Entrevista con Sextile
- Lilith Jaime

- 3 sept
- 13 Min. de lectura

En una fiesta techno o en un rave, siempre hay dos personas que parecen demasiado cool para ser reales. En la escena musical underground emergente, ese lugar lo ocupan Melissa Scaduto y Brady Keehn. Desde la formación de Sextile en 2015, iniciaron rápidamente una trayectoria que hoy suma cuatro álbumes de estudio, cada uno con una estética propia y un sonido envolvente.
Su disco más reciente, ‘yes, please’, marcó un antes y un después para proyecto. En un intento por alejarse de las etiquetas de post-punk y dark wave que varios medios habían impuesto sobre ellos, decidieron crear un álbum que gritara una nueva vertiente, con una identidad distinta y propia. En esta ocasión, tuvimos la oportunidad de conversar con ellos sobre esta nueva etapa en su carrera, su activismo político y social dentro del proyecto, y su más reciente gira junto a Molchat Doma.
Hola, Melissa y Brady. ¿Qué tal va todo?
MS: Bien, estamos por hacer un tour en septiembre, por lo que intentamos prepararnos para todo eso. Hace dos semanas llegamos a nuestras casas, pero, en resumen, hemos estado de gira todo el año. Lo chistoso es que no hemos ido a México en este tiempo y no sé por qué.
¿Está en sus planes visitar México pronto?
MS: Me encantaría, pero nadie no lo ha planteado aún. Vi que el Festival Hipnosis será pronto y me di cuenta de que tampoco hemos tocado en ninguno festival en su país. En verdad quiero hacerlo, pero creo que no hemos tenido la oportunidad porque todo el tiempo hemos estado de tour, entonces a menudo nos hacen esas preguntas y nuestros agentes de contratación todavía no saben qué es lo que tienen planeado para nosotros. Siento que muchas veces nos ponen en nuestras propias giras como headliner.
Creo que tanto Hipnosis como Corona Capital serían eventos muy buenos para ustedes. Siempre siéntanse bienvenidos de venir por acá. Ahora bien, me gustaría que habláramos de su nuevo álbum ‘yes, please’. Tiene un nombre bastante curioso. ¿Cómo se les ocurrió?
MS: Estábamos inventando diferentes títulos para el álbum y ese sonaba como el mejor, de una manera divertida. Como si Sextile fuera un producto y la respuesta fuera: “Sí, por favor”. Y no sé, nunca habíamos tenido un título así. Siempre habían sido nombres más singulares o cosas que sonaban demasiado dramáticas, y ‘yes, please’ sonaba divertido. Además, también es una referencia a Happy Mondays.
Ahora que lo mencionas, suena muy creativo. Una alusión por querer más de su música. De hecho, leí en varias fuentes que, usualmente, su sonido está categorizado como dance punk. La primera vez que escuché este término fue con el disco debut de Panic! At The Disco. No sé si estén familiarizados con esa banda, pero tanto su música como la de ellos, dista un tanto de similitudes. Por lo que, para ustedes, ¿qué es el dance punk?
MS: Es gracioso porque sé quiénes son pues trabajé en tiendas de discos a lo largo de los años y también por ser fan de la música. La verdad, nunca les di mucha oportunidad porque asumí que eran como una banda pop grande de algún modo. Pero debería escucharlos. Siento que ahora, ya como adulto, estoy más abierta a otros tipos de música que antes solía despreciar un poco, como un hater snob con las bandas grandes. Por alguna razón no les daba una oportunidad a los grupos más grandes.
En este punto, para mí, el dance punk es, literalmente, algo bailable que tiene elementos electrónicos o un BPM que te hace querer mover el trasero. Como la canción “House of Jealous Lovers” de The Rapture, que definitivamente es un tema dance punk, aunque no diría que es muy cargado de electrónica. Creo que la actitud es lo que define al dance punk, es decir, música electrónica con actitud punk. Pienso que lo punk en ese término es sólo por la actitud, pues es la única forma en que tiene sentido para mí. Es como una actualización al estilo de música de Nueva York, Noruega, y ese tipo. Y es un poco lo que hacemos: actualizar el diseño sonoro y la mezcla contemporánea, tomando los elementos que hacían esa música bailable, con filo, peligrosa, e incorporarlos en algo para bailar.
También, siento que hay sonidos post-punk, dark wave, e incluso techno. Tomando esto en cuenta, ¿Quiénes son sus inspiraciones cada que trabajan en su música?
MS: Eso cambia con cada ciclo de álbum para nosotros, según lo que estemos escuchando en ese momento. Antes solíamos escuchar música más oscura, pero en los últimos años creo que nos hemos alejado bastante de eso. Yo diría que Underworld, como banda, ha sido nuestra mayor influencia en muchos sentidos. Su música realmente no es oscura, es muy esperanzadora, aunque sí tienen algunos tracks que son bastante oscuros. Definitivamente, amamos el techno, y hablando de proyectos modernos de ese tipo que nos gustan, hay un grupo de Berlín llamado Schwefelgelb que nos encanta.
Pero no necesariamente escuchamos a estas bandas con la intención de decir: “Esto es lo que queremos hacer”. Tomamos influencias de todos lados. Una de nuestras bandas favoritas de todos los tiempos es Crass, la banda punk. Y aunque no sonamos nada como ellos, definitivamente, queremos traer a nuestra música esa energía y esa irreverencia que ellos tenían. A veces, sí entramos al proceso con la idea de sonar como una canción porque nos preguntamos: “¿Qué es lo que amamos de ella?”. Aunque, cada vez que intentamos algo así, nunca suena como lo que estábamos tomando de referencia.
Sé que otras de sus inspiraciones es Japón. Incluso, uno de sus videos musicales está basado en dicho país. ¿Qué es lo que más aman de este lugar?
MS: Literalmente, tengo como una lista que escribí sobre pros y contras de Japón. La hago según los países a los que voy. Y mi único contra de ese lugar es que la marihuana no es legal. Pero tienen una forma y cálida de vida más alta. En cada restaurante al que vas, hay una bolsita o una cajita debajo del asiento para que pongas tus cosas y no queden en el piso. Cada asiento de inodoro está caliente, puede lavarte el trasero y hasta poner música. Incluso, en los baños públicos, hay un respeto por la limpieza y la comodidad. Es como esa consideración hacia la calidad de vida. Sí, esa es una mejor forma de decirlo: consideración.
Porque incluso cuando caminas por Japón, hay máquinas expendedoras de bebidas por todas partes con agua y té caliente. Es muy raro hasta en los suburbios. Igual en los restaurantes baratos te dan toallitas húmedas o toallas calientes para limpiarte las manos en la mesa. Además, todos son tan amables y es seguro. Como mujer, puedes caminar sola y ningún hombre te acosa. Es una locura, no creo que haya ningún otro lugar en el mundo que sea así, al menos de los que yo he estado.

Lo que me cuentas es sorprendente, sobre todo por la consideración que existe entre los integrantes de la sociedad.
MS: Es inspirador, la verdad. No creo que ningún hombre me haya mirado de la manera en que lo hacen en todos los demás países del mundo cuando estuve en Japón. Allá, simplemente, no pasa. Incluso cuando la gente se baja del tren, primero dejan que todos salgan antes de intentar entrar, en lugar de empujarse. Nunca veo eso en ningún otro lugar. Siento que, en el resto del mundo, la gente es muy egoísta, todos empujándose unos a otros.
Hablando del resto del mundo y su crítica social, ¿Qué temas importantes de este tipo tocaron en ‘yes, please’? Porque, definitivamente, pude notar algunas letras que hacían referente a problemáticas.
MS: En este disco tocamos algunos temas políticos porque, obviamente, estamos viviendo tiempos muy extraños. A nivel global, hay definitivamente un resurgimiento del fascismo, y no uso esa palabra a la ligera. Creo que la gente está perdiendo sus derechos civiles por todos lados, tanto en nuestro país como en el mundo entero. Y pues, simplemente estamos entrando en una época rara, así que no podíamos evitar hablar de ello. En “Resist”, por ejemplo, escribí la letra cuando perdimos el derecho al aborto en Estados Unidos. Y se siente tan extraño que algo así pase en 2025. Entonces sí, tocamos esos temas. También personalmente hablé de cosas de mi pasado en este disco: mis adicciones y un accidente bastante terrible que tuve, que me llevó al hospital. De hecho, escribí una canción en el hospital que terminó entrando en este álbum.
BK: “Rearrange” trata sobre cómo todo ha sido más o menos lo mismo por un par de décadas. Incluso los mensajes en la música y el arte, ¿sabes?, han sido los mismos, pero nada parece cambiar. Y aunque esa canción no hacía referencia directa a esto, Melissa ha estado escuchando mucho a Sinéad O’Connor, y muchos de los mensajes en su música se aplican perfectamente a lo que está pasando en el mundo hoy en día, así que eso también lo abordamos. Luego está el tema del sistema educativo en “Penny Rose”, y también las presiones de ser músico.
MS: Eso en particular viene de una canción de Sinéad O’Connor de la que hablaba con Brady hace un par de días. Hay una letra que ella escribió en 1989 donde dice: “Estos son días peligrosos para decir lo que sientes, cavas tu propia tumba”, y siento que eso es totalmente cierto hoy en día. Estábamos hablando de lo loco que es que esas cosas simplemente se repitan una y otra vez.
BK: Como todos los artistas en Glastonbury que no pudieron venir a Estados Unidos ni hacer gira aquí después de expresar sus mensajes contra Israel y lo que está pasando allá. “Penny Rose” trata sobre el sistema educativo en Estados Unidos, y “Freak Guys” es sobre las presiones de ser músico en la industria actual. Por lo que hay muchos temas sociales y políticos.
Me parece increíble que encontremos estos mensajes en su disco, especialmente, de cuestiones políticas globales que conciernen a parte de su público. Ahora bien, ¿Cuándo abordan este enfoque, lo ven como activismo?
BK: Sí, yo creo que el mensaje llegará a algunos aquí, eso espero, pero, no sé si en realidad cambiará algo. Y de eso trata un poco “Rearrange”, de si el arte realmente cambia algo.
MS: Es interesante observarlo ahora, porque el llamado ha sido el mismo durante tanto tiempo que hay un sentido de desesperanza con todo lo que está pasando. Creo que la gente se siente un poco impotente. Igual, siento que tengo una opinión política dentro de la banda, pero también pienso que es simplemente ser un ser humano. No puedo evitar sentir solidaridad con las personas oprimidas en todo el mundo, porque simplemente no me cabe en la cabeza porqué tenemos estas luchas de clase y de poder. Hemos avanzado tanto en algunas cosas y al mismo tiempo no en tantas otras. ¿Sabes?
Mi madre es inmigrante y se mudó aquí para darnos una vida mejor. Entonces, es muy doloroso ver todo lo que pasa ahora, especialmente en L.A. Siento que sería raro no mencionar lo que está ocurriendo, como algo naturalmente extraño, porque yo nunca querría ser político ni alinearme con nada así. Generalmente siempre elijo a las personas antes que a cualquier política. Pero cuando las cosas colectivamente se salen tanto de control, todos se convierten en activistas. O sea, la gente se radicaliza cuando ya no puede evitar decir o luchar contra algo que está oprimiendo a todos.
Me gusta mucho esta visión que tienes sobre el activismo, muy sólida y realista. Es importante que los artistas sigan usando sus plataformas para mandar mensaje y, en el mejor de los casos, informar a su audiencia. Así como me contaron de “Rearrange”, quisiera saber sobre la canción “Kids”. Creo que tiene un trasfondo de memorias adolescentes personales. ¿Cómo fue navegar esta parte de tu vida en este track?
MS: Estoy muy en contacto con mi yo adolescente. Constantemente, siento que esa parte de mí es la que sube al escenario y, por decirlo de alguna manera, sana a mi yo pequeña. Creo que, de una forma extraña, hago eso a través de la música. Esa versión de mí sigue siendo muy rebelde y enojada por muchas cosas, así que me resulta sorprendentemente fácil hablar de todo eso. Cuando estaba escribiendo la letra de “Kids”, simplemente me imaginaba lo que se sentía estar atrapada en la dinámica familiar, en tu casa, en tu vida, y en todos esos cambios que suceden en entre los 13 y 16, cuando empiezas a salir, a ir a tus primeros conciertos, y a descubrir personas. Esa sensación de descubrir una banda que te cambia la vida, o un rave o un show que te transforma, te abre la idea de que cuando cumplas 18 años podrás ser tu mismo y liberarte de todo lo que te ata, ya sea la escuela, tus padres o lo que sea. Entonces, la narración trata sobre aprender y experimentar de nuevo esa especie de experiencia espiritual que la música te da cuando eres niño.
Una canción, entonces, muy sincera. De todas estas que hicieron, ¿cuál fue la más difícil de producir?
MS: “99 Bongos” fue la más difícil de terminar porque era una con un vibra muy rara. Mientras que “Women Respond to Bass” en realidad salió rapidísimo. Brady y yo la estábamos haciendo en la mañana de Navidad, sólo jugando, sin siquiera tomarla en serio como para que fuera una canción que íbamos a sacar. Y luego, fue creciendo y creciendo, la tocábamos en vivo antes de lanzarla, pero lo único que teníamos era la línea Women Respond to Bass. No tenía los versos que tiene ahora. Así que, en cierto sentido, tomó más tiempo porque empezó hace muchísimo.
El problema fue que, como la habíamos tocado tanto tiempo así, ya no escuchábamos nuevas ideas en ella. Por eso involucramos a nuestra amiga Izzy Glaudini de Automatic para ayudarnos a terminarla, porque ella escribe más en un formato rock. Y escuchar sus oídos frescos fue clave. Ella podía oír la canción y pensarla en versos, mientras que yo ya no lograba escribir nada nuevo porque la había escuchado siempre de la misma manera. Para mí, era como un tema techno que en general no tiene estructuras tradicionales de verso-coro ni una voz clara sobre ellas. Así que nos tomó tiempo concebir su forma final, pero no musicalmente, más bien en la parte vocal.
BK: Creo que sí, “99 Bongos”. Yo pensé que la íbamos a desechar, no creí que llegara a salir. Aunque, este disco en particular fue un reto en general, porque siento que tratamos de poner más esfuerzo en las letras que en álbumes anteriores. Nos exigimos mucho con este, lo cual está bien. Me alegra que lo hayamos hecho y sin duda lo volvería a hacer.
Por otro lado, ¿Cuál fue su favorita de hacer?
MS: Es chistoso porque justo estaba hablando de ella. “Women Respond to Bass” sigue siendo una de mis favoritas del disco. Porque cuando la tocamos en vivo siempre me emociona de verdad interpretarla y me dan ganas de bailar. Y así sé que sigue siendo una gran canción: no importa cuántas veces la escuche, todavía me dan ganas de bailar con ella.
BK: Creo que estoy entre “Soggy Newports” y “Freak Eyes”. Diría que “Freak Eyes” es mi otra favorita.
Como mencionaste antes, “Women Respond to Bass”, ciertamente, tiene tintes de ser un tema techno. En general, su música se inclina a ser electrónica con una mezcla de dark wave. Usualmente, la gente no asocia este tipo de géneros a emociones intensas como lo hacen con la música comercial. Sin embargo, ¿qué emoción creen que describe mejor a ‘yes, please’?
BK: Creo que tiene todo un rango. Tenemos felicidad, tristeza, confusión, ya sabes, todo ese sube y baja.
MS: “Soggy Newports” es una canción bastante triste, pero luego “Resist” es una enojada y también, de forma extraña, triste. Me he puesto emocional tocándola en vivo, pero más porque me siento enojada y luego eso se transforma en tristeza.
BK: “Kids” es un poco esperanzadora.
MS: “Kids” es como esperanzadora, sí. “S if For” es como esta canción súper tonta, sólo para bailar y mover el cuerpo.
BK: “Women Respond to Bass” es muy sassy.
MS: Sí, “Women Respond to Bass” es para los gays y las chicas, es como una pasarela de moda con mucha actitud.
BK: “Freak Eyes” es como cuando estás perdiendo la cabeza. “Penny Rose” es más tranquila.
MS: Pero sí, Brady tiene razón sobre el rango de emociones. Creo que abarcamos todo ese espectro ahí.

Habían dicho que se ponían emocionales cuando tocaban ciertas canciones en vivo. ¿Cómo es que este evento afecta su manera de crear música después?
MS: Creo que realmente lo afecta, porque lo pensamos seguido. No queremos aburrirnos en vivo. Entonces terminamos escribiendo canciones con BPM más rápidos porque pensamos: “Bueno, un BPM rápido hace que todos quieran saltar arriba y abajo”. Así que, sí, un par de estas canciones del disco las escribimos, literalmente, con la idea de tocarlas en vivo. Y son esas las que más mueven.
Ahora, si pudieran pensar en una imagen que definiera a su música, ¿qué les viene a la mente? Tomando en cuenta las características que hemos platicado.
BK: Esa está difícil, la verdad. Yo diría la portada de nuestro disco ‘Push’ resume el sonido de nuestra música.
MS: Sí, esa es buena. Como la lengua afuera y el sudor. Esa idea medio drogadicta de la música y usar la música como si fuera, en vez de una droga, pues la propia droga.
Asimismo, sus videos musicales tienen una fuerte identidad basada en muchos colores y movimiento. ¿Cómo funciona su lluvia de idea para poder llegar al producto final?
MS: Cada video depende, la verdad. Con “Freak Eyes”, nuestras referencias eran en realidad un poco oscuras. Pensamos en un par de videos de DAF que me gustan mucho, donde son sólo dos en un cuarto, bailando. Pero queríamos que fuera más colorido, porque sentimos que Sex House es mucho más colorido. En realidad, estamos tratando de salirnos del mundo del dark wave, EBM, goth. Queríamos alejarnos de eso desde hace tiempo, simplemente porque nos gusta de todo. Y creo que a veces cuando te ponen la etiqueta de post-punk o lo que sea, te quedas atrapado en ese mundo. Así que lo llevamos más hacia un aspecto ravey en todo. Pero sí, cada video tiene lo suyo.
Con el video de “Women Respond to Bass” solo queríamos que Japón fuera la estrella del show, ¿sabes? Y todavía pienso que debería haber menos de nosotros en ese video y más de Japón y de la gente con la que estábamos, porque ellos aportan muchísimo color y luz. Simplemente la manera en que todo está iluminado es increíble. Con el video de “Kids” yo tenía un concepto totalmente distinto al que salió. Así que es complicado. Con cada video, uno quiere ejecutar la idea de cómo “ves” la canción en tu cabeza. Y como a menudo trabajamos con otras personas, no siempre significa que vayamos a obtener lo que visualmente habíamos imaginado.
No sabía que querían salirse del espectro oscuro del post-punk. Ahora que lo recuerdo, estuvieron de tour con Molchat Doma, una banda muy icónica dentro de este género. ¿Qué tal estuvo su experiencia?
MS: Pasábamos el rato con ellos casi todas las noches después del show en su autobús. Son de las mejores bandas con las que hemos girado, en términos de profesionalismo y amabilidad. Además, son gente muy cool. Es chistoso porque, ellos no hablan 100% inglés y nosotros no hablamos bielorruso, pero conectamos a través de la vibra, ¿sabes? De alguna manera, eso es todavía más cool, poder conectar con alguien sin tener que hablar completamente el mismo idioma. Poder conectar a través de la música que amamos todos y simplemente la energía como seres humanos. Así que sí, estamos muy agradecidos por esa gira. Fue increíble.
Me imagino que sí. Me alegro de que todo haya fluido bien y que el idioma no fue una barrera para conectar. Tengo una última pregunta: Si pudieran hacer música para algún videojuego, ¿para cuál sería?
MS: Grand Theft Auto o Tony Hawk Pro Skater. A menos que Brady tenga una mejor idea sobre videojuegos, porque yo no sé del todo.
BK: Half-Life.
También pueden elegir una película.
MS: Quiero hacer música para Trainspotting de 1996. Esa es como la película definitiva. De películas modernas, si Gregg Araki hiciera alguna película actual, creo que sería genial.
¿Quisieran agregar algo más?
BK: Fight the power.







