Entrevista con Declan McKenna

Declan McKenna es un artista que, desde su debut en 2017 con el lanzamiento de ‘What Do You Think About The Car?’, nos dejó sorprendidos. Para ser un primer trabajo, el álbum demostró tener a un creador con grandes habilidades y con una idea muy clara de lo que quería mostrarle al mundo. Su segundo material de larga duración, ‘Zeros’ (2020), no se quedó atrás y evidenció un enorme salto en la diversidad de sonidos que podemos encontrar al escuchar el trabajo del joven británico. 

Ahora, cuatro años después, Declan vuelve a la escena con ideas, metas y sensaciones diferentes, las cuales ya quedan marcadas dentro de su discografía con el lanzamiento de  ‘What Happened to the Beach?’. Sin lugar a dudas su sonoridad es diferente, pero mantiene la misma profundidad que caracteriza al joven artista. 

A unas semanas del lanzamiento del disco, tuvimos la oportunidad de sentarnos a platicar con él. Así fue que, desde la comodidad de su cuarto, nos explicó las razones del cambio que escuchamos de un disco a otro y su nueva visión artística. 

¿Cómo estás y en dónde te encuentras actualmente? 

D: Ahora estoy en mi departamento en Brighton, disfrutando un poco de descanso porque acabo de regresar de dar unos conciertos. 

Comencemos con la pregunta obligada, ¿qué tomaste como inspiración principal para crear este álbum? 

D: Siempre intento abordar cada álbum de manera distinta. Siento que, durante la pandemia, realmente volví a crear música a manera de pasatiempo y sin una intención real en mente. Fue bastante divertido y loco. A medida que creaba más cosas, vi el potencial de construir un álbum en un ambiente más personal e íntimo, sin pensar tanto. Mientras intentaba moldear todo hacia algo que funcionara como una unidad, me encontré con que había muchos géneros distintos en el disco. Realmente siento que este álbum es como un primer álbum, pero sin toda la presión que conlleva el firmar con un gran sello discográfico. Siempre estuve cómodo y compartiendo el espacio con amigos, creo que eso se refleja perfecto en ‘What Happened to the Beach?’ 

¿Fue como una aventura en la que todo el camino se iba construyendo con cada paso que dabas? 

D: Claro, creo que hay algo muy interesante en el no saber hacia dónde te diriges. El hecho de tener tantas direcciones hacia dónde dirigir el álbum me dejó asombrado. Creamos mucha música que no está dentro del material, pero que sirvió para abrir un mundo de posibilidades que me emocionó explorar. Así que sí, este fue un proceso increíble y muy diferente a mis procesos anteriores. 

Es gracioso que menciones que este disco te genera las sensaciones de un primer álbum, más si recordamos que tu primer trabajo no parecía un debut. Esto lo digo por el nivel de profundidad y cohesión que presentaste en ‘What Do You Think About The Car?’, pero ¿no crees que debería ser al revés? 

D: Es divertido, porque creo que todo se trata de experiencia. Me di cuenta que, para mí, la mejor manera de hacer música es desde un punto cómodo y sin dejar que la presión te supere. Sé que este es un disco diferente y  que puede dividir el gusto de la gente que sigue mi trabajo, pero mi trabajo pasado aún existe y muchas personas están conectando con este nuevo material. Menciono lo de las sensaciones de un primer álbum porque nunca me sentí preocupado o presionado mientras lo creaba; al contrario, sentí como si no tuviera que cumplir con un deadline, sólo era yo disfrutando de mi pasatiempo.  

Recuerdo que en una entrevista que realizaste durante la época de tu debut, hablabas de lo raro que te sentías al ver al público reaccionando de manera tan positiva a algo que era sólo para ti. Ahora, vuelves a ese punto en el que creas tu arte sólo para ti y los comentarios son muy variados. ¿Cómo reaccionas a eso?

D: Antes trataba de hacer un balance entre los comentarios buenos y malos, a manera de retroalimentación, pero ya no me gusta gastar tanta energía en pensar en la gente que sólo dice: “¿Escuchaste esa nueva canción de McKenna?, ya no es lo que era antes”. Aprendí que, para hacer de esto algo mucho más disfrutable, es mejor soltar el pasado y la presión.

Me gustaría conocerte un poco más y sería interesante saber cuál fue el primer álbum que compraste por tu cuenta, ¿lo recuerdas?  

D: El primer disco que recuerdo haber comprado no fue para mí, fue un regalo para el octavo cumpleaños de un amigo. Le compré el ‘Electric Ladyland’ de Jimmy Hendrix. Pero creo que el primer disco que compré para mí fue el ‘Graceland’ de Paul Simon. Lo encontré en una venta de caridad a sólo cinco libras y estaba extasiado, fue como encontrar una joya. Llegué a mi casa, lo puse en el tocadiscos y me quedé sentado escuchándolo, mientras todos mis hermanos corrían por la casa. 

Veo que, a lo largo de tu discografía, no tienes ninguna colaboración. ¿Alguna razón que explique esto? 

D: Es algo raro, porque sí he trabajado con un gran número de artistas. Muchos me han ayudado a escribir mis canciones y a encontrar melodías, pero creo que es por cuestión de agenda que no se ha dado una colaboración “oficial”. La mayoría de las veces convivo con amigos por dos o tres días y, a pesar de sentir que no es suficiente para lograr algo, espero que eventualmente aparezca alguna colaboración en uno de mis discos.  

Conocemos tus distintas luchas políticas y tu visión del mundo. Si pudieras cambiar algo del mundo, ¿qué sería? 

D: Vaya, que pregunta tan difícil. Creo que me centraría en regular de mejor manera todo lo relacionado con las emisiones de carbono y gases invernadero que afectan tanto al planeta. Primero me aseguraría de la supervivencia del humano como especie, y después me centraría en disminuir el uso del petróleo y cambiaría toda la cultura del trabajo acostumbrada a las condiciones del capitalismo. 

Me gustaría cerrar esta plática recordando las últimas dos veces que visitaste nuestro país. Me gustaría saber ¿qué te has llevado de México? Puede ser cualquier cosa: un amigo, una experiencia o un recuerdo del aeropuerto. D: Muchísimas cosas, no te mentiré, los shows que di en México han sido de los más energéticos y locos de mi vida. La audiencia tiene una energía inagotable y me hicieron sentir muy querido, sin dudas me llevé una experiencia inigualable. De cosas físicas, recuerdo haber comprado un suéter bellamente tejido y unas figuritas de barro. 

¿Regresarás pronto? 

D: Claro que sí.