Entrevista con fanclubwallet
Amistad y música, la combinación idónea para calmar la tristeza.
A principios de 2020, Hannah Judge asistía a la universidad y los días fluían con aparente calma. Un par de meses después, la vida se detuvo. Llegó la pandemia. Hannah enfermó, rompió con su novio, dejó la universidad y volvió a la casa de sus padres en Ottawa, Canadá. A pesar de todo, el arte fue su refugio.
Durante el encierro, Hannah se dedicó a dibujar (una de sus grandes pasiones) y a escribir canciones. Desde su habitación, creó su proyecto musical llamado fanclubwallet, en el que combina indie pop y rock alternativo con letras que se caracterizan por su sentido del humor, la tristeza y honestidad.
Aunque Hannah menciona en entrevista para Vibras que dibujar es una actividad que siempre ha hecho, la música se siente es diferente. “A veces si no puedo averiguar cómo decir algo en una canción, lo pongo en un cómic o en un dibujo. Y viceversa, si no puedo averiguar cómo transmitir algo en un dibujo, lo escribo en una canción, pero cuando hago dibujos es mucho más como si plasmara cosas divertidas que me suceden a menudo”.
“Creo que algo que realmente une mi arte visual y mi música es que ambos se basan en la comedia y la tristeza, así que creo que eso refleja mi personalidad”, comenta la compositora de 22 años.
Al igual que miles de personas en el mundo, la pandemia fue una oportunidad de prestar atención a actividades que suelen ser placenteras, pero que no cumplen con la expectativa de ser “productivas”.
En ese sentido y con ayuda de su amigo, Michael Watson, Hannah publicó en Bandcamp algunos sencillos, epés y un cover de Talking Heads. Finalmente, el resultado de atreverse a componer y ver a la música “en serio”, es un disco de 12 canciones titulado ‘You Have Got To Be Kidding Me’.
“[El encierro] me dio mucho más tiempo para centrarme en cosas en las que probablemente no me había centrado antes, como pasar mucho más tiempo haciendo música cuando antes probablemente tendría que estar trabajando o yendo a la escuela. Teniendo tiempo libre para hacer música terminé dándome cuenta de lo mucho que me gustaba y ahora es lo que hago todo el tiempo”, reflexiona la cantante.
Cabe mencionar que la amistad es un valor muy importante en el proceso creativo de Hannah. Además de contar con la producción de Watson, quien también colaboró en la algunas composiciones, Judge designó el arte de la portada a la artista visual Meredith Smallwood, quien captura la esencia triste, confundida y divertida del estilo del álbum.
De no haber sido por las aportaciones de sus amistades, la cantante comenta que “probablemente habría sido un disco mucho más simple”. “Mis amigos definitivamente me inspiran a probar cosas nuevas y a probar diferentes instrumentos y cosas que me gustan, o cosas que no se me habrían ocurrido antes”.
‘You Have Got To Be Kidding Me’ presenta influencias de Hope Along, Modest Mouse y Rilo Kiley, así como episodios de nostalgia que te transportan al tránsito de la adolescencia a la adultez. Un ejemplo es la canción titulada “55”.
En menos de 3 minutos, la canción instrumental juega con sonidos que evocan a videojuegos, tarde de amigos, paz, diversión y culmina con un sutil, pero desgarrador efecto de lluvia. Al cuestionar a Hannah sobre la idea original, menciona:
“En el instituto solía hacer muchas canciones de este tipo. Y luego, en la universidad, empecé a escribir canciones con letra, pero cuando estábamos haciendo el álbum, esa canción surgió un día y pensé que era genial, como si fuera muy similar a la forma en que hacía música en la escuela secundaria. Así que me encanta esa canción y sí, es muy nostálgica”.
Si es la primera vez que escuchas sobre fanclubwallet, te recomendamos escuchar “This Must Be The Place”, el cover de Talking Heads que lanzó en marzo del 2020, así como “Go Out” y “Trying to Be Nice”, ambas incluidas en su álbum debut.
