Entrevista con El Último Vecino
De punk, honestidad y la música como cura del tiempo que ya pasó.

Durante 2013, y tras descubrir el alcance de su melomanía tocando con amigos, Gerard Alegre Dòria daba inicio a su carrera en solitario bajo el nombre de El Último Vecino. Tras una primer incursión de estudio vía Domestica, el panorama de sonidos hispanohablantes recibía de brazos abiertos a la promesa del new wave español. Rodeado de referencias a New Order, guiños de synth pop y cadencias ochenteras con el sello introspectivo del barcelonés.
Tres álbumes de estudio, giras internacionales y una creciente base de fans después, el músico vuelve a tierras nacionales como parte de su décimo aniversario. Evento inaugurado con el lanzamiento de un primer double (“Demasiado” y “La vereda de la puerta de atrás”) rumbo a un próximo material discográfico.
Con todo esto en mente, nos sentamos a conversar con el músico español sobre los pormenores de su momento actual; vértigo por todo cuanto ha pasado, la relación con el público, honestidad brutal, intenciones DIY y sonidos en el filo de la melancolía dance.
¿Qué tal los ánimos a tan solo horas de tu presentación en el Foro Indie Rocks?
GA: Pues con muchas ganas. Me da un poco de miedo el vuelo, pero me da igual porque una vez ahí va a estar muy bien.
Revisando algunas de tus entrevistas previas a esta nueva etapa, mencionaste que tenías ganas de algo mucho más punk. ¿Te mantienes firme en esa idea?
GA: Bueno, han cambiado muchas cosas desde entonces. Tenía ganas de punk y fuí a por ello. Tampoco es que me haya hecho una cresta y me haya ido a ocupar una casa. Pero sí, intento vivir de una forma un poco más punk y que la música lo refleje.
¿De qué manera te impacta esta nueva línea de sensaciones?
GA: Me da la impresión de que el punk es de esos conceptos que puede ser distintos para cada persona. No hablo del punk como estilo estético o musical, sino del punk como una visión de la vida. Para mí se trata de querer hacerlo todo y tener mucha hambre, tanto por llevar la contraria como por todo lo demás. Con esto en mente hice la canción con poca ayuda; el vídeo con poca ayuda, la portada con poca ayuda, los carteles, todo. En plan de porque lo he querido, no porque no la tenga. Estoy con ganas de hacer muchas cosas y hacérmelo yo. De momento me está gustando, me mantiene ocupado.
Creo que el verte en el papel de director, escritor, maquetador y diseñador en el lanzamiento de “Demasiado” añade dimensiones al proyecto.
GA: Eso me lo dicen mucho. En los últimos días mis agentes van de “Hay que aprovecharlo, que se vea que haces más cosas además de música”. Me parece bien porque está guay que la gente vea mi trabajo, pero no lo hago con esa intención; lo hago porque quiero hacerlo. Si de paso puede conmover a la gente, qué mejor. Hubo muchas personas que me escribieron por el tema del vídeo y las maquetas. “Es que me ha emocionado mucho ver ese mundo tan pequeño” y jolín, esto me gusta. Que a la gente le mueva lo que hago es muy bonito.
¿Sientes diferenciar al Gerard que compone del que diseña o dirige o hace las maquetas? ¿Cambia tu voz creativa?
GA: Creo que no, soy el mismo en todos lados. Bueno, mi novia dice que tengo doble personalidad, pero no estoy muy seguro [ríe]. Todavía tengo que conocer al otro.
Respecto a lo sonoro, ¿cómo ha moldeado esta filosofía los nuevos tracks?
GA: Creo que las canciones son mucho más directas. Claro que siguen siendo introspectivas, muy de problemas psicológicos e intentar arreglarlo todo, pero ya no son cortes con tantos recovecos como los de ‘Juro y Prometo’ (2022). Ahora quiero que las canciones tengan menos elementos, cada uno con garra propia.
Creo que vimos bastante de esto en los primeros dos cortes del futuro LP.
GA: No sé si van a estar las dos. Específicamente la cara B, que es una versión de Extremoduro. Pero a partir de ahora, y hasta antes del disco, vamos a sacar dos parejas más de canciones. Me ha gustado la idea de dos caras en el single doble, todo rumbo a un cuarto álbum.

Es una movida interesante ¿no?, que el primer flashazo del nuevo material venga acompañado de un cover. ¿Por qué hacerlo?
GA: Hay veces en las que uno no se va por lo que debe hacer, hay veces en que uno tiene que hacer lo que le pide el alma. Hace mucho tiempo que quería versionar a Extremoduro, aún cuando no soy muy amante de hacerlo. Cuando he llegado a hacerlo ha sido a bandas como El Último de la Fila, Los Burros o Héroes del Silencio. Grupos que me gustan muchísimo y cuadran con la línea de El Último Vecino, o con la del movimiento más underground ahora.
Y de entre todos escogiste a Extremoduro.
GA: Sí, Extremoduro es uno de esos grupos que a todos nos gusta pero que hay un poco de vergüenza en reconocerlo. Yo los he escuchado mucho, si hicieran un concierto ahora iría y lloraría. Me apetecía romper esa barrera; hacer una nueva versión lo más bonita que pudiera, para que todos lloremos a gusto.
Comparando las letras de ambos cortes no siento que estén lejanos el uno del otro.
GA: No no, están súper cerca. “La vereda de la puerta de atrás” es un poco más positiva que “Demasiado”, porque la primera te está hablando de dejar ir a una persona. Es una cosa que no he dicho pero, en parte, hice esta versión porque tuve que dejar ir a alguien. Hacerla me sirvió de auto terapia. Es muy bonito y triste al mismo tiempo, ves partir a alguien para hacer su vida, te sientes feliz por ella desde la lejanía…
“Demasiado”, por otro lado, es mucho más chunga ¿sabes? Soy yo quien decide desaparecer de su vida. No me estás obligando tú, tengo la suficiente madurez para decirte “Me retiro”, pero reconozco que estoy hecho una mierda.
Si el resto del álbum sigue estas pisadas, parece retrata una suerte de contradicción entre las decisiones tomadas y los sentimientos que nos provocan. ¿Cómo has lidiado con momentos así en tu vida?
GA: Yo creo que el resto de mi carrera va a ser así, mi vida ya es así [ríe]. Lo resuelvo con terapia, dejándome ayudar, meditando e intentando ser fuerte, pero hacerlo solo es muy complicado. No sabría decirte más, no soy maestro en esto.
Quizá como Gerard, no como El Último Vecino, tengas algo más que decir.
GA: Creo que es común que los músicos seamos más sinceros con esta clase de cosas, a comparación de artistas en otras disciplinas. Ahora estás hablando conmigo, El Último Vecino, pero antes de ser artista soy persona. Podría tener una coraza aquí y demostrarte que estoy de puta madre, que no me afectan estas cosas. Que todo lo que digo en mis canciones me lo invento porque es lo que el público quiere ¿no?, nos gustan las historias de no saber, de desamor, etc. Pero no soy así. Aunque estaría bien escribirse una canción así, de golpe, algo muy positivo en plan mintiéndome a mí mismo.
Sería genial escuchar algo así, ese otro rostro abiertamente irreal. En cuanto a la relación que tienes ahora con tu público ¿cómo piensas que se relacionan con tu música?
GA: Yo creo que es la misma relación que podríamos generar si estuviéramos tomándonos un café en un bar, hablando de los mismos temas que se hablan en las canciones. Lo que pasa es que la música es un lenguaje del alma, estás más abierto a la sensación que te están contando, creo yo.
¿Hay algo que persigas al momento de compartir tu música?
GA: Sí, hay dos intenciones. Una es estar bien yo; solucionar mis problemas. La otra es que me gusta mucho mostrar mi mundo interior cuando estoy orgulloso de él. Si no tuviera que sacar música, la haría igualmente, ni la escucharía. La haría para vivir el proceso de soltar eso.
Recién celebras diez años de trayectoria como El Último Vecino, ¿estas intenciones se han transformado desde ese debut homónimo hasta ahora?
GA: Mis intenciones cambian de un día para otro. Lo más que he durado apuntando en la misma dirección ha sido como un mes. Es por eso que la carrera de diez años ha sido una montaña rusa de diez años. Y lo pienso celebrar con un chupito de mezcal allá, en México. Aprovechando que queda en dos por uno porque el día siete es mi cumpleaños.
¿Qué podemos esperar del show? ¿Adelantos rumbo al nuevo disco?
GA: No soy amante de las personas que tocan canciones nuevas en directo sin que la gente sepa. No estoy seguro de la frase que acabo de decir [ríe]. Aunque es verdad que he abierto las miras desde el año pasado que estuvimos tocando en México. Entonces no quería tocar canciones del primer disco, me daba vértigo sentir el paso del tiempo. Ahora ha decrecido un poco, así que tocaremos canciones de nuestros inicios, tratando de hacer un concierto más sincero.
Volviendo la mirada atrás, ¿te sientes feliz con la persona que eres hoy comparada con el Gerard de hace una década?
GA: Hmm… no sé si tengo una respuesta. En parte es dulce, si fuera un “No” sería peor, trágico. Podría decirte que sí y quedar muy bien, pero es que me gusta ser sincero.
Ha sido genial poder conversar contigo y espero genuinamente volver a coincidir en algún futuro. Quizá dentro de otros diez años.
GA: Si no me voy antes, seguro. Voy a seguir haciendo música hasta que me muera.