Vicentico en el Teatro Metropólitan
Fotos: Liliana Estrada (Cortesía OCESA)
La tercera llamada se hizo sonar. Las luces se apagaron y los gritos de los fans hicieron retumbar al Teatro Metropólitan. Segundos después salió Vicentico para interpretar el primer tema de la noche: “Ya no te quiero”. A penas se dejaron oír las primeras notas de la canción, los asistentes se pusieron de pie y corearon la letra mientras sus caras eran iluminadas por los reflectores blancos.
Así, inició la presentación del cantante argentino Gabriel Julio Fernández-Capello, mejor conocido como Vicentico. El vocalista y cofundador de los Fabulosos Cadillacs inició su proyecto musical en 2002, con un disco homónimo, el cual contenía doce temas de los cuales once fueron de su autoría. En su carrera como solista ha recibido dos Grammy Latinos y en Argentina, tres premios Gardel: dos por Mejor Canción del año y uno más por Mejor Videoclip.
Luces moradas y azules dieron la bienvenida a la segunda canción: “Bajando la calle”, después de ésta el cantante argentino tomó su guitarra para interpretar “El rey del rock ‘n’ roll”, en la que los asistentes cantaron a todo pulmón los coros mientras elevaban sus manos al cielo y sus caras se iluminaban de blanco por los reflectores del escenario que prendían de forma intermitente como rayos durante una tormenta. El espectáculo continuó con “El otro” y “Viento”.
“La carta”, fue un tema que rompió con la efusividad y energía de la noche, una melodía tranquila que provocó que los fans bailaran de un lado al otro mientras cantaban a la par de Vicentico. En este mismo esquema llegó el cover del cantautor brasileño Roberto Carlos: “No te apartes de mí” y “Algo contigo”, canción de Chico Novarro. Luego de éstas, el cantante se sentó frente a un teclado e interpretó los temas “Felicidad” y “Demasiada presión”, canción de los Fabulosos Cadillacs.
“Hola, buenas noches, amigas y amigos. Muchas gracias. Para nosotros ver este teatro y que estén ustedes, es un placer, y también, un honor poder tocar algunas canciones. Cada noche es especial, pero esta es única y es nuestra”, fueron las primeras palabras que Vicentico le dirigió a su público.
“Carnaval toda la vida” fue la siguiente canción de la noche. Frente al teclado y entre los gritos de los fans, que mostraron efusividad ante la melodía, el cantante argentino olvidó la letra, “me distraje”, reconoció Vicentico. De esta forma los asistentes continuaron cantando la canción mientras él tocaba el teclado hasta que recordó la letra y se unió al coro de voces de los más de 3 mil fans que se dieron cita en el Teatro Metropólitan.
Dejando el teclado, Vicentico tomó su guitarra e interpretó un tema más de los Fabulosos Cadillacs: “Siguiendo a la luna”. La nostalgia de esta canción fue transmitida a cada uno de los fans, quienes cantaron y bailaron en la atmósfera triste y azul. Luego fueron interpretadas “Basta de llamarme así”, “Paisaje” y “Las manos”. En esta última todos se levantaron de sus lugares para elevar las manos al cielo y gritar la letra de la canción.
“Creo que me enamoré” y “Morir a tu lado”, fueron las últimas canciones interpretadas por Vicentico, antes de anunciar que es espectáculo estaba por terminar “les agradecemos muchísimo, buenas noches, hasta siempre. Ha sido todo”. “Sólo un momento” fue cantada antes de que las luces del recinto se apagaran y el escenario quedara vacío. Los gritos no se hicieron esperar. Los fans pedían que el cantante regresara e interpretara algunos temas más.
Vicentico regresó al escenario para cautivar a sus fans con cuatro temas más. “FREAK”, una de sus más recientes canciones, y “Vasos vacíos” encendieron a todos los asistentes quienes se pusieron de pie y bailaron, mientras cantaban y disfrutaban los últimos momentos de la noche. Luego de estas, Vicentico pidió que todos guardaran sus celulares y 10 segundos de silencio para después cantar “Los caminos de la vida”.
Al terminar estas tres, Vicentico se proponía retirarse; sin embargo, los fans comenzaron a corear “Yo no me sentaría en tu mesa”, de esta forma, el cantante volvió, tomó su guitarra y le cantó a su público. Así, entre gritos y agradecimientos, el cantante abandonó el escenario, dejando a sus fans complacidos por una noche marcada por el estilo, ya bien conocido del argentino, que no repara en mezclar un bossa nova, con ska; adentrarse en una canción con tintes de blues y terminar al puro estilo de rock.
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