Entrevista con Alfie Templeman
Hoy en día, existen miles de artistas jóvenes que están captando la atención del público gracias a su innegable talento. Desde Reino Unido, Alfie Templeman ha sido reconocido por su vibrante estilo que fusiona elementos de indie pop, rock y funk. A sus 21 años, el músico ha demostrado un gran talento creativo, componiendo canciones y dominando varios instrumentos que aprendió a tocar de forma autodidacta desde su infancia.
Con su segundo álbum, ‘Radiosoul’, Templeman reafirma que la alegría sigue siendo un tema central en su trayectoria artística y personal. Sin embargo, este trabajo también nos muestra un lado más vulnerable y maduro del artista. A través de canciones que reflexionan sobre el impacto de las redes sociales y el proceso de autodescubrimiento, Alfie nos invita a mirar la vida con cierto humor, sin dejar de abordar temas importantes y cuestionar lo que consumimos día a día.
Antes de cerrar el año, tuvimos la oportunidad de platicar con él sobre sus inicios, su más reciente disco y su último sencillo, “Dirty Laundry”. Durante la conversación, exploramos temas como la presión social detrás del Spotify Wrapped, la importancia de la salud mental y cómo encontrar el lado positivo incluso en los días más complicados.
¿Cómo va todo?
AT: Todo bien, gracias. Un poco cansado, pero todo en orden. También me mudé de casa recientemente. Han pasado muchas cosas últimamente, pero sí, todo bien. ¿Y tú?
Todo bien igual, gracias. Quiero empezar esta entrevista volviendo un poco al pasado. ¿Podrías contarles a nuestros lectores cómo fue tu relación con la música? Sé que eres multiinstrumentista. ¿Cuál fue tu primer instrumento? ¿Cómo desarrollaste ese conocimiento?
AT: Supongo que todo empezó cuando tenía unos cuatro o cinco años. A esa edad, tiendes a acercarte a instrumentos clásicos y cosas por el estilo, pero definitivamente ya sentía ese amor por la música. Me interesé mucho en Beethoven por alguna razón; estaba obsesionado con todas sus sinfonías. Podía recitar la mitad de ellas de memoria y cantarselas a mi tía. Entonces, empecé a aprender a tocar el violonchelo cuando era niño, pero lo dejé después de un tiempo. Sin embargo, adquirí suficiente conocimiento e ideas musicales como para querer aprender otros instrumentos. A los siete años comencé a tocar la batería y la guitarra. Aprendí a tocar guitarra por mi cuenta cuando era niño y tomé clases de batería con un hombre de unos 70 años. Era demasiado mayor para tocar correctamente, pero era muy interesante y me enseñaba a través de sus palabras. Aprendí mucho con él durante años.
Después, me interesé en grabar música en una laptop, componiendo en casa porque me daba miedo ir a estudios. Tampoco me interesaba mucho estar en una banda con otras personas. Grababa con mi amigo Jos, quien está en mi banda y toca la guitarra. Solíamos estar en bandas juntos, pero también íbamos a casa a grabar cosas por separado. Así mejoramos como multiinstrumentistas. Al producir música, terminas tocando de todo. Una vez, el cartero encontró un sitar en la basura y me dijo: “Mira, toma esto”. Lo incluí en mis canciones. También he usado teremín y otros instrumentos que no sé tocar muy bien, pero siento que agregan capas interesantes a la música. Todo se trata de experimentar, divertirse y no tener miedo de probar cosas nuevas.
Ahora que mencionaste que no te gustaban los estudios y te daban miedo, quiero preguntarte sobre tu último álbum, ‘Radiosoul’. Leí que trabajaste con diferentes productores. ¿Cómo fue para ti colaborar con varias personas al mismo tiempo, considerando que preferías trabajar por tu cuenta?
AT: Es una muy buena pregunta porque, como dije, los estudios no eran lo mío. Sin embargo, cuando grabé este álbum, todos los lugares a los que fui… Bueno, primero, solo trabajé con cuatro o cinco personas en total, personas en las que realmente confiaba y cuyos discos ya admiraba. Además, los lugares no eran estudios tradicionales, eran setups caseros. Entonces no decían: “Nos vemos en Abbey Road Studios para grabar un álbum”. Era más como: “Ven a tomar una taza de té y tal vez grabemos algo de batería y guitarra. Tal vez salga una canción”. Necesitaba un ambiente cómodo donde pudiera concentrarme y no sentirme abrumado. Así que sí, estuve en esos lugares por una razón. Y esa razón es que me sentía en paz ahí. Sentí que podía grabar de la misma manera que en casa. Todas las personas con las que compuse me hicieron sentir cómodo y que podía ser yo mismo. Confiaban en mis ideas. Fue lindo que no las cuestionaron mucho. Hacían sugerencias, pero nunca dijeron: “No, debes de cambiar esa parte completa. Debes hacer esto o aquello”. Eran muy amables conmigo. Por eso ‘Radiosoul’ fue tan liberador para mí.
Te daban la libertad de ser tú mismo. Por otro lado, ¿qué momentos contigo mismo, en soledad, fueron cruciales para este álbum?
AT: Bueno, muchas de las letras, para ser honesto, las escribí mientras estaba de gira hace dos años. Antes no era muy bueno escribiendo letras; no tenían mucho sentido. Siento que, cuando era adolescente, era demasiado ingenuo para escribir cosas profundas y significativas. No es que tengas que hacerlo, pero quería intentarlo de todas formas. Con el tiempo, comencé a escribir mis pensamientos en la app de notas de mi teléfono o en un cuaderno, tratando de dar sentido a mi imaginación.
Cuando volví de la gira, también estaba en el proceso de mudarme por primera vez, dejando atrás la vida rural para mudarme a la ciudad. Fue un cambio radical. Todo eso influyó en las letras que escribí durante ese tiempo, especialmente cuando estaba solo tratando de dormir por las noches. Pensaba mucho en las cosas, y las letras nacieron de ese lugar. Así es como se acumularon y se convirtieron en el álbum. ¿Alguna vez has soñado con una canción que luego escribiste?
AT: [ríe] Sí, muchas veces, en realidad. He soñado canciones completas. Es algo común entre algunos artistas. Creo que “Eyes Wide Shut” surgió de un sueño. Ha habido canciones que escucho en mis sueños y siento que ya estaban allí, como si me las hubiera dado algún espíritu superior. Es extraño, porque siento que no las escribí yo; ya existían. Por ejemplo, “Things I Thought Were Mine” fue una canción que simplemente apareció en mi cabeza, como si alguien me la hubiera entregado: “Ten, aquí tienes”.
Ya que mencionaste canciones específicas, no puedo dejar de hablar de “Dirty Laundry”. Sé que es muy cierto que tener tu espacio limpio ayuda con la salud mental [ambos ríen]. ¿Cómo es el lugar en tu casa donde escribes y te sientes cómodo?
AT: Bueno, estoy en el proceso de armar ese espacio, para ser honesto. Ahora que me mudé a una casa un poco más grande, por fin puedo tener todo en un solo lugar: la batería, las guitarras, todo. Antes no tenía un espacio cómodo. En mi antiguo dormitorio en casa de mis padres, las cosas estaban muy dispersas. Tenía una guitarra o dos en mi habitación, empezaba una canción allí, luego grababa las voces bajo las sábanas o algo loco. La batería estaba en el garaje. Todo estaba por todos lados. Realmente no tenía un espacio fijo, era un sistema poco convencional, la verdad. Ahora que tengo un espacio más limpio y puedo organizar un estudio, tengo un entorno acogedor donde puedo vivir y grabar. Estoy emocionado por eso.
Comenzarás el año con un nuevo espacio que será una fuente de inspiración para ti…
AT: ¡Exactamente! Es emocionante porque, aunque me mudé a Londres hace dos años, mi casa era demasiado pequeña para grabar. Nunca grabé una sola canción allí. En cambio, este nuevo lugar es totalmente diferente. Es como un reinicio completo.
¿Por qué “Dirty Laundry” no llegó al tracklist de ‘Radiosoul’? ¿O sí fue algo muy intencional?
AT: Es curioso. Grabé esa canción en agosto y salió en octubre. Fue después de ‘Radiosoul’. La hice, la mezclé, la mastericé y salió rápidamente. Por alguna razón, la gente piensa que es como una canción extra del álbum, pero no lo es. Es una entidad separada. No pertenece a ‘Radiosoul’.
En este álbum exploras el impacto de las redes sociales y la salud mental, pero quiero enfocarme en cómo te mantienes positivo. Siento que transmites esa energía tanto en tu arte como al hablar conmigo. En tu show, también parecías muy feliz. Recuerdo que tu pedal como que se volteó o algo así, y empezaste a reírte…
AT: [ríe] ¡Ay, mi pedal! Sí, algo raro pasó con él. Como que se deslizó completamente. Para ser honesto, ese show fue un poco caótico porque tuvimos que acortar nuestro set y no pudimos tocar todas las canciones que la gente conocía, ya que estaban al final. Tuvimos muchas dificultades técnicas, pero me encantó. Fue un show muy divertido. Creo que ya olvidé la pregunta que me hiciste originalmente. ¡Perdón! [ríe]
¡No te preocupes! [ríe] Aún no la había dicho. Pero sí, hablando de esa actitud positiva, incluso en momentos complicados, transmites buena energía. ¿Qué te ha ayudado a mantener una buena relación y actitud con las redes sociales y todo lo que está pasando en el mundo?
AT: Me resulta bastante difícil lidiar con las redes sociales. Creo que ahora la gente comparte cada pensamiento que tiene, y hay mucho odio y falsas ideologías circulando en internet. Y hay tanto que a veces no puedo lidiar con eso. Es deprimente, pero también creo que es importante mantenerse informado sobre lo que realmente está pasando en el mundo. Hay gobiernos colapsando, la situación está muy mal, y la gente necesita prestarle atención.
De igual forma, no paso mucho tiempo en redes porque no puedo tener una relación cercana con mis fans de forma natural. No puedo ser tan personal con las personas. Sufro un poco con eso. Soy un poco tímido y prefiero mantenerme para mí mismo. Si eso significa no tener la mayor cantidad de fans, está bien. Siento que las personas que realmente me entienden son suficientes, y eso me hace feliz. Mi música está ahí para todos, es un espacio seguro, pero no siento la necesidad de ser demasiado personal en redes sociales.
Me encanta esa perspectiva. Igual, todo esto que pasa nos tiene en un rush constante y las redes sociales pueden ser asfixiantes. Es importante detenerse un momento y observar lo que nos rodea. ¿Qué has aprendido de la pausa y la reflexión en tu día a día?
AT: Es una gran pregunta, de nuevo. A veces tengo que detenerme porque me dan ataques de pánico. Muchos de ellos vienen de esa idea falsa de que todo tiene que suceder muy rápido, de que no estoy haciendo lo suficiente con mi vida. Es como un colapso existencial donde digo: “¿Qué estoy haciendo con mi vida? Ya tengo más de veinte. Tengo que hacer esto y aquello”. Pero no, hay que pausar, reflexionar sobre esos pensamientos y darse cuenta de que todo el mundo los tiene. Saber que tienes tiempo, que apresurarte y estar ansioso no ayuda. Es más fácil decirlo que hacerlo, pero es un proceso gradual aprender a estar más calmado y conectado. Tomarse un momento para pensar en el panorama general y saber que todo estará bien siempre me ha ayudado. Aunque suene cliché, es verdad.
Es normal sentirse así en los veintes. A veces me pasa también, así que te entiendo.
AT: Sí, pero hay que pensar en todo lo que has logrado hasta ahora. Los veintes son solo el comienzo de la vida. Todo lo que has hecho hasta ahora es un extra, son puntos de bonificación.
Y eso también refuerza la importancia de poner límites con las redes sociales, de no compararte con los demás. A veces lo hacemos mucho…
AT: Eso es otra cosa sobre las redes sociales, como dijiste. No sé si te has puesto a pensar en los años 60 y 70, cuando la gente compraba discos, no hablaban sobre cuántos oyentes mensuales tenía Led Zeppelin en comparación con Joni Mitchell. La gente simplemente escuchaba música porque les gustaba la música. Y no se trataba de estadísticas. En esa época también importaban las ventas de discos, pero era diferente porque no estaba a la vista del público. Simplemente ibas a conciertos y los disfrutabas.
Ahora hay demasiada presión y demasiado de: “Oh, están decayendo” o “ya no son relevantes” y cosas así. No sé, creo que la gente no entiende cómo eso puede afectar a los artistas también. Hay una razón por la que nunca publico mi Spotify Wrapped ni nada de eso. Tengo otros artistas que me siguen y son artistas más pequeños, y siento que puede ser un poco molesto, la verdad. Es como decir: “Oh, miren qué bien me fue este año o este verano”.
Hablé con otros artistas sobre esto, y muchos hacen lo mismo; simplemente no se molestan en publicarlo porque es como, ¿qué significa realmente cuando la mitad de esas reproducciones son de bots o algoritmos y cosas por el estilo? No importa. Solo haz buena música. No se trata de cuántas reproducciones tienes, sino de lo buena que es la canción cuando la tocas. Eso es lo único que importa.
Lo que importa son esos tres minutos y treinta y dos segundos de esa canción y cómo suena. Si es buena, es la mejor del mundo. Ya sea que tenga cero reproducciones o mil millones, sigue siendo igual de válida. Eso es lo que tengo que decir al respecto.
Sí, este año he pensado mucho en el Spotify Wrapped. Parece que se ha convertido en una competencia.
AT: ¡Exacto! No es una competencia. La gente solo busca atención. Me saca de quicio. No lo sé…
Bueno, lo importante es que sigas siendo tú mismo, transmitiendo esa buena vibra y siendo honesto con tu música. Nuestro tiempo terminó, pero te agradezco mucho por los minutos que nos diste, fue un placer hablar contigo.
AT: ¡Muchas gracias a ti! Tus preguntas fueron totalmente increíbles, y me encantó hablar contigo. Ojalá pudiéramos seguir más tiempo. Así que tenemos que repetirlo pronto, por favor.
Espero que sí. ¡Vuelve pronto!
AT: Fue muy lindo hablar contigo. Gracias por ser tan dulce y amable, lo aprecio mucho. ¡Que tengas un buen día!