que resulta un compañero en el camino.

34 minutos no serán suficientes, pues este es un álbum que compite en la nueva escena indie y en definitiva, congeniar con tu tracklits.

Como Jay lo expresó, “para mejorar tienes que cometer muchos errores” y de esa transición la artista nos hace partícipes en este disco, donde la bondad, la amabilidad y la empatía van y vienen de canción en canción recordándonos que después de la tormenta siempre viene la calma.

Que lo disfruten:



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